El alcalde de Carboneras pide negociar con la promotora y "poner en valor" El Algarrobico "como hotel o residencia"
Salvador Hernández (Ciudadanos) cree que la revisión de licencia del Algarrobico en el consistorio que dirige podría tardar hasta cinco años y aboga por negociar con la promotoraExpropiar El Algarrobico, alternativa a dos décadas de impotencia para restaurar la legalidad en los tribunales El alcalde de Carboneras (Almería), Salvador Hernández (CS), ha señalado que el proceso para la revisión de oficio de la licencia para la edificación del hotel que se asienta en el paraje de El Algarrobico que insta la promotora Azata del Sol conforme a las sentencias declaradas en firme podría llevar hasta “cinco años”, por lo que ha abogado por pactar una “solución negociada” entre las administraciones y la promotora. “El sentido común me dice que lo normal es ponerlo en valor, ya sea como una residencia de mayores, ya sea como un hotel, pero dar servicio a la ciudadanía, crear empleo, crear riqueza”. “La solución más viable no pasa por la revisión de oficio”, ha insistido Hernández en una entrevista en Canal Sur Radio, en la que ha apuntado, no obstante, que el Consistorio iniciará “lo más pronto posible” dicho trámite, aunque eso “pueden ser semanas o pueden ser un par de meses”. Hernández ha incidido en que la revisión de la licencia, que a su juicio no implicaría directamente la anulación de dicho permiso municipal otorgado en 2003 con “todos los informes pertinentes” y el “beneplácito” de las administraciones, debe contar con un trámite de audiencia, lo que “nos puede llevar otros tres, cuatro o cinco años”, “No me cabe duda que unos y otros presentarán alegaciones y presentarán las propuestas que consideran oportunas”, ha explicado el regidor ante la posible acción de grupos ecologistas, la propia promotora y el resto de instituciones implicadas en el proceso al tiempo que ha aludido a los recursos técnicos con los que dispone el ayuntamiento de un municipio de apenas 8.300 habitantes. Ocho años sin ejecutar una sentencia La sentencia del Tribunal Superior de Andalucía que declara la obligación del ayuntamiento de Carboneras de revisar la licencia concedida a Azata de Sol en 2003 data de 2016, y es firme de desde 2018, pero en este tiempo el consistorio, que ha estado gobernado por PSOE (la mayor parte del tiempo), Ciudadanos y PP, no la ha ejecutado. El temor en Carboneras es que un paso en falso dé pie a una reclamación indemnizatoria de la promotora. En paralelo, el consistorio debe ejecutar también otra sentencia, igualmente firme desde hace siete años, que le obliga a declarar “no urbanizable” el suelo sobre el que se asienta El Algarrobico. En todo este tiempo, ha arrastrado los pies para hacerlo, siendo incluso advertido por el Tribunal Superior de Andalucía por sus dilaciones. La propia promotora solicitó al TSJA la ejecución de la sentencia que obliga a la revisión de la licencia, pidiendo que fuera el propio tribunal el que realizara dicho expediente de manera subsidiaria si el Ayuntamiento no acataba la orden; una postura que apoyó Greenpeace pero no así la Junta de Andalucía, que alegó que solo el Ayuntamiento podía efectuar esa acción. Ahora, el regidor cree que la “solución menos lesiva” pasa por una “solución negociada” entre Gobierno, Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Carboneras y Azata del Sol. “Sentarnos a negociar y no levantarnos de la mesa”, ha apuntado Hernández, quien ha rechazado que el “dichoso hotel” pueda desaparece “en cinco meses” del paraje. El primer edil carbonero ha recalcado las “responsabilidad” de las administraciones que, en el momento de su construcción, autorizaron el hotel y dispusieron de fondos para su construcción puesto que “el propio Gobierno de España subvencionó el proyecto”, según ha recalcado. “El hotel está prácticamente concluido y estuvo tres años construyéndose. No se construye de la noche a la mañana”, ha recordado antes de incidir que la paralización de obras se dio cuando estaba a punto de culminar su construcción, “algo que no nos cuadra a los ciudadanos de aquí”. Hernández ha abogado por “poner en valor” la mole porque, ha dicho, los ciudadanos no deben ser quienes tengan que “pagar un edificio que han permitido los gobernantes, tanto de Carboneras como de Andalucía, como de España”
Salvador Hernández (Ciudadanos) cree que la revisión de licencia del Algarrobico en el consistorio que dirige podría tardar hasta cinco años y aboga por negociar con la promotora
Expropiar El Algarrobico, alternativa a dos décadas de impotencia para restaurar la legalidad en los tribunales
El alcalde de Carboneras (Almería), Salvador Hernández (CS), ha señalado que el proceso para la revisión de oficio de la licencia para la edificación del hotel que se asienta en el paraje de El Algarrobico que insta la promotora Azata del Sol conforme a las sentencias declaradas en firme podría llevar hasta “cinco años”, por lo que ha abogado por pactar una “solución negociada” entre las administraciones y la promotora. “El sentido común me dice que lo normal es ponerlo en valor, ya sea como una residencia de mayores, ya sea como un hotel, pero dar servicio a la ciudadanía, crear empleo, crear riqueza”.
“La solución más viable no pasa por la revisión de oficio”, ha insistido Hernández en una entrevista en Canal Sur Radio, en la que ha apuntado, no obstante, que el Consistorio iniciará “lo más pronto posible” dicho trámite, aunque eso “pueden ser semanas o pueden ser un par de meses”.
Hernández ha incidido en que la revisión de la licencia, que a su juicio no implicaría directamente la anulación de dicho permiso municipal otorgado en 2003 con “todos los informes pertinentes” y el “beneplácito” de las administraciones, debe contar con un trámite de audiencia, lo que “nos puede llevar otros tres, cuatro o cinco años”,
“No me cabe duda que unos y otros presentarán alegaciones y presentarán las propuestas que consideran oportunas”, ha explicado el regidor ante la posible acción de grupos ecologistas, la propia promotora y el resto de instituciones implicadas en el proceso al tiempo que ha aludido a los recursos técnicos con los que dispone el ayuntamiento de un municipio de apenas 8.300 habitantes.
Ocho años sin ejecutar una sentencia
La sentencia del Tribunal Superior de Andalucía que declara la obligación del ayuntamiento de Carboneras de revisar la licencia concedida a Azata de Sol en 2003 data de 2016, y es firme de desde 2018, pero en este tiempo el consistorio, que ha estado gobernado por PSOE (la mayor parte del tiempo), Ciudadanos y PP, no la ha ejecutado. El temor en Carboneras es que un paso en falso dé pie a una reclamación indemnizatoria de la promotora. En paralelo, el consistorio debe ejecutar también otra sentencia, igualmente firme desde hace siete años, que le obliga a declarar “no urbanizable” el suelo sobre el que se asienta El Algarrobico. En todo este tiempo, ha arrastrado los pies para hacerlo, siendo incluso advertido por el Tribunal Superior de Andalucía por sus dilaciones.
La propia promotora solicitó al TSJA la ejecución de la sentencia que obliga a la revisión de la licencia, pidiendo que fuera el propio tribunal el que realizara dicho expediente de manera subsidiaria si el Ayuntamiento no acataba la orden; una postura que apoyó Greenpeace pero no así la Junta de Andalucía, que alegó que solo el Ayuntamiento podía efectuar esa acción.
Ahora, el regidor cree que la “solución menos lesiva” pasa por una “solución negociada” entre Gobierno, Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Carboneras y Azata del Sol. “Sentarnos a negociar y no levantarnos de la mesa”, ha apuntado Hernández, quien ha rechazado que el “dichoso hotel” pueda desaparece “en cinco meses” del paraje.
El primer edil carbonero ha recalcado las “responsabilidad” de las administraciones que, en el momento de su construcción, autorizaron el hotel y dispusieron de fondos para su construcción puesto que “el propio Gobierno de España subvencionó el proyecto”, según ha recalcado.
“El hotel está prácticamente concluido y estuvo tres años construyéndose. No se construye de la noche a la mañana”, ha recordado antes de incidir que la paralización de obras se dio cuando estaba a punto de culminar su construcción, “algo que no nos cuadra a los ciudadanos de aquí”. Hernández ha abogado por “poner en valor” la mole porque, ha dicho, los ciudadanos no deben ser quienes tengan que “pagar un edificio que han permitido los gobernantes, tanto de Carboneras como de Andalucía, como de España”
