El mundo se encamina a una crisis de deuda: qué pasa con Argentina y el acuerdo con el FMI

Mientras todo parece enfocarse en el contexto interno, con un perfil financiero frágil, Argentina forma parte de un mundo que va rumbo a una fuerte crisis de deuda, situación que se agravó en el último tiempo.

Mar 21, 2025 - 15:40
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El mundo se encamina a una crisis de deuda: qué pasa con Argentina y el acuerdo con el FMI

Se observa una creciente preocupación por una nueva crisis de deuda global debido a la fragilidad en las que se encuentran numerosos países en materia de compromisos externos. Los principales gestores de fondos a nivel internacional temen por una escalada de esta problemática. Argentina no es ajena a esta situación, quiere volver en unos meses a financiarse en el mundo, pero tiene alta fragilidad, dado que posee una larga historia de defaults, no tiene acceso al mercado voluntario de deuda y carga con una abultada cuenta de adeudados. 

"Tasa de interés más altas en países centrales, calificaciones de riesgo débiles, caída de precios de productos exportables, perspectivas de crecimiento moderadas y (en algunos casos) imposibilidad de acceso a los mercados voluntarios generan dudas sobre la sostenibilidad de las deudas, que ha empeorado desde la pandemia por la necesidad de fondos adicionales que generó la gestión de la crisis sanitaria", apunta en diálogo con El Cronista Emilia Val, becaria posdoctoral del Conicet experta en deuda.

 Asimismo, a este difícil panorama se le suman la incertidumbre e inestabilidad generada por la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y la guerra comercial que desató

"La suba de aranceles es mucho mayor a la que de 2018. Está gestando una guerra comercial de aranceles recíprocos que es de dimensiones muy grandes y que lleva al mundo a un proceso de estanflación", evalúa Jorge Compagnucci, analista financiero de TMG. Eso se combina con que el mundo viene con una escalada de crisis de deuda y configura un escenario más complejo.

El endeudamiento de EEUU

"En una reciente entrevista, el exitoso gestor de fondos de cobertura Ray Dalio, y fundador de Bridgewater Associates, mencionó que ve con extremo peligro la situación de la deuda de EEUU y que podría enfrentar un problema de equilibrio entre la oferta y demanda de los bonos del Tesoro norteamericano", alerta en un informe para sus clientes Poncho Capital. 

El principal punto que destacó Dalio es que la confrontación permanente que lleva adelante la actual administración aleja a algunos países que demandaban estos títulos como refugios de valor. Y China, el segundo en demanda de estos títulos, desde la guerra comercial con EEUU comenzó a reducir sus compras de Bonos del Tesoro y comenzó a incrementar sus compras de oro. Para dar un contexto, en 2013 China tenía u$s 1270 billones y, a finales de 2024, su tenencia era de u$s 759 billones.

Donald Trump desató una guerra comercial muy fuerte en el mundo. 

"EEUU adeuda unos u$s 36 trillones y tiene un ratio de deuda sobre PBI del 122%, según datos publicados por la Reserva Federal de St. Louis. Cada estadounidense debe alrededor de u$s 106.111", describe Ezequiel Estrada, CEO de Poncho Capital. Señala que este nivel de deuda se explica principalmente porque la economía de EEUU desde 2002 tiene un déficit fiscal crónico y que nunca intentó reducirlo. "Inclusive, en pandemia llegó a ser 14% del PBI", resalta.  

Estados, cada vez con más deuda

Por su parte, Anne Krueger, ex titular del FMI, dijo que los países cada vez se endeudan más para cubrir necesidades y acorde a un capitalismo cada vez más concentrado a escala global en el que los privados quieren pagar menos impuestos y los estados tienen cada vez menos recursos. 

"EEUU adeuda unos u$s 36 trillones y tiene un ratio de deuda sobre PBI del 122%, según datos publicados por la Reserva Federal de St. Louis. Cada estadounidense debe alrededor de u$s 106.111", describe Ezequiel Estrada.

Esto se ve reflejado en el mercado de capitales en que "todas las plazas bursátiles sufren una salida de flujos hacia la liquidez", indica Compagnucci, lo que, según su mirada, es una alerta de que vamos hacia una crisis global fuerte.

La situación se repite en casi todos los países del G7 (salvo Alemania) donde los niveles de deuda son superiores al 100% del PBI. Val advierte que, si bien el endeudamiento externo público es un problema de debate global desde hace décadas, los esfuerzos internacionales recientes para darle solución fueron limitados. 

"Las diferentes iniciativas surgidas durante la pandemia y después (DSSI, marco común) para ayudar a los países en desarrollo y pobres han mostrado deficiencias por poco alivio que implicaron para los adherentes y de las dificultades para involucrar a acreedores privados", apunta. 

 Dentro de ese escenario, los países subdesarrollados se endeudan a una tasa más cara y la mayoría exporta commodities, por lo que están muy sujetos a la volatilidad de la economía global. Y este año, con la política de Donald Trump, podría caer la capacidad de venta de productos de esas naciones, lo que afectaría su capacidad financiera para pagar deuda. 

Inminiente crisis de deuda: impacto en Argentina

El economista y ex director regional de Fondo Monetario Internacional (FMI), Claudio Loser, anticipa que "habrá una desaceleración económica por el caos de tarifas y reducción de inversiones por la incertidumbre". Así, advierte que puede complicarse más la situación por la inflación y mayores tasas de interés, con caída en precios de las materias primas. 

Todo eso enciende las alertas de una crisis de deuda global y Loser señala que de seguir este rumbo "tendría un impacto negativo sobre la Argentina, incluso con un (lejano) acuerdo de comercial con EEUU". Nuestro país tiene un perfil de endeudamiento frágil y en un contexto adverso mundial para la deuda, puede salir muy perjudicada. 

"La Argentina tiene un nivel de deuda muy alto, superior a los u$s 400.000 millones, arriba del 100% de su PBI y con tasas altas, por lo que, en el marco de un mundo más proteccionista enfrenta el desafío de tener que empezar a tener que aumentar sus exportaciones para crecer y poder pagarla. Además, va a tener que reestructurarla con tasas más bajas ya que no puede caer en una nueva cesación de pago", alerta el economista Federico Glustein.

"La Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés) publicó hace unos días que el aumento de los pagos de intereses está asfixiando los presupuestos, obligando a los gobiernos a elegir entre pagar a los acreedores o financiar servicios esenciales, lo cual parece aplicar a muchos países en desarrollo y también al nuestro", advierte Val.

Así se explica la insistencia del Gobierno argentino en acordar con el FMI y realizar un ajuste muy fuerte con el único objetivo de demostrar compromiso de pago ante el organismo internacional. El recorte del Estado que lleva adelante Javier Milei tiene mucho que ver con esa disyuntiva que enfrentan muchos países del mundo: quiere pagarle al Fondo y quita fondos al presupuesto,

Val señala que, "si bien el oficialismo ha logrado apoyo parlamentario en sus iniciativas, hay sectores y actividades que potencialmente pueden atraer inversiones y ayudar a mejorar el balance externo, Javier Milei ha sostenido un gran ajuste de las cuentas públicas y muestra voluntad férrea de sostenerlo en el tiempo". 

No obstante, aún no ha podido acumular reservas de manera sostenida y está en camino de contraer más compromisos con acreedores multilaterales (FMI y bancos multilaterales), lo que anticipa un escenario a futuro más complejo en el que Val ve "más deuda y mayor proporción de la misma con acreedores privilegiados" (cuyos compromisos no son reestructurables). 

En consecuencia, Glustein considera que, como país, "tenemos que tener un ojo muy grande en los efectos de las políticas arancelarias de Trump y ver cómo podemos reinsertarnos en el comercio internacional para poder hacer frente a las obligaciones, más allá de lo que podamos recibir del FMI".