El Betis Baloncesto alcanza una meta volante con el retrovisor puesto y dirige el foco al factor cancha

Puede que la última esperanza del ascenso directo se difuminara en Burgos, pero para alcanzar la cima de la Liga Endesa hay un camino alternativo, aunque con más dificultades añadidas, en el que el Real Betis Baloncesto lleva ya mucho tiempo posicionándose. Como si de un escalador se tratara, la meta volante del play off, un objetivo más realista a juzgar por cómo se han desarrollado los acontecimientos en esta Primera FEB, ya la ha cruzado a falta de nueve jornadas para el cierre de la fase regular, que acaba el 9 de mayo con una cita que en su caso podría ser hasta una finalísima. Visitará entonces la cancha del Súper Agropal Palencia, actual quinto clasificado y rival directo de los verdiblancos al que aventajan en dos victorias que en realidad son por ahora tres, ya que el primer duelo entre ambos conjuntos en San Pablo se resolvió a favor de los chicos de Gonzalo García de Vitoria (85-68) . Cuarto en solitario en la tabla con 19 victorias, el Betis Baloncesto competirá en el esprint final de la campaña por situarse lo mejor posible. Los puestos segundo, tercero, cuarto y quinto disponen del factor cancha en la serie de cuartos de final del play off que se disputa al mejor de cinco encuentros. Ese privilegio asegura no sólo jugar los dos primeros partidos en casa sino también el quinto en el supuesto caso de que la serie se estirase hasta el último capítulo. El Betis guarda cuatro victorias de margen sobre el sexto, el Monbús Obradoiro, aunque los gallegos tienen un encuentro pendiente y han de visitar aún Sevilla. Por eso, y sin dejar de mirar hacia arriba por lo que pueda pasar, debe estar también pendiente del espejo retrovisor. Los verdiblancos se hallan a dos victorias del tercero (Fuenlabrada), a tres del segundo (Movistar Estudiantes) y a cuatro, con el duelo particular perdido, de ese San Pablo Burgos de Bruno Savignani que ya se llevó la Copa de España y todo apunta a que hará doblete subiendo de manera directa, logrando así el premio gordo. El resto, del segundo al noveno, tiene que seguir jugando, al menos cinco partidos más, para sortear las sinuosas carreteras del play off y alcanzar la cumbre de la ACB. Ascender fue el objetivo del Grupo Hereda cuando el pasado verano se hizo con la propiedad del club verdiblanco con la misión de llevarlo de vuelta a la máxima categoría en tiempo récord y posicionarlo entre los mejores equipos de baloncesto del país. Un reto de muchísima envergadura teniendo en cuenta las vicisitudes que ha sufrido el histórico club sevillano en los últimos tiempos. El proyecto se montó a toda prisa buscando los mejores recursos posibles en el mercado y ocho meses después tiene 19 victorias en el zurrón, un billete asegurado para las eliminatorias de ascenso y sus opciones de subir intactas, aunque obviamente será muy complicado dado el nivel de los tres primeros clasificados, que no dan tregua y siguen haciendo cambios en sus plantillas, incluso arriesgando muchísimo. Como lo ha hecho esta semana el Movistar Estudiantes, que ha generado un movimiento sísmico despidiendo a su entrenador, Pedro Rivero, en plena dinámica ganadora: siete triunfos seguidos acreditan los colegiales, que han reemplazado al segoviano por el vitoriano Natxo Lezcano, quien estaba en las quinielas de la Primera FEB desde que fuera despedido del MoraBanc Andorra. Cambiar de timonel cuando el barco parece bien dirigido es una decisión arriesgadísima, pero en el Ramiro de Maeztu la han tomado con el fin de mejorar aún más el equipo y el objetivo de abandonar cuatro temporadas después la Primera FEB. Los madrileños son uno de los rivales que aún tienen que pasar por el pabellón San Pablo. Primero lo hará, este viernes, el Aircargobooking Ourense (20.30 horas), después el cuadro colegial (jornada 28), posteriormente el Monbús Obradoiro (30) y, finalmente y de manera consecutiva, el Amics Castelló (32) y el Flexicar Fuenlabrada (33). Es decir, que mantener la condición de invicto como anfitrión supondrá un titánico desafío ante el nivel de los adversarios por venir. A domicilio, el Betis visitará al Tizona Burgos (27), al Odilo FC Cartagena (29), al CB Naturavia Morón (31) y al Súper Agropal Palencia (34). Quiere esto decir que se verá las caras con siete de los nueve primeros clasificados. Son nueve partidos concentrados en un periodo de algo más de mes y medio. Acelera el calendario y qué bien le vendría que la plaga de lesiones se detuviera de una vez. En la sala de prensa del Pavelló Menorca, Gonzalo García de Vitoria cifraba en unos 16 los percanes en total sufridos esta temporada con el esguince de tobillo de grado uno de Cvetkovic (es duda para este viernes). Demasiados contratiempos para un equipo que ha perdido a dos jugadores en plena campaña (Pablo Marín y Domenech, a quienes se les abrió la puerta de salida cuando lo solicitaron) y que sólo se ha reforzado con Tunde, ya que Atencia apenas militó un mes como verdiblanco. Quedan trece días, hasta el 31 de marzo, para el cierre definitivo del mercado. Es una tarea pendiente del Betis y saben en el club que a la plantilla le vendría de perlas una pieza más siempre que diera un salto de calidad real. Con un solo base, y eso tiene mérito, ganó en Menorca el Betis, que este viernes arranca un tramo decisivo de la temporada. Conviene tener los ojos bien abiertos, como platos, para no descarrilar y lograr la mejor posición posible en la parrilla del play off y ese factor pista tan necesario. Si la clasificación quedase tal como está, el Betis Baloncesto se vería las caras con el Tizona Burgos, séptimo, en cuartos. Que es un rival peligroso, aunque el pujante Monbús Obradoiro lo parezca aún más.