El BCE se reúne con la mira en los aranceles y un escenario "plagado de riesgos extremos"

El Banco Central Europeo (BCE) afronta este Jueves Santo una reunión dominada por la caótica política arancelaria de Donald Trump que arroja un escenario "plagado de riesgos extremos" para la zona euro. Un nuevo recorte de 25 puntos básicos está descontado por el mercado, por lo que el organismo debe centrarse en "transmitir su respeto por la incertidumbre".

Abr 17, 2025 - 06:04
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El BCE se reúne con la mira en los aranceles y un escenario "plagado de riesgos extremos"

"Esperamos que el BCE reduzca la tasa de facilidad de depósito en 25 puntos básicos en su reunión de este jueves, situándola en el 2,25%, y que esta vaya seguida de dos recortes más, llevando la tasa terminal al 1,75%", señala Shaan Raithatha, CFA, economista sénior en Vanguard Group.

"Tenemos la alta convicción de que el BCE recortará su tipo de interés oficial en 25 puntos básicos, del 2,5% al 2,25%. Esto responde a las noticias sobre el probable impacto negativo de los aranceles sobre la demanda. Incluso antes del anuncio de los aranceles, se preveía que la inflación se dirigiría hacia el objetivo a medio plazo, por lo que la introducción de estos aranceles (con un mínimo del 10% y cargos adicionales aún en evolución), junto con la incertidumbre asociada, hace que, en nuestra opinión, un nuevo recorte sea altamente probable", afirma Peter Goves, responsable de análisis de deuda soberana de mercados desarrollados de MFS Investment Management.

François Rimeu, estratega de Crédit Mutuel Asset Management, también se decanta por una bajada adicional de 25 puntos básicos. "Esta decisión estará motivada por la creciente preocupación del organismo por el crecimiento económico".

Y es que los debates que surgieron en la última reunión de marzo entre los miembros del BCE sobre una posible pausa parecen haberse disipado, al menos por el momento, tras las recientes tensiones comerciales derivadas de los aranceles impuestos por el presidente de EEUU.

En este nuevo contexto macroeconómico, se han incrementado los riesgos a la baja para el crecimiento mundial, y, por tanto, para la economía de la eurozona.

"La incertidumbre es aún mayor para el BCE en esta reunión, en la que la guerra comercial amenaza con generar efectos combinados tanto de oferta como de demanda en la eurozona", indica Ignacio Lena, analista de A&G Global Investors.

"Los acontecimientos se están desarrollando a un ritmo rápido e impredecible, por lo que un escenario central está plagado de riesgos extremos. Creemos que los tipos podrían moverse hacia el extremo inferior del rango neutral, si no por debajo, considerando las revisiones a la baja en el crecimiento, con los riesgos claramente aún inclinados a la baja", enfatiza Goves.

Las estimaciones sugieren que, incluso sin una nueva escalada a través de las represalias de la UE, el PIB de la zona euro podría verse mermado en casi medio punto porcentual en un horizonte de un año.

"En conjunto, pensamos que los vientos en contra de los aranceles dominan los vientos de cola fiscales a corto plazo y ajustamos nuestras previsiones de crecimiento al 0,8% (desde el 0,9%) en 2025 y al 1,3% (desde el 1,6%) en 2026. Los riesgos parecen inclinarse a la baja en caso de que continúen las ventas masivas en los mercados y se endurezcan las condiciones financieras y/o se recrudezca el conflicto comercial", valora Martin Wolburg, economista sénior de Generali AM.

Es más, en MFS Investment Management subrayan que "una incertidumbre tan elevada y riesgos a la baja son factores que el BCE no puede permitirse ignorar, aunque mucho dependerá de cómo los nuevos datos afecten a la evaluación de la inflación a medio plazo".

Por todo ello, Jon Levy, estratega macroeconómico global de Loomis Sayles (Natixis IM), considera que la tarea más importante para el BCE "es transmitir su respeto por la incertidumbre y asegurarse de que el mercado entiende su trabajo analítico".

TODAS LAS OPCIONES SOBRE LA MESA

Con este telón de fondo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, afrontará una conferencia de prensa en la que, todo parece indicar, no se desviará de su tan manida dependencia de los datos.

"Creemos que los responsables políticos serán prudentes en sus comunicaciones y que la presidenta Lagarde no ofrecerá demasiados detalles sobre los debates internos mantenidos por el BCE. En relación con los tipos de interés, el énfasis en la incertidumbre, la dependencia de los datos y el enfoque de 'reunión a reunión' probablemente seguirá siendo una parte clave de las comunicaciones", explican en Ebury.

Respecto a los aranceles, estos estrategas avanzan que "una vez más, es probable que Lagarde actúe con cautela para no provocar más oscilaciones en los mercados, ya que se han vuelto muy sensibles a los titulares últimamente. Es posible que la presidenta intente calmar los nervios asegurando a los mercados que el BCE es capaz y está preparado para hacer frente a cualquier situación y para garantizar el buen funcionamiento de los mercados".

Así, en un entorno que deja poco margen para la previsión a futuro, los analistas anticipan que el Consejo de Gobierno mantendrá una postura reactiva en lugar de proactiva, enfatizando que las decisiones se tomarán 'reunión por reunión'.

"La reunión de junio presentará proyecciones macroeconómicas actualizadas y, en nuestra opinión, parece una buena oportunidad para que el BCE reevalúe de manera integral si será necesaria una postura política de estímulo directo para defender su objetivo de estabilidad de precios del 2%", comentan en Pimco.

De hecho, más allá de la reunión de este jueves, "las decisiones de política monetaria siguen en el aire. El nivel de incertidumbre imperante significa la incapacidad de proporcionar una orientación clara de cara al futuro", dice Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac.

"La reunión de junio es realmente crucial. Para entonces, el BCE tendrá muchas pruebas sobre cómo los aranceles y la interrupción del comercio afectan a la fijación de precios. También habrá mucha más claridad sobre las perspectivas fiscales en Europa. Esto permitirá una decisión estratégica, que también establecerá puntos de referencia para acciones futuras", concluye Levy.