En Australia hay una ingente cantidad de paneles solares instalados: esta medida desesperada evitó que colapsara su red eléctrica

El auge de la energía solar como alternativa a la red eléctrica tradicional ha traído consigo beneficios evidentes, como la reducción de la dependencia de combustibles fósiles y un menor impacto medioambiental. Sin embargo, su crecimiento sin control también está generando desafíos inesperados en la estabilidad del suministro eléctrico en determinadas regiones. Un claro ejemplo de esta situación  ya lo pudimos explicar el pasado mes de octubre, donde en el estado de Victoria, Australia, la sobreproducción de energía solar puso en jaque el equilibrio de la red eléctrica. Una situación que requirió de medidas de emergencia desesperadas Hace unos días, conocimos que Australia alcanzó un hito importante: ya se han instalado más de 4 millones de sistemas fotovoltaicos en el marco del Programa de Energías Renovables a Pequeña Escala (SRES). El SRES es la principal iniciativa australiana en materia de energías renovables, encargada de reducir la factura de la luz de sus residentes e impulsa al país hacia el uso de un 82% de energías renovables del mix total para 2030. A pesar de este hito, también debe haber un equilibrio cuando hablamos sobre el uso de las renovables en sistemas de autoconsumo fotovoltaico. Para entender el problema de Victoria, es importante considerar una cifra clave: en Australia, una de cada tres viviendas unifamiliares cuenta con paneles solares conectados a la red. Esto ha llevado a una capacidad total superior a los 20 gigavatios (GW) de generación solar en tejados, convirtiéndola en una de las principales fuentes de electricidad del país. Imagen: Bill Mead (Unsplash) El exceso de generación fotovoltaica reduce la demanda de energía de la red, especialmente en días soleados y con temperaturas moderadas, cuando el consumo es bajo. En estos momentos, las viviendas con paneles solares inyectan el excedente de electricidad sin control, lo que puede desestabilizar el sistema eléctrico. Esta situación se hizo evidente hace unos meses, cuando el operador del mercado energético australiano (AEMO) emitió una alerta ante el riesgo de una demanda excesivamente baja. La red eléctrica de Victoria está diseñada para gestionar una demanda que oscila entre 1.865 y 10.000 megavatios (MW), con un promedio de consumo en torno a los 5.000 MW. Sin embargo, durante la incidencia, AEMO estimó que la demanda caería a solo 1.352 MW, la cifra más baja registrada en tiempos recientes. En Xataka Smart Home 16 años después, los paneles solares de perovskita han evolucionado tanto que pueden cambiar la industria: esto es lo que ofrecen Esta caída extrema en la demanda representó un serio problema para la estabilidad del sistema. La electricidad no puede almacenarse fácilmente a gran escala, lo que obliga a que la producción y el consumo se mantengan equilibrados en tiempo real. Un desajuste en este balance puede generar sobrecargas en la red, provocar apagones o incluso dañar la infraestructura eléctrica. Ante esta situación crítica, AEMO implementó medidas de emergencia para evitar una crisis energética. Estas incluyeron la desconexión forzada de paneles solares residenciales y la limitación de la inyección de excedentes a la red. Además, se notificó a los propietarios de grandes sistemas de almacenamiento de energía para que mantuvieran sus baterías descargadas, evitando una sobreoferta de electricidad. Como medida adicional, se reactivaron líneas de alta tensión que estaban fuera de servicio, con el fin de aliviar la presión en la red. Gracias a estas acciones, aquel incidente quedó en un susto sin mayores consecuencias. Sin embargo, son situaciones indeseadas provocadas por un desequilibrio energético masivo, un problema al que muchos países deben enfrentarse cuando se utilizan energías renovables debido a sus intermitencias y picos de funcionamiento. Si bien la energía solar y otras fuentes renovables son el futuro del suministro eléctrico, su intermitencia y el desajuste entre producción y demanda requieren soluciones eficientes. Actualmente, las centrales térmicas siguen desempeñando un papel fundamental en la estabilidad de la red, pero es urgente avanzar hacia una infraestructura más flexible. La clave para evitar estos problemas en el futuro radica en una mejor gestión del excedente de energía, mediante el desarrollo de sistemas de almacenamiento a gran escala, como baterías industriales, y la modernización de la red para adaptarse a una producción descentralizada. Imagen de portada | Mischa Frank En Xataka Smart Home | Francia estudia prohibir los paneles solares baratos y fáciles de instalar. Nadie entiende el motivo - La noticia En Australia hay una ingente cantidad de paneles solares instalados: esta medida desesperada evitó que colapsara su red eléctrica fue publicada originalmente en

Feb 13, 2025 - 17:35
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En Australia hay una ingente cantidad de paneles solares instalados: esta medida desesperada evitó que colapsara su red eléctrica

En Australia hay una ingente cantidad de paneles solares instalados: esta medida desesperada evitó que colapsara su red eléctrica

El auge de la energía solar como alternativa a la red eléctrica tradicional ha traído consigo beneficios evidentes, como la reducción de la dependencia de combustibles fósiles y un menor impacto medioambiental. Sin embargo, su crecimiento sin control también está generando desafíos inesperados en la estabilidad del suministro eléctrico en determinadas regiones.

Un claro ejemplo de esta situación  ya lo pudimos explicar el pasado mes de octubre, donde en el estado de Victoria, Australia, la sobreproducción de energía solar puso en jaque el equilibrio de la red eléctrica.

Una situación que requirió de medidas de emergencia desesperadas

Hace unos días, conocimos que Australia alcanzó un hito importante: ya se han instalado más de 4 millones de sistemas fotovoltaicos en el marco del Programa de Energías Renovables a Pequeña Escala (SRES). El SRES es la principal iniciativa australiana en materia de energías renovables, encargada de reducir la factura de la luz de sus residentes e impulsa al país hacia el uso de un 82% de energías renovables del mix total para 2030.

A pesar de este hito, también debe haber un equilibrio cuando hablamos sobre el uso de las renovables en sistemas de autoconsumo fotovoltaico. Para entender el problema de Victoria, es importante considerar una cifra clave: en Australia, una de cada tres viviendas unifamiliares cuenta con paneles solares conectados a la red. Esto ha llevado a una capacidad total superior a los 20 gigavatios (GW) de generación solar en tejados, convirtiéndola en una de las principales fuentes de electricidad del país.

solar panel Imagen: Bill Mead (Unsplash)

El exceso de generación fotovoltaica reduce la demanda de energía de la red, especialmente en días soleados y con temperaturas moderadas, cuando el consumo es bajo. En estos momentos, las viviendas con paneles solares inyectan el excedente de electricidad sin control, lo que puede desestabilizar el sistema eléctrico. Esta situación se hizo evidente hace unos meses, cuando el operador del mercado energético australiano (AEMO) emitió una alerta ante el riesgo de una demanda excesivamente baja.

La red eléctrica de Victoria está diseñada para gestionar una demanda que oscila entre 1.865 y 10.000 megavatios (MW), con un promedio de consumo en torno a los 5.000 MW. Sin embargo, durante la incidencia, AEMO estimó que la demanda caería a solo 1.352 MW, la cifra más baja registrada en tiempos recientes.

Esta caída extrema en la demanda representó un serio problema para la estabilidad del sistema. La electricidad no puede almacenarse fácilmente a gran escala, lo que obliga a que la producción y el consumo se mantengan equilibrados en tiempo real. Un desajuste en este balance puede generar sobrecargas en la red, provocar apagones o incluso dañar la infraestructura eléctrica.

Ante esta situación crítica, AEMO implementó medidas de emergencia para evitar una crisis energética. Estas incluyeron la desconexión forzada de paneles solares residenciales y la limitación de la inyección de excedentes a la red. Además, se notificó a los propietarios de grandes sistemas de almacenamiento de energía para que mantuvieran sus baterías descargadas, evitando una sobreoferta de electricidad. Como medida adicional, se reactivaron líneas de alta tensión que estaban fuera de servicio, con el fin de aliviar la presión en la red.

Gracias a estas acciones, aquel incidente quedó en un susto sin mayores consecuencias. Sin embargo, son situaciones indeseadas provocadas por un desequilibrio energético masivo, un problema al que muchos países deben enfrentarse cuando se utilizan energías renovables debido a sus intermitencias y picos de funcionamiento.

Si bien la energía solar y otras fuentes renovables son el futuro del suministro eléctrico, su intermitencia y el desajuste entre producción y demanda requieren soluciones eficientes. Actualmente, las centrales térmicas siguen desempeñando un papel fundamental en la estabilidad de la red, pero es urgente avanzar hacia una infraestructura más flexible.

La clave para evitar estos problemas en el futuro radica en una mejor gestión del excedente de energía, mediante el desarrollo de sistemas de almacenamiento a gran escala, como baterías industriales, y la modernización de la red para adaptarse a una producción descentralizada.

Imagen de portada | Mischa Frank

En Xataka Smart Home | Francia estudia prohibir los paneles solares baratos y fáciles de instalar. Nadie entiende el motivo

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