Abusos sexuales, terapias sanadoras y un líder muerto en la cárcel: arranca el juicio contra la secta de Vistabella
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón celebra a partir de este martes 22 de abril y hasta el próximo viernes 25 el juicio contra los miembros de la secta destructiva instalada en un chalé de la localidad castellonense de Vistabella del Maestrat, cuyo grupo comenzó a operar en 1990. Los procesados están acusados de nueve delitos de abuso sexual. De acuerdo con la información facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), cinco mujeres y un hombre se sentarán en el banquillo de los acusados por nueve delitos de abuso sexual, seis de ellos a menor de edad, y un delito de asociación ilícita a los que la Fiscalía acusa de formar parte de un grupo pseudorreligioso y sectario organizado en torno a la figura de un líder, ya fallecido, que ofrecía y sometía a sus miembros a terapias supuestamente sanadoras basadas en ritos sexuales. El grupo comenzó a operar en el año 1990 en Castellón, pero con el tiempo y ante el considerable aumento de sus miembros se trasladó al municipio Vistabella del Maestrat , donde se consolidó la comunidad en un inmueble de 700 metros cuadrados. Allí, según la Fiscalía, residían, temporal o permanentemente, los seguidores de la secta junto a sus familias. El ministerio público sostiene que los procesados fueron «piezas esenciales» para los encuentros sexuales del líder -al que consideraban un «enviado de Dios con poderes curatorios»- con las menores de edad, que provocaban e incluso llegaban a presenciar los acusados. La Fiscalía solicita penas que oscilan entre los 16 y los 76 años de prisión. El desmantelamiento de la secta, instalada en una masía, tuvo lugar el pasado mes de marzo de 2022. Conforme informó entonces ABC , la investigación se inició un año antes tras una denuncia ciudadana. Durante el registro, los agentes hallaron cámaras de vídeo y fotografía, las cuales fueron analizadas en busca de filmaciones de los presuntos abusos sexuales. También encontraron dinero en efectivo y un centenar de relojes de lujo. La masía la llamaban 'La Chaparra' , aislada y situada a cinco kilómetros de Vistabella, donde vivían varias familias con menores. El complejo tiene piscina y huerto, donde el grupo cultivaba sus alimentos. «Estamos en shock. La gente que vivía allí formaba parte como de una comunidad y eran alternativos, pero nunca han ocasionado ningún problema y tampoco había grandes movimientos de coches ni ninguna situación que nos hiciera sospechar», señaló el entonces alcalde de la localidad Jordi Alcon. Tan solo dos meses después de la detención, el líder de la secta fue hallado muerto en su celda de la cárcel Castellón I, cuyo cadáver no presentaba signos compatibles de violencia o suicidio, por lo que se creyó que se trataba de una muerte natural. El fallecido, de 64 años y autor de libros espirituales de autoyuda, se encontraba en el módulo de enfermería por sus problemas de salud, ya que tomaba medicación, usaba un andador y dormía con mascarilla de oxígeno.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón celebra a partir de este martes 22 de abril y hasta el próximo viernes 25 el juicio contra los miembros de la secta destructiva instalada en un chalé de la localidad castellonense de Vistabella del Maestrat, cuyo grupo comenzó a operar en 1990. Los procesados están acusados de nueve delitos de abuso sexual. De acuerdo con la información facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), cinco mujeres y un hombre se sentarán en el banquillo de los acusados por nueve delitos de abuso sexual, seis de ellos a menor de edad, y un delito de asociación ilícita a los que la Fiscalía acusa de formar parte de un grupo pseudorreligioso y sectario organizado en torno a la figura de un líder, ya fallecido, que ofrecía y sometía a sus miembros a terapias supuestamente sanadoras basadas en ritos sexuales. El grupo comenzó a operar en el año 1990 en Castellón, pero con el tiempo y ante el considerable aumento de sus miembros se trasladó al municipio Vistabella del Maestrat , donde se consolidó la comunidad en un inmueble de 700 metros cuadrados. Allí, según la Fiscalía, residían, temporal o permanentemente, los seguidores de la secta junto a sus familias. El ministerio público sostiene que los procesados fueron «piezas esenciales» para los encuentros sexuales del líder -al que consideraban un «enviado de Dios con poderes curatorios»- con las menores de edad, que provocaban e incluso llegaban a presenciar los acusados. La Fiscalía solicita penas que oscilan entre los 16 y los 76 años de prisión. El desmantelamiento de la secta, instalada en una masía, tuvo lugar el pasado mes de marzo de 2022. Conforme informó entonces ABC , la investigación se inició un año antes tras una denuncia ciudadana. Durante el registro, los agentes hallaron cámaras de vídeo y fotografía, las cuales fueron analizadas en busca de filmaciones de los presuntos abusos sexuales. También encontraron dinero en efectivo y un centenar de relojes de lujo. La masía la llamaban 'La Chaparra' , aislada y situada a cinco kilómetros de Vistabella, donde vivían varias familias con menores. El complejo tiene piscina y huerto, donde el grupo cultivaba sus alimentos. «Estamos en shock. La gente que vivía allí formaba parte como de una comunidad y eran alternativos, pero nunca han ocasionado ningún problema y tampoco había grandes movimientos de coches ni ninguna situación que nos hiciera sospechar», señaló el entonces alcalde de la localidad Jordi Alcon. Tan solo dos meses después de la detención, el líder de la secta fue hallado muerto en su celda de la cárcel Castellón I, cuyo cadáver no presentaba signos compatibles de violencia o suicidio, por lo que se creyó que se trataba de una muerte natural. El fallecido, de 64 años y autor de libros espirituales de autoyuda, se encontraba en el módulo de enfermería por sus problemas de salud, ya que tomaba medicación, usaba un andador y dormía con mascarilla de oxígeno.
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