Así era el ‘rostro humano’ más antiguo de Europa encontrado en Atapuerca
Huesos fósiles del rostro de un ancestro hallado en Atapuerca replantean la historia humana del Pleistoceno en Europa. ¿Una nueva especie?


Se llama Pink y es de Burgos. En realidad, vivió en lo que hoy es Atapuerca hace entre 1,1 y 1,4 millones de años. De él o ella sabemos relativamente poco. Pero el hallazgo de los restos óseos de un tercio del rostro de Pink nos coloca ante algo revelador que cambia parte de la prehistoria de los humanos en Europa occidental. Estamos ante uno de los rostros más antiguos de un homínido. Nuestros ancestros humanos llegaron al continente antes de lo pensado.
- La investigación: La paleontóloga Rosa Huguet (IPHES-CERCA) y sus colegas han analizado durante dos años los restos del maxilar y el hueso cigomático izquierdo (que une mandíbula y zona de oreja) de un adulto hallado en la Sima del Elefante. Los fragmentos (denominados colectivamente ATE7-1) se encontraron a dos metros más de profundidad de otros muy a antiguos. Esto sugiere que estamos ante parte del rostro del homínido más antiguo de Europa occidental.
- Dos años tras el hallazgo: Estos restos fueron encontrados en junio de 2022 por el entonces doctorando Édgar Téllez, que se lo contó de inmediato a Huguet. Entonces, la investigadora reconoce que se le cambió la cara. Aquello era algo importante. “Después de dos años de investigación –señala Huguet–, publicamos ahora en Nature este estudio que introduce un nuevo actor en la historia de la evolución humana: Homo affinis erectus. Por tanto, el primer homínido en poblar Europa occidental no fue el Homo antecesor“, como se creía.
- Por qué es importante: Este primer rostro de una especie humana reescribe parte de nuestra historia. Aunque antiguo, esto no es exactamente un Homo erectus. Sugiere que Europa occidental estuvo poblada por al menos dos especies de Homo durante Pleistoceno temprano: H. ergaster, de origen africano, y más tarde el H. antecessor (el emblemático primer gran descubrimiento de Atapuerca, presentado en 1997). “Esto es relevante –precisa el catedrático José Yravedra Sainz de los Terreros (UCM) en el SMC de España–, porque antes de este descubrimiento los restos humanos encontrados en Europa en cronologías anteriores al millón de año no tenían una identificación taxonómica precisa”. Estos debieron de ser los fundadores de las poblaciones más numerosas y permanentes.
Contexto:
– El asentamiento más antiguo está (por ahora) en Rumanía. Durante el proceso de publicación de este tra bajo, salieron datos sobre el yacimiento de Grăunceanu (Rumanía) que eleva la edad del primer poblamiento humano de Europa a casi 2 millones de años de antigüedad. Allí no encontraron restos humanos, pero sí la huella dejada por ellos en cortes y marcas aparentemente hechas con herramientas.
– Hay otro rostro en Atapuerca Hay otra faz conocida, que apareció en la Gran Dolina; perteneció a una chica de entre 9 y 11 años de edad. Sus rasgos difieren de los adultos.
¿Cómo debió ser el rostro delhumano más antiguo de Atapuerca?
Los autores observan que los fragmentos óseos de homínidos carecen de rasgos modernos propios del
Homo antecessor. Por lo tanto, los han clasificado provisionalmente como de Homo affinis erectus, con ciertas cercanías al Homo ergaster (el erectus africano).
- Un Burgos boscoso y menos frío hace 1,4 Ma: La recuperación de restos de herramientas de piedra y huesos de animales con marcas de corte dan pistas del entorno en el que vivió este homínido y su estilo de vida: “Un paisaje boscoso húmedo con cursos de agua […] condiciones climáticas más templadas que las actuales”.
La directora del CENIEH María Martinón-Torres cree considera a estas poblaciones ”como instantáneas de migraciones esporádicas a Europa”. Llegaron cuando el clima lo permitió, “pero quizás no fueron asentamientos estables”. A su modo de ver, Pink parece derivar de los primeros homínidos de África y ocupa un espacio evolutivo intermedio, “clave para entender la dispersión humana”.
¿Estamos ante una nueva especie?
Señala el coautor José María Bermúdez de Castro que “la comparación con fósiles africanos y asiáticos muestra afinidades con Homo erectus, pero también diferencias significativas”. Para el paleoantropólogo, esto abre la posibilidad de una nueva especie”.
El director del ProyectORCE Juan Manuel Jiménez Arenas (Universidad de Granada) –que no ha participado en este estudio– destaca que “los humanos hemos sido y seguimos siendo tremendamente variables. Y todos ellos se reflejan en la morfología de los escasos fósiles que estudiamos. Por eso, y bajo mi punto de vista, hay que ser tremendamente cautos cuando nombramos una nueva especie. En este caso se ha optado por la prudencia”. Fuentes
- Estudio de Huguet et al. en ‘Nature’, 2025
- Rosa Huguet (URV)
- María Martinón-Torres (CENIEH)
- José María Bermúdez de Castro (CENIEH)
- Juan Manuel Jiménez Arenas (UGR)
- José Yravedra Sainz de los Terreros (UCM)