En el estado de Carolina del Norte, se encuentra la casa más grande de Estados Unidos. Esta mansión, que cuenta con 250 habitaciones y costó 40 millones de dólares, destaca no solo por su tamaño sino también por las características que la hacen única. Aunque suele ser un tema recurrente en la conversación sobre propiedades de lujo, esta residencia tiene detalles que llaman la atención por su escala y los recursos que implicó su construcción.

Una mansión de proporciones inusuales

La propiedad ocupa una extensión de 70.000 pies cuadrados (6503,21 metros cuadrados), un área que, en términos prácticos, supera el tamaño de varios edificios comerciales. Situada en las afueras de Charlotte, la mansión se encuentra alejada de la ciudad, lo que le ofrece una mayor privacidad a quienes residen allí. Esta ubicación también posibilidad vistas amplias a las colinas que rodean la región.

El proyecto fue concebido para ofrecer un espacio de vida que combinara comodidad, funcionalidad y, en cierto modo, la posibilidad de alojar a grandes grupos de personas.

Espacios y distribución de Biltmore Estate

El interior de la mansión se organiza en varias plantas, cada una con un propósito específico. Entre sus 250 habitaciones, se incluían varias áreas de estar, oficinas y dormitorios, cada uno con su propio baño privado. También existen diferentes comedores, tanto formales como informales, para atender las necesidades de quienes puedan estar dentro de la propiedad. Además de estos espacios más tradicionales, cuenta con un cine, un gimnasio y una biblioteca que ocupa dos pisos completos.

Un punto destacable en su diseño es la gran escalera central, que conecta todos los pisos y sirve como un punto focal visual, dando una idea de la escala del lugar. En algunos pasillos, se pueden encontrar detalles arquitectónicos como columnas de mármol y suelos que combinan materiales como madera y piedra natural.

Sala de degustación de vinos y equipamiento de lujo

La mansión está equipada con varias comodidades que permiten que los residentes disfruten de diferentes actividades sin tener que salir de la propiedad. Una de las principales características es su piscina cubierta de tamaño olímpico, que se encuentra en la planta baja. A su alrededor, el espacio está diseñado para ofrecer comodidad y privacidad, con áreas para descansar y espacios adicionales para el ocio.

El área exterior también cuenta con una piscina al aire libre, un jacuzzi y una cancha de tenis, que permite disfrutar del aire libre. Sin embargo, los espacios más cotidianos también están presentes en la propiedad: la cocina, que está equipada con electrodomésticos de alta gama, está pensada para recibir grandes grupos de personas, mientras que la cava de vinos y la sala de degustación se agregan a una lista de detalles pensados para quienes disfrutan de ciertos lujos.

Construcción y origen de Biltmore Estate

El proceso de construcción de esta mansión comenzó hace más de cien años, con un equipo especializado que trabajó en su diseño y en la selección de materiales. El coste de la obra superó los US$40 millones, un monto que se refleja en las características de la propiedad y en los recursos utilizados. El proyecto tuvo como objetivo crear un lugar que cumpliera con ciertos estándares de sostenibilidad, implementando tecnologías para la eficiencia energética y la conservación del agua.

Su presencia tuvo un impacto en el mercado inmobiliario de Carolina del Norte, en particular en el área de Charlotte. Aunque la propiedad en sí no está a la venta, su existencia generó un gran interés en la región, lo que incrementó el valor de las propiedades cercanas y situó al estado como uno de los destinos más buscados por quienes buscan residencias de lujo en EE.UU.

Aunque esta mansión se encuentra entre las más grandes del país, no es la única propiedad que desafía las expectativas en cuanto a tamaño. En Estados Unidos, existen varias residencias privadas que destacan por su extensión, pero pocas logran combinar la cantidad de habitaciones y la infraestructura de la mansión Biltmore.