Detrás del fuego de artificio
El País/Uruguay
MONTEVIDEO.- Algo revolucionario está pasando. Tiene que ver con el cambio que impuso Donald Trump en la agenda global y que va más allá de mentiras y fuegos de artificio.
En el mundo hay un solo modelo político y económico que demostró ser exitoso en el último siglo para llevar bienestar y desarrollo a los seres humanos. Se trata del que mezcla economía de mercado y democracia liberal. Siempre que se dice esta obviedad, aparece algún trasnochado que habla de China, o sale con algún discurso neobolchevique. La realidad es que China logró progresar económicamente, cuando aplicó la receta del mercado, y hoy enfrenta un freno notorio, con derivas belicistas, justamente por no haber agregado la ineludible “pata” de la democracia liberal a su mix particular. Dentro del modelo exitoso, también hay dos corrientes. Está el capitalismo liberal más puro, si se quiere, que se vive en Estados Unidos. Y del otro lado del Atlántico, un modelo de estado de bienestar con mucho mayor influencia de los gobiernos, que es el que domina en la mayoría de los países de la Unión Europea. El problema es que el crecimiento de la amenaza eventual de China lleva hoy a Estados Unidos a cambiar el eje de sus desvelos, que pasa ahora mucho más por el Pacífico, que por el Atlántico, y por eso ha dicho a los europeos que Estados Unidos no está en condiciones de seguir subsidiando su seguridad.
Alguien podría decir que todo este gasto millonario en defensa es un crimen. Mientras en el mundo haya regímenes que no son democracias genuinas y miradas religiosas y políticas intolerantes no habrá más remedio que estar preparado para defenderse. Y eso, sale plata.