Es un clásico de abuela gallega, pero este plato marinero no tanta gente lo conoce y es perfecto para el invierno

Pocos recetarios hay tan sabrosos en la cocina española como el que se gesta en los fogones de Galicia. Gastronomía de producto por antonomasia, la realidad de la cocina gallega es la de una cultura muy vinculada a la mesa y, también, a los platos de cuchara. La gastronomía gallega nos ha legado así algunos de los grandes platos de cazuela de nuestro país como el pote gallego o el no menos relevante caldo gallego, aparte del sinfín de cocidos que allí se estilan. Pero también hay cazuelas marineras, claro. Quizá no tan conocidas fuera de allí, pero igualmente lustrosas y que hablan de esos platos de abuela tan reconfortantes que merece la pena descubrir. Y es, ni más ni menos, que a base de un cefalópodo muy común en otras preparaciones, pues no es otra cosa que el popular guiso de choupas, el nombre gallego que recibe la pota o lura (Illex coindetii, por su nombre científico) y que aprovecha a este marisco parecido al calamar para una receta sencilla y doméstica. Ciencia no tiene ninguna. De hecho, aparte de con pota, se podría hacer con calamares o con chipirones de buen tamaño. No obstante, es una buena demostración de que, si hablamos de guisos de calamares, no todo nos lleva siempre al sur, donde no faltan las papas con choco gaditanas. En esencia, como decimos, es un plato sencillo y no deja de ser un guiso de patatas con sepia donde parte del secreto está en que el sofrito se realce un poco con hoja de laurel y una pizca de guindilla picada, que le dará más encanto. Otro clásico es preparar de antemano las choupas y dejarlas desde la noche anterior en la nevera, ya cortadas, en un envase bien cerrado con una buena cantidad de ajo y perejil picados, para que ya vaya cogiendo sabor. Al día siguiente, tras marchar el sofrito, solo habrá que remojarlo con un poco de vino blanco y de coñac, dejando que evapore el alcohol, y agregar las choupas. Lo bueno es que dejadas a fuego lento, como sueltan mucha agua, podemos tenerlas allí durante tres cuartos de hora hasta que estén tiernas. Después solo habrá que añadir las patatas cascadas, un toque de sal e integrar un caldo de pescado –no hace falta que sea muy potente– con un poco de azafrán y dejar cocinar a fuego lento hasta que las patatas estén listas y el plato estará preparado para ir a la mesa. Imágenes | Taberna O Freixo En DAP | Esta típica receta gallega te apaña una cena fácil y a prueba de abuelas en solo 20 minutos En DAP | Esta es la receta que me hacía mi abuela para cenar y que hoy preparo para volver a la infancia, un clásico infalible - La noticia Es un clásico de abuela gallega, pero este plato marinero no tanta gente lo conoce y es perfecto para el invierno fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Jaime de las Heras .

Abr 6, 2025 - 13:09
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Es un clásico de abuela gallega, pero este plato marinero no tanta gente lo conoce y es perfecto para el invierno

Es un clásico de abuela gallega, pero este plato marinero no tanta gente lo conoce y es perfecto para el invierno

Pocos recetarios hay tan sabrosos en la cocina española como el que se gesta en los fogones de Galicia. Gastronomía de producto por antonomasia, la realidad de la cocina gallega es la de una cultura muy vinculada a la mesa y, también, a los platos de cuchara.

La gastronomía gallega nos ha legado así algunos de los grandes platos de cazuela de nuestro país como el pote gallego o el no menos relevante caldo gallego, aparte del sinfín de cocidos que allí se estilan.

Pero también hay cazuelas marineras, claro. Quizá no tan conocidas fuera de allí, pero igualmente lustrosas y que hablan de esos platos de abuela tan reconfortantes que merece la pena descubrir.

Y es, ni más ni menos, que a base de un cefalópodo muy común en otras preparaciones, pues no es otra cosa que el popular guiso de choupas, el nombre gallego que recibe la pota o lura (Illex coindetii, por su nombre científico) y que aprovecha a este marisco parecido al calamar para una receta sencilla y doméstica.

Ciencia no tiene ninguna. De hecho, aparte de con pota, se podría hacer con calamares o con chipirones de buen tamaño. No obstante, es una buena demostración de que, si hablamos de guisos de calamares, no todo nos lleva siempre al sur, donde no faltan las papas con choco gaditanas.

En esencia, como decimos, es un plato sencillo y no deja de ser un guiso de patatas con sepia donde parte del secreto está en que el sofrito se realce un poco con hoja de laurel y una pizca de guindilla picada, que le dará más encanto. Otro clásico es preparar de antemano las choupas y dejarlas desde la noche anterior en la nevera, ya cortadas, en un envase bien cerrado con una buena cantidad de ajo y perejil picados, para que ya vaya cogiendo sabor.

Al día siguiente, tras marchar el sofrito, solo habrá que remojarlo con un poco de vino blanco y de coñac, dejando que evapore el alcohol, y agregar las choupas. Lo bueno es que dejadas a fuego lento, como sueltan mucha agua, podemos tenerlas allí durante tres cuartos de hora hasta que estén tiernas.

Después solo habrá que añadir las patatas cascadas, un toque de sal e integrar un caldo de pescado –no hace falta que sea muy potente– con un poco de azafrán y dejar cocinar a fuego lento hasta que las patatas estén listas y el plato estará preparado para ir a la mesa.

Imágenes | Taberna O Freixo

En DAP | Esta típica receta gallega te apaña una cena fácil y a prueba de abuelas en solo 20 minutos

En DAP | Esta es la receta que me hacía mi abuela para cenar y que hoy preparo para volver a la infancia, un clásico infalible

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