El único municipio de Cataluña que conserva su nombre en español: sus vecinos no quisieron traducirlo al catalán
En los últimos años han surgido movimientos que buscan recuperar la versión catalana.

La toponimia de España refleja la diversidad lingüística y cultural del país. Los nombres de pueblos y ciudades se han modificado a lo largo de los siglos por razones históricas, políticas o administrativas. Además, muchos han evolucionado bajo la influencia de las lenguas cooficiales como el catalán, el gallego o el euskera. Oficialmente, algunos lugares tienen dos nombres: San Sebastián y Donostia, o Ibiza y Eivissa.
Muchos de estos nombres se perdieron durante el franquismo, cuando se impusieron los topónimos en español como única forma oficial. Sin embargo, con la llegada de la democracia, muchos recuperaron sus nombres originales. En Cataluña, esta recuperación fue generalizada, aunque hubo una excepción. El municipio de Cabacés, en la comarca del Priorat, es el único pueblo de la comunidad que ha mantenido su topónimo en castellano.
La evolución del nombre
La versión catalana de este pueblo es Cabassers. Así lo reconoció oficialmente la Generalitat en 1933. Su origen se remonta al siglo XIII, cuando fue bautizado como 'Abinkabaser' durante la ocupación sarracena. 'Abin' significa 'hijo de' en árabe, mientras que 'kabaser' parece derivar de una raíz latina relacionada con el término 'cuco', que en catalán designa un gran cesto de esparto usado en la agricultura.
Durante el franquismo, el castellano se impuso como única lengua oficial, por lo que los nombres cambiaron su forma. En el caso de Cabassers, se registró Cabacés como única versión válida. Una década después, con la llegada de la democracia, los municipios catalanes recuperaron sus topónimos originales. Sin embargo, los vecinos de Cabacés votaron a favor de mantener la grafía en castellano.
Un debate que sigue abierto
Muchos de los residentes en Cabacés lo perciben como un rasgo distintivo de su pueblo. Sin embargo, en los últimos años nacieron movimientos que buscan recuperar la versión catalana. La plataforma Cabassers.org ha empezado una campaña en favor del cambio a Cabassers, el topónimo oficial reconocido por la Generalitat antes del franquismo. Lo consideran un acto de justicia histórica y un refuerzo de la identidad lingüística de la comunidad.
Por otro lado, los partidarios de Cabacés sostienen que el pueblo ha sido identificado con este nombre durante siglos y que modificarlo ahora podría generar confusión administrativa y cultural. Además, muchos residentes ven en esta denominación un símbolo de continuidad histórica y de decisión soberana del propio municipio.