El mensaje de Frank Cuesta que ha alarmado a sus seguidores: «Me advierten de...»
Frank Cuesta (53 años), se enfrenta a una nueva batalla legal con su exmujer, Yuyee Alissa, quien ha interpuesto tres querellas criminales contra el herpetólogo, acusaciones que incluyen presunta difamación , delito fiscal relacionado con su actividad en redes sociales y la tenencia ilegal de animales protegidos en su Santuario Libertad. Según reveló el naturalista en su canal de YouTube, el proceso inició el 13 de noviembre, cuando agentes de inmigración y la policía animal realizaron una inspección tras recibir una denuncia anónima: «Me piden cárcel , deportación y dinero , más todos los daños colaterales que esto conlleva. Es una putada», aseguró Cuesta en su vídeo. Además, en una reciente retransmisión, Frank preocupó a sus seguidores al manifestar el temor por su seguridad: «Si no soy condenado por esto, si ganase el litigio, no os extrañe que de repente yo tuviera un accidente . Lo dejo caer, es posible», sentenció. A pesar de sus declaraciones, insistió en que no está acusando a nadie en particular, pero dejó claro que, dada su «mala suerte» y la presencia de personas con «el corazón muy negro» en su entorno, no descarta que algo así pudiese ocurrir. Incluso aseguró que: «Ya tengo todo arreglado por si me pasara algo o algún día no estuviera para que el santuario siga funcionando». Los últimos meses han sido especialmente duros para Frank, quien tras varios años de lucha, logró recomprar el terreno donde está ubicado su Santuario Libertad, que inicialmente estaban a nombre de su exmujer por las leyes que se rigen en Tailandia, y ahora tiene como titular a su hijo, Zorro. En su última publicación en X (antes Twitter), el herpetólogo expresó su malestar con un mensaje que no deja lugar a dudas sobre la gravedad del asunto: «He dicho todo lo que tenía que decir sobre el tema. Se diga lo que se diga, me advierten de no decir nada más hasta que termine el proceso. Puede ser un proceso rápido o se puede alargar bastante. Gracias a todo por el apoyo y, como digo siempre, dejad por favor a la otra parte tranquila», palabras que han aumentado la preocupación de sus seguidores. A pesar de la gravedad de los cargos y del riesgo de encarcelamiento y deportación, Cuesta ha dejado claro que no abandonará Tailandia voluntariamente. «Yo no me voy a ir de aquí hasta que me echen», aseguró y agregó que un abogado penalista le recomendó dejar el país antes de que el proceso avance más, pues considera que lo «van a empapelar». El próximo 6 de marzo , Frank deberá presentarse ante el juzgado para conocer formalmente las imputaciones en su contra y así, poder preparar su defensa. «Algo me va a caer, porque han tenido muchos meses para preparar esto», reconoció con resignación. Finalmente, Frank Cuesta aseguró que, más allá de las consecuencias legales, económicas y personales, lo que más le ha afectado es la traición de quien fue sus esposa. «Es algo muy ruin, muy sucio y que no voy a perdonar jamás », sentenció. «No estoy en guerra con nadie, pero cuando haces cosas que afectan directamente a tus hijos, judicialmente y a su vida personal, por ahí no se puede pasar», concluyó visiblemente afectado.
Frank Cuesta (53 años), se enfrenta a una nueva batalla legal con su exmujer, Yuyee Alissa, quien ha interpuesto tres querellas criminales contra el herpetólogo, acusaciones que incluyen presunta difamación , delito fiscal relacionado con su actividad en redes sociales y la tenencia ilegal de animales protegidos en su Santuario Libertad. Según reveló el naturalista en su canal de YouTube, el proceso inició el 13 de noviembre, cuando agentes de inmigración y la policía animal realizaron una inspección tras recibir una denuncia anónima: «Me piden cárcel , deportación y dinero , más todos los daños colaterales que esto conlleva. Es una putada», aseguró Cuesta en su vídeo. Además, en una reciente retransmisión, Frank preocupó a sus seguidores al manifestar el temor por su seguridad: «Si no soy condenado por esto, si ganase el litigio, no os extrañe que de repente yo tuviera un accidente . Lo dejo caer, es posible», sentenció. A pesar de sus declaraciones, insistió en que no está acusando a nadie en particular, pero dejó claro que, dada su «mala suerte» y la presencia de personas con «el corazón muy negro» en su entorno, no descarta que algo así pudiese ocurrir. Incluso aseguró que: «Ya tengo todo arreglado por si me pasara algo o algún día no estuviera para que el santuario siga funcionando». Los últimos meses han sido especialmente duros para Frank, quien tras varios años de lucha, logró recomprar el terreno donde está ubicado su Santuario Libertad, que inicialmente estaban a nombre de su exmujer por las leyes que se rigen en Tailandia, y ahora tiene como titular a su hijo, Zorro. En su última publicación en X (antes Twitter), el herpetólogo expresó su malestar con un mensaje que no deja lugar a dudas sobre la gravedad del asunto: «He dicho todo lo que tenía que decir sobre el tema. Se diga lo que se diga, me advierten de no decir nada más hasta que termine el proceso. Puede ser un proceso rápido o se puede alargar bastante. Gracias a todo por el apoyo y, como digo siempre, dejad por favor a la otra parte tranquila», palabras que han aumentado la preocupación de sus seguidores. A pesar de la gravedad de los cargos y del riesgo de encarcelamiento y deportación, Cuesta ha dejado claro que no abandonará Tailandia voluntariamente. «Yo no me voy a ir de aquí hasta que me echen», aseguró y agregó que un abogado penalista le recomendó dejar el país antes de que el proceso avance más, pues considera que lo «van a empapelar». El próximo 6 de marzo , Frank deberá presentarse ante el juzgado para conocer formalmente las imputaciones en su contra y así, poder preparar su defensa. «Algo me va a caer, porque han tenido muchos meses para preparar esto», reconoció con resignación. Finalmente, Frank Cuesta aseguró que, más allá de las consecuencias legales, económicas y personales, lo que más le ha afectado es la traición de quien fue sus esposa. «Es algo muy ruin, muy sucio y que no voy a perdonar jamás », sentenció. «No estoy en guerra con nadie, pero cuando haces cosas que afectan directamente a tus hijos, judicialmente y a su vida personal, por ahí no se puede pasar», concluyó visiblemente afectado.
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