Así es el banco vaticano: beneficios, clientes, activos, inversiones y un ex del Santander en la dirección

La entidad lleva más de una década, desde poco antes de la renuncia de Benedicto XVI y ya bajo el papado de Francisco, trabajando para dejar atrás polémicas y escándalos ('Vatileaks', la quiebra del 'Banco Ambrosiano',...).

May 5, 2025 - 06:31
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Así es el banco vaticano: beneficios, clientes, activos, inversiones y un ex del Santander en la dirección

El Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como el Banco Vaticano, fue una de las primeras preocupaciones del Papa Francisco cuando accedió al papado en 2013. El último pontífice completó la senda iniciada por su antecesor Benedicto XVI, para introducir en esta institución las mejores prácticas de gestión y transparencia de la banca internacional. Lo que se tradujo, entre otras medidas, en la firma por parte de la Santa Sede de sendos acuerdos en materia fiscal con Estados Unidos e Italia. De esta forma, la entidad lleva más de una década intentando dejar atrás polémicas y escándalos. Ahora, la institución fundada por Pio XII el 27 de junio de 1942 y cuyos orígenes remiten a la 'Comisión para las causas pías' creada por León XIII en 1887, desgrana sus principales cifras y actividades en su informe anual y, recientemente, incorporó una mujer su Consejo de Superintendencia: la abogada filipina Sheila Marie L. Uriarte-Tan. Comienza el 'tour' por el banco de los papas...

Comencemos por las principales cifras de la entidad, contenidas en su 'Informe Anual' cuya última versión corresponde al ejercicio de 2023 (para junio saldrá la del año siguiente): El Instituto para las Obras de Religión (IOR), presente en 112 países, registró un beneficio neto de 30,4 millones de euros. Esto es un 3,4% más que en 2022 cuando las ganancias fueron de 29,6 millones. Una circunstancia que se atribuye a los resultados más elevados de su principal línea de negocio. La entidad contaba con un patrimonio neto de 667,6 millones de euros (+15,4%) gracias a las mayores reservas y la incorporación al capital de la entidad de parte del beneficio neto de 2022.

'Reparto' de dividendos

En este contexto, con cargo al ejercicio de 2023, la Comisión de Cardenales que supervisa al Instituto avaló un dividendo de 13,6 millones de euros, que se destinó a las obras impulsadas por el Papa y la caridad. En este capítulo, el 'Informe Anual' de la IOR asegura que las decisiones sobre las cifras y destinatarios de las donaciones son siempre "colegiadas" entre los purpurados que estan a cargo de la entidad y el Comité de Caridad formado por gestores y empleados de la institución.

El Instituto para las Obras de Religión (IOR) registró en 2023, último año con datos disponibles, un beneficio neto de 30,4 millones de euros. Esto es un 3,4% más que en 2022 cuando ganó 29,6 millones.

A nivel global, la banca vaticana, gestionaba 5.400 millones de euros en activos a 31 de diciembre de 2023: del total, 1.601 millones eran depósitos de clientes, mientras que 2.951 millones correspondían activos bajo gestión y los restantes 837 millones eran bienes o derechos en custodia. La entidad asegura en su reporte anual que su actividad contempla los principios éticos católicos, en concreto, sus estrategias de inversión están alineadas con la Doctrina Social de la Iglesia y solo invierte en compañías que respetan estos postulados.

¿Paga impuestos la banca vaticana?

Como se apunta en el reporte anual, el Instituto no previó en sus cuentas de 2023 ninguna provisión para el abono de impuestos ya que "no hay tasa sobre las ganancias operativas en la Ciudad del Vaticano". Sin embargo, en el caso de la filial que posee el IOR en Italia, esta sí está sometida a la fiscalidad del estado de este país. En esta línea, hay que recordar que en 2016 la Santa Sede e Italia firmaron un acuerdo que facilita el pago de impuestos en este país a las clientes residentes en suelo italiano. Además, desde 2015, la entidad informa a las autoridades estadounidenses de las cuentas que mantienen clientes de este país. En cualquier caso, para quienes tenga su residencia fuera de la península italiana deberán declarar sus activos en el país donde vivan, de acuerdo con la legislación local.

Los clientes: órdenes religiosas, la Curia, las diócesis..

El número de clientes del Instituto para las Obras de Religión (IOR) ascendía, a cierre de 2023, hasta los 12.361, un 3% menos que el año anterior. Un grupo variopinto extendido por 112 países. ¿Y quiénes demandan los servicios de la banca vaticana? En el Informe admiten que este "leve" descenso (de clientes) se debe a diferentes razones que van desde el cierre de cuentas por parte de seminaristas y clérigos, que regresan a sus países de origen, pasando por el incumplimiento de ciertos requisitos y la violación de "normas contractuales" relacionadas con las cuentas abiertas en la entidad.

Casi la mitad de los clientes del IOR son órdenes religiosas (congregaciones, seminarios, colegios, universidades, conventos,...), en concreto, un 48%. Le siguen, con un 28%, los departamentos de la Curia Romana, las oficinas estatales de la Santa Sede y las nunciaturas. Otro 9% lo representan las conferencias episcopales y diócesis de todo el mundo, mientras que los cardenales, obispos y clérigos apenas suponen un 7% de la clientela del banco vaticano. Los empleados de la Santa Sede solo son un 6% y el restante 2% lo representan fundaciones o entidades adscritas a la Iglesia Católica.

El IOR no previó para sus cuentas de 2023 ninguna provisión para impuestos: "No hay tasa sobre las ganancias operativas en la Ciudad del Vaticano", afirma su Informe anual

Dos ex de Banco Santander y la primera mujer

El IOR tiene una compleja gobernanza, que incluye diferentes niveles: En la cúspide se encuentra la Autoridad de Supervisión e Información Financiera (ASIF, en sus siglas en inglés) del Vaticano, seguida por la Comisión de Cardenales a cargo del IOR, que encabeza el cardenal y arzobispo de Viena Christoph Schönborn. Este grupo de 5 cardenales, del que también forma parte el 'papable' filipino Luis Antonio Tagle, nombra un prelado por un quinquenio para supervisar 'in situ' a la institución.

A lo que se añade el Consejo de Superintendencia, de 7 miembros, y que cuenta con dos ex altos ejecutivos del Banco Santander: el español Javier Marín Romano, que fue consejero delegado de la entidad entre 2013 y finales de 2014 ocupando en la actualidad la misma reponsabilidad en Singular Bank, y el abogado chileno Mauricio Larraín Garcés quien asumió responsabilidades de alto nivel en Santander Chile durante 25 años. A lo que también se añade, la incorporación el pasado 4 de febrero, de la abogada filipina Sheila Marie L. Uriarte-Tan vinculada al consejo económico de la Diócesis de Manila (Filipinas) y con una amplia experiencia en compañías como BPI Asset Management & Trust Corporation. Otro 'techo de cristal' roto por Francisco.

Entre los 7 miembros del Consejo de Superintendencia destacan dos exaltos cargos de Banco Santander: el español Javier Marín Romano, exCEO de la entidad entre 2013 y 2014, y el chileno Mauricio Larraín Garcés

Como máximos gestores del 'día a día' del banco vaticano se encuentra el director general, que es nombrado por el Consejo de Superintendencia con el visto bueno de la Comisión de Cardenales, y que ocupa desde noviembre de 2015 el italiano Gian Franco Mammi. Nombrado por periodos de 5 años, a los 70 años debe jubilarse y cesar obligatoriamente. De igual modo, como otras instituciones financieras, cuenta con un auditor externo que desde 2019 es la consultora internacional Flavis Mazars.