Cuando la familia de Hilda Tello se aprestaba a recordar el primer mes del brutal crimen de la madre de seis hijos, que murió cuando un motochorro disparó contra un colectivo que le impidió robar un auto, la policía bonaerense informó que detuvo a “Pechuguita” un peligroso delincuente de tan solo 18 años a quien acusan de haber efectuado los disparos contra la línea 174 en San Justo, partido de La Matanza.

La captura del joven delincuente ocurrió en el barrio Salamanca, en la localidad matancera de González Catán, y fue gracias al análisis de las cámaras de seguridad que permitió a los investigadores analizar el recorrido previo y posterior al crimen ocurrido en la esquina de Coronel Lynch y Libertador General San Martín, en el barrio San Nicolás, de San Justo.

Al igual que muchos jóvenes de la zona, incluido el que manejaba la moto en la que iba el presunto asesino, “Pechuguita” contaba con antecedentes penales que incluyen: resistencia a la autoridad, amenazas coactivas agravadas y un pedido de captura internacional vinculado a una causa por coacción agravada.

En tanto, su cómplice aún continúa preso y, según creen los investigadores, se trata de un joven que reside en La Tablada, partido de La Matanza, y que a mediados del año pasado había sido detenido acusado de un homicidio cometido con un arma de fuego. Sin embargo, estaba en las calles porque se le otorgó la libertad condicional. Ahora, lo buscan por un segundo crimen, el de la madre de tan solo 45 años que murió delante de su hija de 8 años que iba sentada en el asiento de al lado, recibió un disparo y se salvó de milagro.

Un crimen que conmovió

La mujer viajaba en un colectivo cuando fue asesinada por uno de los dos ladrones que desde una moto disparó contra la unidad de la línea 174, en represalia porque el chofer intentó cortarles el paso cuando asaltaban a un vecino.

El sangriento episodio ocurrió minutos después del mediodía del 15 de enero en la esquina de Coronel Lynch y Libertador General San Martín, en el barrio San Nicolás, de San Justo, partido de La Matanza. También fue baleada una de las niñas que viajaban con la víctima.

Según relataron los vecinos, cuando el chofer del interno 623 les tiró el colectivo encima en el momento en que intentaban robarle a una persona que estaba lavando su auto en la vereda, en Coronel Lynch al 2814, la moto aceleró y, ya en marcha, el ladrón que iba como acompañante, que sería “Pechuguita”, disparó tres tiros hacia atrás contra la unidad de la línea 174.

Uno de los proyectiles alcanzó a Hilda Tello, de 45 años, mientras que su hija, de 8 fue herida y llevada a una clínica privada situada a dos cuadras del lugar del ataque.

En tanto, la amiga de la hija de la víctima, que viajaba con ellas, de 9 años, resultó ilesa.

“Venía de hacerle un trámite a mi abuela, viajando al lado de la chica y de sus hijas, ya que nos encontrábamos en la última fila del colectivo donde hay cinco asientos. Fueron segundos, se escucharon estallidos y cuando me tiré al piso para agarrar a una de las nenas de ella por el tema del impacto de bala, vi a la víctima tendida sobre el asiento completamente desvanecida”, señaló una joven que se identificó como Tamara, pasajera del colectivo baleado por los homicidas.

La dramática escena a bordo de la unidad de la línea 174 fue descripta con una frase por esa joven testigo: “Lo que más recuerdo fue el grito de una de las hijas diciendo mamá despertate”.

Los vecinos describieron a uno de los delincuentes por el tono rubio del cabello y la moto gris. Por redes sociales, los habitantes habían pedido en el barrio el aporte de imágenes de cámaras de seguridad para reconstruir el recorrido de los autores del homicidio.

La investigación quedó a cargo del fiscal Adrián Arribas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) especializada en homicidios de La Matanza.

“Todos dos los días hay robos”

Tras el crimen, los vecinos del barrio San Nicolás relataron la pesadilla que viven todos los días respecto a la inseguridad que reina en la zona.

“En este barrio es usual que pasen este tipo de cosas, motochorros y ataques piraña. Mayormente, roban en moto. A mi familia le robaron el auto a mano armada. Acá no importa la hora [para los ladrones]. Además, se ve muy poco a la policía”, sostuvo Luana Pérez, una vecina, en diálogo con LN+.

Otro vecino, Gustavo, afirmó: “Todos los días hay robos, a un vecino, a otro. Todo el tiempo robos”.

Por su parte, Federico, sumó: “No hay nadie normalmente. No sé si no hay patrulleros o qué. Acá es habitual”.

Luego, recordó otro robo el viernes en la misma zona y que la víctima fue un joven. “Venía con la moto de trabajar y acá, a dos cuadras, le robaron la moto. A una mujer, hace tres días, cuando fue al gimnasio, le entraron a la casa. En televisión salió el caso de un chico de la pizzería que le dieron un disparo en la pierna”, enumeró el vecino.