Chuli recuerda su gol en Guimaraes: «El momento lo viví como si fuera un sueño, no parecía real»
Son muchas, muchísimas, los personas que sueñan con enfundarse al menos una vez en la vida la camiseta del Real Betis en partido oficial y poder celebrar un gol. ¿Cuántos béticos han cerrado los ojos y han disfrutado imaginándolo? Manuel Jesús Vázquez Florido (Huelva, 1991), conocido futbolísticamente como Chuli , tuvo la suerte de probar el sabor del gol como bético. Estaba llamado a ser más protagonista en el club, pero nada funcionaba como era debido en el Betis de la 13-14. No obstante, el único gol marcado por Chuli como embajador de las trece barras tuvo un eco que resuena hasta el día de hoy, en el que el Betis vuelve a visitar el Estadio Dom Afonso Henriques de Guimaraes. Chuli no fue titular aquel 7 de noviembre de 2013 en el que el Betis visitó Guimaraes por primera y última vez. Pepe Mel optó por colocar al uruguayo Braian Rodríguez como referencia en el once aunque, buscando la victoria final lo sustituyó a la hora de partido por Jorge Molina dándole después otro impulso a su equipo reemplazando a Juankar por Chuli. El punta onubense acabaría resolviendo el partido en el descuento anotando su primer y único gol como bético. Terminaría siendo relevante ese tanto para que el Betis superara la fase de grupos de la Europa League, pero la efímera gloria juega malas pasadas y Chuli reconoce hoy que casi todo lo que recuerda de aquel tanto lo hace a través de las imágenes o los vídeos que se conservan de aquella noche. « Fue un día tan idílico que el momento lo vives como si fuera un sueño, no te parece real . Sí que es verdad que lo disfruté muchísimo, pero f ui más consciente con el paso de los días cuando vi imágenes o, en frío, analizamos el partido. Esas son las imágenes que recuerdo», confiesa a ABC el hoy futbolista del Orihuela de 2ª RFEF. «Recuerdo que la afición de ellos era una afición que apretaba. Nos cogió un día que llovió muchísimo. El clima es parecido al de Galicia por ser el norte de Portugal. Hubo una especie de incidente con los aficionados nuestros. Era un equipo bastante duro que iba al duelo y supongo que ahora será diferente, pero es lo que recuerdo de aquella época», rememora el delantero que disputó como bético 26 partidos oficiales. No pudo jugar Chuli con el Betis en la mejor etapa posible para el club. De hecho aquella misma campaña 13-14 en la que se dio el citado Vitoria Guimaraes-Betis, el club verdiblanco acabó descendiendo a Segunda división con apenas 25 puntos. Chuli recuerda aquel curso con frustración y rabia: « Era raro hasta para nosotros . En Europa siempre hacíamos buenos partidos, ganamos y pasamos de grupo y en Liga no sabíamos ni nosotros lo que pasaba . Fue un cúmulo de cosas. Nos faltaba Rubén Castro en el primer tercio de la temporada, que eso para nosotros era muy importante. Cuando no te empiezan a salir las cosas y vas a la desesperada... hubo cambio de entrenador, de presidente, institucionalmente hubo muchos cambios y nada de lo que iba ocurriendo nos terminaba de ayudar , y nosotros no fuimos capaces o no tuvimos la capacidad de darle la vuelta a eso». En cualquier caso, Chuli reconoce que se lleva para toda la vida la experiencia de jugar competición europea con el Betis, algo que «acabaré contando a mis nietos». «Fue en la competición en la que más intervine yo. Jugué casi todos los partidos de Europa League y jugar por ejemplo contra el Olympique de Lyon de Samuel Umtiti en el Benito Villamarín para mí fue como un sueño », señala el futbolista que ya ha recorrido el camino en Guimaraes que hoy espera emprender el Betis. «Como bien sabes, no es imposible ganar en Guimaraes, y la prueba está en ese único gol que hice con el Betis» , advierte con una sonrisa. A sus 34 años , Chuli vislumbra el final de su carrera mientras disfruta del fútbol en Orihuela celebrando sus últimos goles. Con su corazón dividido entre el Recre y el Betis, aunque descarta ser entrenador en un futuro, espera seguir ligado al fútbol cuando cuelgue las botas y no esconde que le gustaría volver a trabajar en la ciudad deportiva del Betis porque, según señala con gracia, «el que le diga que no al Betis, es para pegarle» .
Son muchas, muchísimas, los personas que sueñan con enfundarse al menos una vez en la vida la camiseta del Real Betis en partido oficial y poder celebrar un gol. ¿Cuántos béticos han cerrado los ojos y han disfrutado imaginándolo? Manuel Jesús Vázquez Florido (Huelva, 1991), conocido futbolísticamente como Chuli , tuvo la suerte de probar el sabor del gol como bético. Estaba llamado a ser más protagonista en el club, pero nada funcionaba como era debido en el Betis de la 13-14. No obstante, el único gol marcado por Chuli como embajador de las trece barras tuvo un eco que resuena hasta el día de hoy, en el que el Betis vuelve a visitar el Estadio Dom Afonso Henriques de Guimaraes. Chuli no fue titular aquel 7 de noviembre de 2013 en el que el Betis visitó Guimaraes por primera y última vez. Pepe Mel optó por colocar al uruguayo Braian Rodríguez como referencia en el once aunque, buscando la victoria final lo sustituyó a la hora de partido por Jorge Molina dándole después otro impulso a su equipo reemplazando a Juankar por Chuli. El punta onubense acabaría resolviendo el partido en el descuento anotando su primer y único gol como bético. Terminaría siendo relevante ese tanto para que el Betis superara la fase de grupos de la Europa League, pero la efímera gloria juega malas pasadas y Chuli reconoce hoy que casi todo lo que recuerda de aquel tanto lo hace a través de las imágenes o los vídeos que se conservan de aquella noche. « Fue un día tan idílico que el momento lo vives como si fuera un sueño, no te parece real . Sí que es verdad que lo disfruté muchísimo, pero f ui más consciente con el paso de los días cuando vi imágenes o, en frío, analizamos el partido. Esas son las imágenes que recuerdo», confiesa a ABC el hoy futbolista del Orihuela de 2ª RFEF. «Recuerdo que la afición de ellos era una afición que apretaba. Nos cogió un día que llovió muchísimo. El clima es parecido al de Galicia por ser el norte de Portugal. Hubo una especie de incidente con los aficionados nuestros. Era un equipo bastante duro que iba al duelo y supongo que ahora será diferente, pero es lo que recuerdo de aquella época», rememora el delantero que disputó como bético 26 partidos oficiales. No pudo jugar Chuli con el Betis en la mejor etapa posible para el club. De hecho aquella misma campaña 13-14 en la que se dio el citado Vitoria Guimaraes-Betis, el club verdiblanco acabó descendiendo a Segunda división con apenas 25 puntos. Chuli recuerda aquel curso con frustración y rabia: « Era raro hasta para nosotros . En Europa siempre hacíamos buenos partidos, ganamos y pasamos de grupo y en Liga no sabíamos ni nosotros lo que pasaba . Fue un cúmulo de cosas. Nos faltaba Rubén Castro en el primer tercio de la temporada, que eso para nosotros era muy importante. Cuando no te empiezan a salir las cosas y vas a la desesperada... hubo cambio de entrenador, de presidente, institucionalmente hubo muchos cambios y nada de lo que iba ocurriendo nos terminaba de ayudar , y nosotros no fuimos capaces o no tuvimos la capacidad de darle la vuelta a eso». En cualquier caso, Chuli reconoce que se lleva para toda la vida la experiencia de jugar competición europea con el Betis, algo que «acabaré contando a mis nietos». «Fue en la competición en la que más intervine yo. Jugué casi todos los partidos de Europa League y jugar por ejemplo contra el Olympique de Lyon de Samuel Umtiti en el Benito Villamarín para mí fue como un sueño », señala el futbolista que ya ha recorrido el camino en Guimaraes que hoy espera emprender el Betis. «Como bien sabes, no es imposible ganar en Guimaraes, y la prueba está en ese único gol que hice con el Betis» , advierte con una sonrisa. A sus 34 años , Chuli vislumbra el final de su carrera mientras disfruta del fútbol en Orihuela celebrando sus últimos goles. Con su corazón dividido entre el Recre y el Betis, aunque descarta ser entrenador en un futuro, espera seguir ligado al fútbol cuando cuelgue las botas y no esconde que le gustaría volver a trabajar en la ciudad deportiva del Betis porque, según señala con gracia, «el que le diga que no al Betis, es para pegarle» .
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