El Gobierno presenta el primer plan de exploración minera en cincuenta años
El Gobierno ha sacado a consulta pública un plan de acción para gestionar los recursos minerales que incluye un programa nacional de exploración minera , el primero de este tipo que se trata de llevar a cabo en democracia. Es decir, que más de cincuenta años después, España va a explorar yacimientos nuevos y a rastrear lo que puedan contener las más de mil balsas y escombreras que hay en nuestro país. La diferencia con 1969 –fecha de estreno del último programa minero nacional– es que el foco, y no podía ser de otro modo, ya no está puesto en el carbón o el hierro, sino en el litio, el níquel, el cobalto o las tierras raras, recursos fundamentales para la industria tecnológica y para avanzar en la transición energética y, no menos importante, para hacer frente a China, que ostenta el monopolio en varios minerales críticos que necesita la UE (caso de las tierras raras). Ya hace más de un año que el Parlamento Europeo y el Consejo aprobaron La Critical Raw Materials Act, una normativa que pretende compensar la dependencia del Viejo Continente con terceros países en 34 materias primas clave, pero la crisis geopolítica abierta por Trump y su guerra arancelaria han acrecentado la urgencia de que la UE acabe con el corsé que había impuesto a su minería. Actualmente en España hay unas 2.700 explotaciones mineras , muchas de ellas dedicadas a aprovisionar al sector de la construcción. Sin embargo, también hay yacimientos de materiales necesarios para la automoción, la telefonía o las renovables (litio, cobre o cobalto) o las llamadas 'tierras raras'. Como ya se ha avanzado, la exploración minera es solo una pata del llamado Plan de Acción de las Materias Primas Minerales, que también contempla medidas para la recuperación de materiales a través del reciclaje o la restauración de suelos utilizados para actividades mineras. Hoy se ha abierto el procedimiento para que las organizaciones de la sociedad civil implicadas y las empresas –que podrán ser beneficiarias de ayudas– presenten alegaciones. Entre las cosas a consultar, por cierto, también hay una reforma de la Ley de Minas de 1973 en línea con la propuesta que hizo ayer el Gobierno, que es la que le pide Europa.
El Gobierno ha sacado a consulta pública un plan de acción para gestionar los recursos minerales que incluye un programa nacional de exploración minera , el primero de este tipo que se trata de llevar a cabo en democracia. Es decir, que más de cincuenta años después, España va a explorar yacimientos nuevos y a rastrear lo que puedan contener las más de mil balsas y escombreras que hay en nuestro país. La diferencia con 1969 –fecha de estreno del último programa minero nacional– es que el foco, y no podía ser de otro modo, ya no está puesto en el carbón o el hierro, sino en el litio, el níquel, el cobalto o las tierras raras, recursos fundamentales para la industria tecnológica y para avanzar en la transición energética y, no menos importante, para hacer frente a China, que ostenta el monopolio en varios minerales críticos que necesita la UE (caso de las tierras raras). Ya hace más de un año que el Parlamento Europeo y el Consejo aprobaron La Critical Raw Materials Act, una normativa que pretende compensar la dependencia del Viejo Continente con terceros países en 34 materias primas clave, pero la crisis geopolítica abierta por Trump y su guerra arancelaria han acrecentado la urgencia de que la UE acabe con el corsé que había impuesto a su minería. Actualmente en España hay unas 2.700 explotaciones mineras , muchas de ellas dedicadas a aprovisionar al sector de la construcción. Sin embargo, también hay yacimientos de materiales necesarios para la automoción, la telefonía o las renovables (litio, cobre o cobalto) o las llamadas 'tierras raras'. Como ya se ha avanzado, la exploración minera es solo una pata del llamado Plan de Acción de las Materias Primas Minerales, que también contempla medidas para la recuperación de materiales a través del reciclaje o la restauración de suelos utilizados para actividades mineras. Hoy se ha abierto el procedimiento para que las organizaciones de la sociedad civil implicadas y las empresas –que podrán ser beneficiarias de ayudas– presenten alegaciones. Entre las cosas a consultar, por cierto, también hay una reforma de la Ley de Minas de 1973 en línea con la propuesta que hizo ayer el Gobierno, que es la que le pide Europa.
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