Es uno de los balnearios del Programa de Termalismo del Imserso 2025 perfecto para tratar problemas reumáticos
El balneario de Caldes de Boí está situado a 1.470 metros de altitud y a las orillas del río Noguera de Tor, una zona con una alta concentración de oxígeno puro.
Uno de los planes perfectos para pasar un fin de semana de desconexión y relax es ir a un balneario o un spa. Son lugares que están dedicados en su totalidad al bienestar y cuidado personal. Con zonas de masaje, terapias, saunas, piscinas con aguas termales, etc., todo tipo de facilidades para los clientes. En España encontramos una larga lista con hoteles y alojamientos que prestan este tipo de servicios.
Es un tipo de turismo que se puede hacer en cualquier franja de edad. Es cierto que en nuestro país los jubilados y pensionistas pueden acceder a estos viajes con el Programa de Termalismo del Imserso. Con él, se pueden llegar a elegir más de 70 centros termales que están repartidos por todo el territorio. Uno de los más interesantes es Caldes de Boí.
Así es Caldes de Boí
El Balneario de Caldes está situado en el Valle de Boí, a 1.470 metros de altitud y a las orillas del río Noguera de Tor. Está en una localización con alta concentración de oxígeno puro. Desde la época romana se tiene constancia de las propiedades terapéuticas que tienen sus aguas. Sin embargo, los primeros análisis datan del siglo XVIII.
Por su composición, se habla de aguas que son cloruradas, sulfatadas, carbonatadas y sulforosas. Tiene 37 manantiales con temperaturas que van de los 4ºC hasta los 56ºC. En la página web de Caldes de Boí explican que debido a su efecto terapéutico "es posible tratar diversas enfermedades como reumatológicas, respiratorias, neurológicas, dermatológicas, de riñón y vías urinarias y terapia antiestrés".
El programa de Caldes de Boí para tratar problemas reumáticos
Caldes de Boí posee un programa reumatológico para pacientes que padezcan enfermedades que están relacionadas con el aparato osteo-articular, es decir, artritis, artrosis, hernias discales, recuperación de fracturas y post-traumatismos, etc. Y también para enfermedades que tienen origen muscular o neuromusomales (fibromialgia). Para el tratamiento utilizan las aguas termales naturales sulfuradas combinada con fangos madurados en agua termal durante 12 meses.
"A través de terapias personalizadas, logramos mejorar la función y la movilidad de los miembros afectados y la disminución del dolor", explica el balneario. Para poder empezar el tratamiento, es necesaria una evaluación por parte del médico de Caldes de Boí. Ahí se le indicarán qué debe hace, es decir, "la combinación de diferentes técnicas, consistentes en la aplicación de barro en las articulares afectadas, balneoterapia en una bañera especial con agua altamente sulfurada y rehabilitación en piscina".
En el caso de que no sea posible realizar una rehabilitación en el agua, se puede hacer una en seco recurriendo a la gimnasia terapéutica. Además, el balneario afirma que "para calmar el dolor se utilizarán técnicas de masaje tanto en seco como en agua".
