Se acabaron los experimentos. O al menos en su mayoría, porque la
Champions League recobra el sentido y el formato más parecido al anterior después de que ayer se pusiera punto y final a una ronda de playoff emocionante, pero sin sorpresas. Porque la derrota del
Manchester City ante el
Real Madrid no era más que la crónica de una muerte anunciada, con el equipo de Pep Guardiola carente del sello que lo hizo campeón hace dos temporadas y en una crisis existencial que necesita arreglo urgente.
Seguir leyendo...]]>