El curioso origen del término 'gasolina'
Durante mucho tiempo se creyó firmemente que el término ‘gasolina’ derivaba directamente de la palabra ‘gas’, acuñada en el siglo XVII por el químico belga Jan Baptist van Helmont a partir del vocablo latino ‘chaos’, para describir una sustancia que no era ni sólida ni líquida.

Durante mucho tiempo se creyó firmemente que el término ‘gasolina’ derivaba directamente de la palabra ‘gas’, acuñada en el siglo XVII por el químico belga Jan Baptist van Helmont a partir del vocablo latino ‘chaos’, para describir una sustancia que no era ni sólida ni líquida.
Sin embargo, el Oxford English Dictionary reveló en 2012 que la palabra ‘gas’ no tiene relación etimológica con ‘gasolina’.
En realidad, el origen de ‘gasolina’ está vinculado a John Cassell, un empresario inglés del siglo XIX que comenzó a comercializar un nuevo tipo de aceite bajo el nombre de ‘cazeline’, inspirado en su propio apellido. Posteriormente, un comerciante irlandés falsificó el producto cambiando la ‘C’ por una ‘G’, creando así ‘gazeline’. Con el tiempo, este término se popularizó y evolucionó hasta convertirse en ‘gasoline’, la palabra que hoy conocemos.
Disfruta de más curiosidades como esta en el nuevo libro de Alfred López: ‘Esto es CURIOSÍSIMO’