Dabiz Muñoz explica cómo cocinar las torrijas más cremosas de Semana Santa: estos son los ingredientes de su receta
Faltan menos de dos semanas para la Semana Santa , una de las festividades más arraigadas en la tradición cultural de España. Además de su carácter religioso, supone un momento de celebración familiar. En este sentido, es habitual disfrutar de platos como el potaje, el bacalao o las sopas de ajo. Además, entre las tradiciones gastronómicas de esta época, se encuentran las torrijas . Este dulce, elaborado con pan empapado en leche, rebozado en huevo y frito en aceite, tiene sus orígenes en la cocina medieval y se ha convertido en un símbolo culinario de la Semana Santa. Su sabor dulce y su textura esponjosa hacen que sea un postre irresistible, especialmente cuando se espolvorea con azúcar y canela . Aunque la receta clásica se mantiene, en los últimos años han surgido innovaciones que incluyen ingredientes como chocolate, cítricos o cremas , adaptando este manjar a los gustos modernos sin perder su esencia tradicional. De esta forma, cada cocinero elabora su propia variedad de torrija con ingredientes especiales que dan un sabor único a la receta. En este sentido, Dabiz Muñoz , considerado uno de los chefs españoles más vanguardistas a nivel mundial, ha innovado con este postre típico de Semana Santa al que bautizó como 'torrija Dabiziana del amor'. Dabiz Muñoz compartió hace tres años en su cuenta de Instagram la receta de su 'torrija Dabiziana del amor', «remojadita, jugosita, crujiente, pero cremosita por dentro». Un postre basado en un pan brioche remojado, fundente y mórbido, tostado en mantequilla y empanado en chocolate negro . Además, el chef español aporta una nota colorida con una salsa que corona su particular torrija. «Y para terminar de bajar a los infiernos, coronada con una mermelada agridulce de frambuesas, miel de flores y ron », escribe el cocinero, junto al vídeo en el que muestra el proceso de elaboración. El primer paso para realizar esta particular torrija es verter sobre una cazuela la leche con la nata y el azúcar y ponerlo a hervir . Después, abre una vaina de vainilla por la mitad, extrae las pepitas de su interior y mételas en la cazuela junto al resto de ingredientes. Cuando la mezcla ya ha infusionado a fuego lento, llega el momento de verter la leche sobre dos yemas de huevo. Para que no se cuaje, el cocinero recomienda escaldar la yema con la leche. Después de emulsionar, el resultado es una salsa de huevo y vainilla líquida. A continuación, retira los bordes al pan de brioche y ponlos a remojar con la mezcla de huevo y vainilla, ya templada, durante unos diez minutos , hasta que esté humedecido hasta el centro. Mientras el pan absorbe la leche, el chef procede a hacer la salsa de vinagreta de frambuesa y miel silvestre. En primer lugar, vierte dos cucharadas de miel sobre una sartén a fuego mínimo. Tras un minuto, cuando comienza a echar borbotones, echa el vinagre de frambuesa . Además, añade un puñado de frambuesas y un chorrito de ron y déjalo hervir durante unos minutos. Una vez el pan brioche está bien empapado, déjalo reposar en una rejilla durante otros 10 minutos , 5 minutos por cada lado, para que el exceso caiga hacia abajo y los jugos de la superficie calen hasta el centro del pan. «Lo que tenemos que lograr es que en el centro se quede igual de jugosa que por los costados», señala el chef. Después, vierte unos dados de mantequilla en la sartén hasta que se deshagan y adquieran temperatura y mete entonces el pan con delicadeza hasta que coja un color dorado por todos sus lados . A medida que van pasando los minutos, y debido a que la mantequilla va cogiendo temperatura, baja el fuego para que se adhiera todo bien sin quemarse. Una vez dorada por los seis lados, saca la torrija de la sartén y ralla chocolate encima. Después, vuelve a meter la torrija en la sartén para que se caramelice el chocolate. Cuando se ha adherido, sácala y llega el momento de poner la salsa de miel y frambuesa por encima para poder disfrutar de todo su sabor.
Faltan menos de dos semanas para la Semana Santa , una de las festividades más arraigadas en la tradición cultural de España. Además de su carácter religioso, supone un momento de celebración familiar. En este sentido, es habitual disfrutar de platos como el potaje, el bacalao o las sopas de ajo. Además, entre las tradiciones gastronómicas de esta época, se encuentran las torrijas . Este dulce, elaborado con pan empapado en leche, rebozado en huevo y frito en aceite, tiene sus orígenes en la cocina medieval y se ha convertido en un símbolo culinario de la Semana Santa. Su sabor dulce y su textura esponjosa hacen que sea un postre irresistible, especialmente cuando se espolvorea con azúcar y canela . Aunque la receta clásica se mantiene, en los últimos años han surgido innovaciones que incluyen ingredientes como chocolate, cítricos o cremas , adaptando este manjar a los gustos modernos sin perder su esencia tradicional. De esta forma, cada cocinero elabora su propia variedad de torrija con ingredientes especiales que dan un sabor único a la receta. En este sentido, Dabiz Muñoz , considerado uno de los chefs españoles más vanguardistas a nivel mundial, ha innovado con este postre típico de Semana Santa al que bautizó como 'torrija Dabiziana del amor'. Dabiz Muñoz compartió hace tres años en su cuenta de Instagram la receta de su 'torrija Dabiziana del amor', «remojadita, jugosita, crujiente, pero cremosita por dentro». Un postre basado en un pan brioche remojado, fundente y mórbido, tostado en mantequilla y empanado en chocolate negro . Además, el chef español aporta una nota colorida con una salsa que corona su particular torrija. «Y para terminar de bajar a los infiernos, coronada con una mermelada agridulce de frambuesas, miel de flores y ron », escribe el cocinero, junto al vídeo en el que muestra el proceso de elaboración. El primer paso para realizar esta particular torrija es verter sobre una cazuela la leche con la nata y el azúcar y ponerlo a hervir . Después, abre una vaina de vainilla por la mitad, extrae las pepitas de su interior y mételas en la cazuela junto al resto de ingredientes. Cuando la mezcla ya ha infusionado a fuego lento, llega el momento de verter la leche sobre dos yemas de huevo. Para que no se cuaje, el cocinero recomienda escaldar la yema con la leche. Después de emulsionar, el resultado es una salsa de huevo y vainilla líquida. A continuación, retira los bordes al pan de brioche y ponlos a remojar con la mezcla de huevo y vainilla, ya templada, durante unos diez minutos , hasta que esté humedecido hasta el centro. Mientras el pan absorbe la leche, el chef procede a hacer la salsa de vinagreta de frambuesa y miel silvestre. En primer lugar, vierte dos cucharadas de miel sobre una sartén a fuego mínimo. Tras un minuto, cuando comienza a echar borbotones, echa el vinagre de frambuesa . Además, añade un puñado de frambuesas y un chorrito de ron y déjalo hervir durante unos minutos. Una vez el pan brioche está bien empapado, déjalo reposar en una rejilla durante otros 10 minutos , 5 minutos por cada lado, para que el exceso caiga hacia abajo y los jugos de la superficie calen hasta el centro del pan. «Lo que tenemos que lograr es que en el centro se quede igual de jugosa que por los costados», señala el chef. Después, vierte unos dados de mantequilla en la sartén hasta que se deshagan y adquieran temperatura y mete entonces el pan con delicadeza hasta que coja un color dorado por todos sus lados . A medida que van pasando los minutos, y debido a que la mantequilla va cogiendo temperatura, baja el fuego para que se adhiera todo bien sin quemarse. Una vez dorada por los seis lados, saca la torrija de la sartén y ralla chocolate encima. Después, vuelve a meter la torrija en la sartén para que se caramelice el chocolate. Cuando se ha adherido, sácala y llega el momento de poner la salsa de miel y frambuesa por encima para poder disfrutar de todo su sabor.
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