Cinco escapadas buenas, bonitas y baratas para este puente de mayo

¿Unos días libres y muchas ganas de cambiar de aires sin dejarte medio sueldo? Aquí van algunos destinos que lo tienen todo: encanto, buen precio y planazo asegurado.

Abr 24, 2025 - 07:40
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Cinco escapadas buenas, bonitas y baratas para este puente de mayo

Después de meses de rutina y una Semana Santa pasada por agua, el puente de mayo llega como ese pequeño salvavidas que invita a hacer las maletas y salir a descubrir algo nuevo. No hace falta irse lejos ni gastar una fortuna para desconectar y vivir una escapada memorable. Si todavía no sabes por donde tirar, aquí tienes varias ideas perfectas para aprovechar estos días festivos sin complicarte mucho.

Potes

Cantabria es una apuesta segura y esta pequeña localidad situada en el corazón del valle de Liébana es una de las mejores opciones. Rodeado de montañas, bosques y ríos, este pueblo lo tiene todo para desconectar sin gastar mucho: la oferta de alojamiento es amplia, lo que ayuda a mantener precios razonables, y casi todas las actividades giran en torno a la naturaleza —senderismo, mojarse los pies en el río o descubrir pequeños pueblos con mucho encanto—, y eso, por suerte, sigue siendo gratis.

Además, aquí se come bien y abundante y es que los del norte les gustan las raciones grandes y contundentes. ¿Su especialidad? El cocido lebaniego, un homenaje que hay que darse antes de que llegue el calor del verano y se retire de muchas cartas.

Málaga

Antes de que empiece la temporada alta y los precios se disparen, los alrededores de Málaga son uno de esos destinos de costa donde aún puedes encontrar buenas ofertas. Su localización es perfecta para disfrutar de unos días de sol y mar, pero también para callejear por una ciudad con muchísimo que ofrecer.

Además de su clima envidiable, Málaga presume de una oferta cultural que no deja de crecer: el Museo Picasso, el Centre Pompidou, el Carmen Thyssen o la Alcazaba son solo algunas de las visitas que puedes hacer sin alejarte del centro. Y si a eso le sumas su buen ambiente, los espetos en la playa y el tapeo del centro histórico, tienes un planazo redondo para un puente que combina mar, cultura y buen rollo.

Lisboa

Si necesitas cambiar de aires y el cuerpo te pide salir al extranjero, Portugal es la opción ideal. Si vives en la parte oeste, es posible llegar incluso en coche, por lo que no hay necesidad de planificar con tanto tiempo y comprar unos billetes de avión.

Lisboa es una ciudad con alma, con ese aire encantador que engancha desde el primer paseo. Puedes recorrer sus barrios más emblemáticos —como Alfama o Bairro Alto—, subir su mítico tranvía hasta el castillo, hacer una ruta por sus muchos miradores o disfrutar de su gastronomía, desde el primer plato hasta el postre. Comer bien es fácil, desde una bifana a pie de calle hasta un bacalao à brás en cualquier restaurante.

Cerdeña

Puede sonar a destino de lujo, pero en primavera y justo antes de la temporada alta, Cerdeña es mucho más accesible de lo que imaginas. Los vuelos desde muchas ciudades españolas están bastante baratos estos días gracias a las compañías low cost y eso permite organizar una escapada mediterránea sin que se dispare el presupuesto.

La isla italiana es un paraíso de calas escondidas, pueblos tranquilos y carreteras panorámicas que invitan a recorrerla sin prisa. La zona norte, con lugares como Alghero o La Maddalena, mezcla lo salvaje con lo sofisticado, y en el sur, Cagliari ofrece playas urbanas, ruinas romanas y una vida local animada sin agobios. Si estiras el puente y alquilas coche, te podrás mover un poco y disfrutar de unas vacaciones de esas que no se olvidan con buena comida, naturaleza espectacular y mar cristalino incluido.

Milán

Siempre hay vuelos económicos a Milán, lo que la convierte en una de las puertas de entrada más prácticas —y con más posibilidades— para una escapada a Italia. La propia ciudad ofrece planes para todos los gustos: desde una visita al Duomo y su espectacular terraza, hasta una tarde de compras, museos o aperitivos con vistas al canal en Navigli.

Pero lo mejor es que Milán funciona también como base para descubrir otros lugares cercanos: en menos de una hora puedes plantarte en Bérgamo, con su encantador casco histórico o llegar al Lago de Como, uno de los rincones más bonitos del norte del país. Si tienes más tiempo, también están al alcance el Lago Garda o incluso Verona, la ciudad de Romeo y Julieta.

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