Camboya se desmarca de China y promete cancelar sus aranceles a EEUU para evitar mayores represalias
El primer ministro del país asiático remite por carta a la Administración Trump su intención de" reducir de inmediato" las tasas camboyanas sobre los bienes estadounidenses a cambio de que reduzca las nuevas tasas.

Camboya y Vietnam, que se enfrentan a los aranceles más altos impuesto por Estados Unidos a las economías asiáticas entablan conversaciones con la Administración Trump para evitar que no les apliquen el gravamen del 49 y el 46% a cambio de reducir sus propios aranceles sobre productos importados estadounidenses. A través de una carta firmada por primer ministro de Camboya, Hun Manet, su gobierno asegura "estar comprometido a promover las importaciones de productos estadounidenses mediante una reducción inmediata" de los aranceles camboyanos sobre una veintena de categorías de bienes estadounidenses. En el caso de Vietnam, ha sido el propio Donald Trump, quien ha reconocido en sus redes haber tenido "una llamada muy productiva" con el Gobierno del país asiático, que se ha ofrecido a "reducir sus aranceles a cero".
Según la mencionada carta, esas tasas se reducirán del 35% al 5%, aunque no se especificaron los productos afectados. En la misiva, Camboya solicita iniciar conversaciones comerciales con EE.UU. "en el momento más conveniente posible" y reclama a Trump que retrase la entrada en vigor del arancel sobre las exportaciones camboyanas, prevista para el 9 de abril.
Se da la circunstancia de que Camboya se encuentra entre los países más pobres que corren un riesgo especial frente a las amplias medidas proteccionistas anunciadas esta semana por EE.UU. El país depende en gran medida de las exportaciones de ropa y calzado, que representan una parte significativa de los 13.000 millones de dólares en comercio bilateral entre EE.UU. y Camboya el año pasado. De ese total, solo unos 320 millones correspondieron a importaciones camboyanas desde EE.UU.
Con esta iniciativa, Camboya se desmarca por completo de la reacción protagonizada por la mayor economía asiática, China. El gigante asiático ha apostado por contraatacar con un 'peaje' del 34% a todas las importaciones procedentes de Estados Unidos a partir del 10 de abril. El líder chino, Xi Jinping confirmaba este viernes su amenaza con un arancel recíproco al planteado para su país desde la Casa Blanca, que ya acumula un muro del 54% para las importaciones de productos chinos.
Otros países asiáticos están evaluando su estrategia. En Malasia, donde el arancel impuesto asciende al 24%, el primer ministro Anwar Ibrahim ha publicado en sus redes que mantuvo conversaciones el viernes por la mañana con otros miembros del bloque regional ASEAN "para intercambiar puntos de vista y coordinar una respuesta colectiva".