Actividad económica en máximos de la era Milei: ¿cómo impacta el nuevo dólar?
La flotación cambiaria podría tener efectos sobre el plano productivo. El incentivo a la producción, la duda por las importaciones y el efecto sectorial.

La actividad económica en febrero subió un 5,7% interanual y un 0,8% contra enero, lo que le deja un crecimiento de 6,2% en el primer bimestre de 2025.
"Es el nivel más alto en la serie desestacionalizada desde junio de 2022 y con la tendencia-ciclo creciendo por onceavo mes consecutivo", celebró el ministro de Economía, Luis Caputo. IMPORTANTE! %uD83C%uDDE6%uD83C%uDDF7%uD83C%uDDE6%uD83C%uDDF7%uD83C%uDDE6%uD83C%uDDF7EMAE feb-25Variación mensual: +0,8% s.e.Variación interanual: +5,7%Nivel más alto en la serie desestacionalizada desde jun-22Tendencia-ciclo creciendo por onceavo mes consecutivo. pic.twitter.com/GVuioJoBM8— totocaputo (@LuisCaputoAR) April 22, 2025
La variación del segundo mes del año fue ligeramente inferior a la de enero. Sin embargo, desde fines de 2022 que la actividad no sumaba dos meses seguidos de subas interanuales.
El rebote estuvo explicado por la recaudación de impuestos (11,2% interanual, aunque fueron lo que más pesó en la suba), la recuperación de la intermediación financiera (30,2%), el comercio (7,4%) y la industria (5%).
Las ramas que cayeron fueron servicios sociales y de salud (-0,5%), hoteles y restaurantes (-1,4%), administración pública (-1,2%) y otras actividades (-2,6%).
Hacia adelante, los primeros datos de marzo mostraron un gran dinamismo en patentamientos de autos y motos, créditos al sector privado y la liquidación del agro. Con menor éxito, aunque también en terreno positivo, se desempeñaron el índice construya, las ventas minoristas y la recaudación. Hasta ahora, la única caída de marzo la registró la producción de autos (-3,7% interanual).
"De cara al resto del año se proyecta una continuidad del proceso de recuperación económica, aunque con velocidades diferenciadas entre sectores. Se espera que ramas como el agro y la minería mantengan un ritmo de crecimiento superior al de aquellas actividades que resultaron más afectadas en 2024. En este contexto, estimamos que el PBI crecería a una tasa cercana al 5% anual en 2025", señalaron desde Invecq, en línea con la proyección del FMI, que ratificó un crecimiento del 5,5%.
El nuevo esquema cambiario anunciado el 11 de abril supone desafíos para el plano productivo. Agustín Etchebarne, director de Libertad y Progreso, planteó: "Con un peso fortalecido y sin emisión monetaria, la economía argentina experimentará una presión natural a la baja de los precios. Sin embargo, al tratarse de una economía rígida, con elevada carga impositiva, regulaciones excesivas y mercados poco flexibles, esa presión deflacionaria generará fuertes tensiones en el sector productivo".
Para Invecq, no debe menospreciarse el efecto que puede tener sobre la actividad un tipo de cambio real que, "de seguir bajando, se situaría en niveles de la Convertibilidad", aunque sostienen que hay diferencias con los 90 en materia tributaria, logística y de regulaciones.
Cómo pega en los sectores
Guido Zack, director de Economía en Fundar, subrayó que el efecto de la salida del cepo debe separarse en corto, mediano y largo plazo.
En una primera instancia, resta ver cuál será el impacto en precios. "Que se haya contenido el dólar implica que en mayo estaríamos viendo una inflación menor que la de abril", explicó Zack. El efecto en precios tendrá un correlato directo con el nivel de actividad en el mediano y largo plazo.
A nivel general, para el mediano plazo (junio en adelante), podría haber un efecto expansivo con este nivel de tipo de cambio, mientras que en el largo (post elecciones), el precio del dólar "no será sostenible" e impactará en inflación y actividad.
"Hay incertidumbre sobre el tipo de cambio con el que la empresa puede invertir con la expectativa de obtener una ganancia, que se verá influenciada por el dólar", agregó Zack, quien marcó que cobrarán relevancia aquellas inversiones más riesgosas que ofrecen una rentabilidad mayor.
Mientras tanto, complejiza la competencia de la producción local con las importaciones en el mercado interno, y con las exportaciones, porque el nivel de tipo de cambio influye sobre los ingresos.
A nivel interno, "hay sectores que se vuelven no competitivos, muchos son exportadores típicamente industriales, aunque también el agro empieza a tener dificultades para competir".
Los sectores que menos verían un efecto serían minería e hidrocarburos, principalmente porque tanto ganancias como costos están dolarizados.
Efecto en inversiones
Una dimensión que suma Haroldo Montagu, economista jefe de Vectorial, es que las ganancias que ofrece el esquema cambiario desalientan las inversiones en la economía real.
"El Gobierno busca llevar la cotización hacia la banda inferior, es decir $1000 o menos. En un contexto de apreciación cambiaria, con tasas de interés que rondan el 35% o 40%, es un incentivo grande al carry trade", consideró el especialista.
La pregunta que desprende a este razonamiento es: "¿Cuáles son los rendimientos que debería tener una inversión en la economía real para igual la tasa de apreciación más intereses que ofrece el mercado? ¿Por qué un inversor hundiría capital cuando tiene asegurado un 40% de rendimiento por invertir en dólares?".
En síntesis, Montagu considera que el esquema es perjudicial para la actividad económica por el carry trade, junto al aumento de las importaciones y el desaliento en la producción local de bienes, y su consecuente efecto en actividad, empleo e ingresos. "La duda es en qué tiempo se va a producir esto", concluyó.