En las aulas: los datos que preocupan sobre el bienestar emocional de los adolescentes porteños

Nivel de ansiedad, depresión y autolesiones son algunos de los parámetros que la Ciudad apunta a abordar para mejorar los aprendizajes

Abr 8, 2025 - 11:35
 0
En las aulas: los datos que preocupan sobre el bienestar emocional de los adolescentes porteños

Los datos estaban, pero dispersos. A la luz de la miniserie de Netflix, Adolescencia, que parece haber abierto la conciencia de muchos sobre el impacto de la salud emocional de los adolescentes, ahora esa información toda junta parece tener otra relevancia.

Hace pocos días, la ministra de Educación porteña, Mercedes Miguel, publicó un resumen en su cuenta de X: “El 70% de los estudiantes de secundaria enfrenta síntomas de ansiedad o depresión. La tasa de autolesiones se triplicó y el ausentismo escolar alcanza los 21 días por año”.

“Frente a esta realidad, impulsamos políticas educativas que priorizan el bienestar socioemocional en las escuelas”, agregó Miguel, y detalló algunas de las capacitaciones que lanzaron para docentes y estudiantes: “Hoy el bienestar socioemocional para nosotros está en el eje uno de los aprendizajes fundamentales de nuestro plan (Buenos Aires aprende), junto con lengua y matemática, a ese nivel, porque nadie puede aprender nada si no está conectado consigo mismo y con sus pares”.

Según una encuesta conjunta hecha por Ineco y el gobierno porteño en plena pandemia, el 70% de los estudiantes comunicaron tener síntomas de ansiedad y depresión. De acuerdo con datos de la Unidad de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa porteña, de 2023, el 47,3% de los alumnos presenta “un bienestar escolar vulnerable o crítico”. Esa misma evaluación indicó que el 77,7% tiene niveles críticos y vulnerables de regulación emocional, principalmente las mujeres. Este último concepto es la capacidad de manejar y dar respuestas proporcionadas y adecuadas a los estímulos recibidos.

También se detectó que existe una correlación entre la autoestima y las habilidades académicas. El 50% mostró no tener una valoración afectiva de sí mismos.

En ese diagnóstico se detectó, según se explica en el Ministerio de Educación, que existe una correlación negativa entre el nivel crítico de bienestar escolar y la repitencia. “El 19,7% de estudiantes que repitieron afirmaron que su bienestar escolar estaba en un nivel crítico a vulnerable”. Otro de los números que preocupan a Miguel son los de la ludopatía: el 12,5% de los jóvenes de entre 15 y 24 años han apostado online alguna vez en la vida.

“Las redes están desconectando a los chicos. Se crearon una realidad paralela. Hay un libro muy interesante, de Johann Hari, La conexión perdida, que usa el concepto de biofilia, el amor a la naturaleza. Hay una memoria. ¿Viste cuando llegás a un lugar increíble y decís que te quedás abrumada de tanta belleza? Ya estuvimos ahí. Tenemos que volver a conectar con lo que fuimos, con lo que nos hace humanos, en el vínculo con el otro”, explicó la ministra a LA NACIÓN . Para eso, completó, se están preparando una batería de acciones que atravesarán transversalmente los contenidos y las formas de todo el sistema educativo, desde el nivel inicial hasta el secundario. Mucho de eso, anticipó Miguel, está presente en la nueva secundaria, en la que se propone cambiar las formas, no los contenidos, con los que se aprende, para promover un aprendizaje profundo, con sentido, a partir de un vínculo más cercano entre el docente y el estudiante.

Bienestar emocional no será una materia ni un contenido, indicó, sino que los docentes empezarán a recibir capacitaciones para estar en condiciones de promoverlo desde distintos ángulos. Ya el año pasado, como parte de una experiencia piloto, unos 1000 docentes participaron de las capacitaciones y también unos 450 estudiantes fueron parte de talleres, en los que el foco era aprender a escuchar, conectar con el otro y respirar antes de actuar.

En ocasiones, algunas de las capacitaciones implican, por ejemplo, que los docentes trabajen en su capacidad de observar a los estudiantes. Algunos, después de esta formación, terminan la clase con cinco minutos de silencio, para pensar, respirar y reflexionar.

Nueva secundaria

También se promovió una encuesta en unos 4000 estudiantes, en el marco del diseño de la nueva secundaria, contó Miguel, y fue allí donde apareció también el pedido de los alumnos de poder elegir y construir su trayectoria educativa. Pero también de que se preste atención a su salud emocional.

De hecho, este año, Buenos Aires va a ser la primera ciudad del país en participar de la tercera encuesta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre habilidades socioemocionales en estudiantes. Se indagará en datos como conciencia de sí mismos, autocontrol, responsabilidad, perseverancia y regulación emocional.

La primera evaluación de habilidades socioemocionales se hizo en 2019 y participaron estudiantes de 15 años de nueve ciudades/estados/países. La segunda fue realizada en 2023 y evaluó chicos de entre 10 y 15 años. Para la próxima ronda serán 20 ciudades. La prueba piloto será este año y la evaluación principal, el próximo.

Entre las acciones que promueve el Ministerio de Educación para trabajar sobre la salud emocional aparece como número uno la restricción al uso del celular en el aula, algo que ocurrió a mitad del año pasado. Y las evaluaciones indican que los chicos mejoraron su atención, volvieron a jugar en los recreos y conectaron nuevamente con docentes y compañeros. “Los celulares en el aula nos estaban ‘hackeando’ la atención. Tenían un impacto muy negativo en los vínculos. Favorecen bullying, la ciberviolencia o la violencia digital. Cuando los sacamos nos dijimos: ‘¿por qué tardamos tanto en hacerlo?’, porque en poco tiempo notamos muchas mejoras. Tenemos que brindarles el mejor camino para transitar la adolescencia sin que eso implique lastimarse a sí mismos y lastimar a otros. También impulsamos un protocolo este año, una resolución, trabajando con la fiscalía porque van explorando situaciones y casos que no están en ninguna norma. Lo de dejar desnudas a sus compañeras con inteligencia artificial son situaciones nuevas, todos estamos aprendiendo”, dijo Miguel.

Según las cifras del Ministerio de Educación, luego de sacar el celular del aula, el 60% de los estudiantes señalaron que puede prestar más atención, y esa es una percepción que comparten con los docentes. El 47,3% dijo que conversa más con sus amigos; el 41,3%, que se aburre más; el 22,9%, que se siente más tranquilo y el 17,5%, que juega más con los amigos.

Funciones

La encuesta entre 4000 estudiantes que se hizo el año pasado entre estudiantes de tercer año de secundaria mostró una fuerte asociación entre funciones ejecutivas y atención, influenciadas por el bienestar emocional, el estrés, el clima escolar, el uso de tecnología, los recursos pedagógicos y los hábitos del sueño. Las funciones ejecutivas son nueve que se activan desde la corteza prefrontal del cerebro, y que no están vinculadas con la inteligencia, sino con la capacidad de trabajo. Es, por ejemplo, la parte del cerebro que indica poner manos a la obra. Entre ellas, figuran: la memoria de trabajo, la planificación, la inhibición o desinhibición emocional y la fluidez verbal, entre otras.

El 60% de los estudiantes reportaron prestar mucha o bastante atención y alrededor de un tercio dijo que lo hace con más atención a la mañana. “Los resultados arrojan una relación positiva entre el nivel de atención y las funciones ejecutivas”, dice el informe. Entre los impactos extraescolares se observó que más de tres horas por día de juego online se asocia con un menor desempeño en planificación, memoria de trabajo y fluidez verbal. La procastinación del sueño mostró una relación negativa en todas las funciones ejecutivas.

“La serie Adolescencia lo muestra muy bien. El capítulo de la escuela es una crítica extraordinaria al sistema escolar tal como lo conocemos, y no solamente en Inglaterra. Por algo el gobierno de ese país recomienda ver la serie en los colegios. Me puse ya en contacto con la gente de Netflix para ver si podíamos hacer algo con los derechos, y me dijeron que en 36 países les están pidiendo lo mismo”, dijo Miguel.

“¿Cómo hacemos para que la escuela se vuelva un lugar donde los chicos quieren estar, que les despierte curiosidad? Me gusta la teoría del Challenge Based Learning, el aprendizaje basado en el desafío. Los trabajos o saberes más demandados en pocos años van a ser otros. La inteligencia emocional, el trabajo colaborativo, la autorregulación, el autoconocimiento y la autogestión van a ser muy valorados. ¿En qué momento, en un sistema como el que tenemos, eso puede aflorar, si no lo promovemos? Entonces, Secundaria Aprende tiene mucho en relación a preparar a los chicos con un sentido integral para eso que nos están demandando”, concluyó.