Alerta meteorológica por lluvias en Bahía Blanca: lo que más genera temor y la única cuota de positividad
Después de 10 días, la ciudad se prepara para un primer reencuentro con tormentas; a la tarde no habrá transporte público ni clases

BAHÍA BLANCA.– Después de 10 días, de tanta agua corrida, de tanto daño provocado y tanto que aún se trabaja para acondicionar cada casa, comercio y empresa impactada por la inundación, esta ciudad se prepara para un primer reencuentro con la lluvia, protagonista en una intensidad inédita de un temporal afectó a casi 70% de su población y dejó 16 muertos y dos niñas todavía desaparecidas.
El alerta amarillo que el Servicio Meteorológico Nacional anunció ayer, a última ahora, provoca preocupación en esta instancia en que hay tanto destrozo por terminar de resolver.
Frente a este cuadro, previendo que las precipitaciones puedan tener un nivel importante, desde el municipio tomaron medidas y anticiparon que el servicio de transporte público de pasajeros, que funciona parcialmente desde mediados de esta semana, dejará de circular a partir de las 14, hora prevista para los primeros chaparrones.
A la par se dispuso suspender la actividad escolar del turno tarde en las pocas escuelas que están en funcionamiento desde el cierre del pasado fin de semana, cuando se volvieron a abrir establecimientos en un intento de avanzar hacia la pretendida pero todavía muy lejana normalidad del servicio.
“Transmitimos calma a la población y aclaramos que la medida de suspensión de actividades se fundamenta en la restricción de circulación, teniendo en cuenta las condiciones de algunos caminos que aún están endebles y que el sistema de drenaje no se recuperó en su totalidad”, precisaron desde el municipio.
Este alerta meteorológico alcanza a buena parte oeste y sudoeste de la provincia de Buenos Aires, incluido el frente marítimo que se extiende desde Necochea hasta Bahía Blanca. Se anuncian lluvias aisladas que podrían alcanzar hasta los 40 milímetros, fuertes ráfagas de viento e incluso la posibilidad de granizo, otro fenómeno climático que hace unas pocas semanas también dejó un muy mal recuerdo a los bahienses, con abundantes daños en automóviles, viviendas y otras instalaciones.
Se había advertido entre los vecinos afectados por este ultimo temporal, con casi 400 mm de lluvia que elevaron la acumulación de agua hasta más de un 1,5 metros promedio en la ciudad cabecera y localidades vecinas como Cerri e Ingeniero White, una tensión importante sobre lo que implicaría reencontrarse con la lluvia.
Factor psicológico
Un factor psicológico que se había insinuado ya hace unos 15 meses, cuando un temporal de viento también cruzó por buena parte de esta ciudad y provocó caída de árboles, postes y de paredes y techos de viviendas, entre ellos en el Club Bahiense del Norte, donde murieron bajo escombros 13 personas que iban a presenciar un espectáculo de patín artístico.
Este alerta meteorológico que rige para primera hora de esta tarde encuentra a la ciudad en primeros pasos de recuperación. Mayoría de vecinos volvieron a sus hogares y los están tratando de acondicionar. En casi todos los casos debieron descartar mobiliario y electrodomésticos, dañados por el agua acumulada en sus hogares.
Una vez que se logró el drenaje hacia canales y volvieron a ver los pisos de sus casas, veredas y calles se encontraron con toneladas de barro, sedimento arrastrado y depositado por esos torrentes que corrían con la fuerza de un río.
Por estos días, además de la labor con maquinarias para retirar los muebles descartados y parte de esa tierra acumulada, los propios vecinos han conformado cuadrillas en sus cuadras para limpiar las cunetas y permitir mejor escurrimiento cuando el agua regrese, como se podría dar hoy nuevamente.
La lluvia, con el temor que ahora genera tras esa irrupción destructiva que tuvo hace unos días, tiene de todos modos una cuota de positividad. En la ciudad se espera e incluso desean que caigan unas pocas cuantas gotas, las suficientes como para apelmazar el polvillo que hoy domina las calles durante estos días de buen tiempo.
Se está respirando esa tierra en el aire, tanto que muchas de las imágenes que se ven en las calles son un deja vú de la pandemia: se volvieron a usar barbijos, porque el ambiente está viciado de esas partículas de tierra en suspensión, en particular por el tránsito vehicular que mueve y despide todo lo que está depositado sobre las calles.
En tal sentido, también desde el municipio, se ha recomendado a la comunidad –al igual que en aquellos tiempos de convivencia con coronavirus– un mayor cuidado en términos de higiene, lavado de manos y la utilización de protecciones para no inhalar ese polvillo, en muchos casos en contacto con agua mezclada son otros elementos que brotaron desde profundidades.