El valor de asignar tareas caseras a los perros, una buena práctica de estimulación mental canina

No se trata de poner responsabilidades, sino de ofrecer a los perros sentirse parte de la dinámica familiar.

Feb 22, 2025 - 08:50
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El valor de asignar tareas caseras a los perros, una buena práctica de estimulación mental canina

A lo largo de la historia, los perros han sido seleccionados para cumplir funciones específicas, como el pastoreo, la caza o la vigilancia. Incluso aquellos que inicialmente fueron criados como simples compañeros de la nobleza y las clases altas, como los pequineses o los malteses, han desarrollado habilidades adaptadas a su entorno. Por ejemplo, estos perros de compañía han demostrado ser excelentes alarmas para la protección personal, mostrando que su adaptación ha ido más allá de su propósito original.

Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de los perros viven en entornos domésticos donde sus instintos y habilidades están sin estimular. La falta de actividad adecuada puede generar frustración y derivar en comportamientos no deseados, que van desde ladridos excesivos y destrucción de mobiliario hasta la hiperactividad. Por ello, proporcionarles actividades en casa que impliquen cierto grado de ‘trabajo’ favorece su bienestar mental y además fortalece el vínculo con sus cuidadores.

Estas actividades no tienen por qué ser complejas, no deben ser extenuantes ni tienen que sustituir el juego y el ejercicio al aire libre: basta con adaptar las habilidades naturales del perro a situaciones cotidianas.

¿Qué significa ‘asignar tareas’ a un perro?

En términos simples, asignar tareas a un perro implica enseñarle acciones que pueda realizar de manera regular y que le aporten una sensación de utilidad dentro del hogar. No se trata de imponerle responsabilidades, sino de ofrecerle oportunidades para aprender y sentirse parte de la dinámica familiar. Algunas de estas actividades pueden estar inspiradas en sus instintos naturales, como recoger objetos, rastrear olores o mover cosas con el hocico.

Por ejemplo, muchos perros disfrutan de cualquier actividad que implica transportar objetos con la boca. Un perro que ya conoce la orden de ‘trae’ o ‘dame’ puede aprender a llevar un juguete hasta el lugar donde se guardan o incluso ayudar a transportar bolsas ligeras cuando su cuidador llega con la compra. Del mismo modo, aquellos perros con una gran sensibilidad olfativa pueden desarrollar habilidades de búsqueda para encontrar objetos extraviados en casa.

Beneficios de incorporar tareas en la rutina del perro

Aunque cada vez se habla más sobre la importancia de la estimulación mental en el cuidado de los perros, conviene recordar que es tan esencial como el ejercicio físico. Un perro que dedica parte de su día a resolver pequeños desafíos se siente más equilibrado y menos propenso a desarrollar problemas de comportamiento relacionados con el estrés o el aburrimiento.

Son muchos los beneficios de asignar tareas en casa a los perros, pero algunos de los más importantes incluyen reducir el estrés y la ansiedad de manera que se evita que desarrolle comportamientos compulsivos o destructivos. También contribuye positivamente al fortalecimiento del vínculo, ya que la interacción constante a través del aprendizaje y el juego refuerza la relación entre los miembros humanos y no humanos del hogar, y finalmente, tendremos mayor control sobre su nivel de energía. Un perro con tareas definidas en su rutina diaria gasta su energía de forma más productiva, lo que contribuye a una mejor convivencia.

Ejemplos de actividades para perros en casa

Las tareas que pueden asignarse a un perro varían según su temperamento, su nivel de energía y sus habilidades naturales.

  • Recoger sus juguetes: Enseñar al perro a depositar sus juguetes en una cesta o un punto específico de la casa puede ser una actividad divertida y útil.
  • Búsqueda de objetos: Aprovechando su capacidad olfativa, se puede entrenar al perro para encontrar objetos específicos, como las llaves, el mando de la tele o un juguete escondido.
  • Cerrar puertas o cajones: Si el perro ya conoce la orden de tocar un objeto con el hocico o la pata, se le puede enseñar a cerrar cajones o puertas.
  • Ayudar a transportar objetos: Hay perros que disfrutan llevando pequeños paquetes, la ropa o la correa hasta sus cuidadores.
  • ‘Trabajar’ por su comida: En lugar de servirle la comida directamente en su plato, se pueden crear juegos de rastreo o incluso poner obstáculos sencillos para estimular su instinto de búsqueda y resolución de problemas.

Consideraciones antes de empezar

Antes de comenzar cualquier actividad de educación o entrenamiento con un perro, es fundamental asegurarse de que la experiencia sea positiva y adecuada a sus capacidades. Primero, es importante respetar su ritmo de aprendizaje, ya que cada perro tiene su propio estilo y velocidad para adquirir nuevas habilidades. Por ello, se recomienda empezar con tareas sencillas y aumentar la dificultad de manera gradual.

También es importante evitar cualquier tipo de frustración. Si el perro muestra signos de estrés o desinterés, es mejor ajustar la tarea a un nivel que se adapte mejor a su motivación y habilidades. Utilizar refuerzos positivos es otra estrategia clave; se debe recompensar cada logro con caricias, palabras de ánimo o premios comestibles para reforzar el aprendizaje y hacer que el proceso sea más placentero.

Finalmente, la constancia es otro punto crucial. La repetición y la perseverancia ayudarán a que el perro asocie la tarea con un comportamiento habitual, facilitando así su aprendizaje.