26 de marzo: día de apreciación al manatí, los gigantes gentiles del agua

Hoy, 26 de marzo de 2025, es el día de apreciación al manatí, y si no tienes idea de por qué estos animales son tan especiales, prepárate para enamorarte. Estos mamíferos acuáticos, conocidos como vacas marinas, son los vecinos tranquilos del océano: lentos, amigables y clave para el medio ambiente. Hoy es el día perfecto para aprender algo nuevo y hasta hacer algo por ellos.

Manatíes, los héroes ecológicos que no sabías que necesitabas

Estos gigantes pueden pesar hasta 600 kilos y nadan a un ritmo chill que no pasa de 8 km/h, pero no te dejes engañar por su vibra relajado. Los manatíes son guardianes de los ecosistemas acuáticos: se la pasan comiendo plantas como pastos marinos (hasta 45 kilos al día) y así mantienen los canales y arrecifes limpios. En lugares como el Caribe mexicano, su masticado evita que las algas se apoderen de todo. Es como un jardinero subacuático que no pide salario, solo paz y agua tibia. Sin ellos, los mares y ríos serían un desastre verde.

¿Por qué hoy los tenemos que apreciar?

El Día de Apreciación al Manatí no es solo una fecha random; es un grito para recordar que están en peligro. La contaminación, los botes y la pérdida de hábitat los tienen contra las cuerdas. En México, los vemos en sitios como Quintana Roo o Tabasco, pero sus números bajan por choques con hélices y basura en el agua. Hoy es nuestra oportunidad de darles un aplauso y hacer ruido por su supervivencia.

¿Dónde y cómo ver manatíes en México?

Si estás cerca de la costa sureste, puedes empezar a buscarlos. Chetumal, en la Bahía de Manatí, es un spot para verlos nadar tranquilos. Hay tours ecológicos que te llevan en kayak o lancha —reserva con tiempo, porque en primavera se llenan—. También están los ríos de Tabasco, como el Usumacinta, donde con suerte los encuentras comiendo. Lleva binoculares, protector solar y cero plásticos; ellos odian la basura. Si no puedes ir, busca streams en vivo de santuarios como el de Florida (hoy muchos suben contenido especial por la fecha).

Primos lejanos de los elefantes

Sus bigotes ultrasensibles detectan vibraciones en el agua, como un radar natural, y tienen uñas en las aletas que parecen sacadas de un dinosaurio. No tienen depredadores naturales, pero su vida relax los hace vulnerables a nosotros. En un mundo acelerado, son un recordatorio de que ir despacio también tiene valor. Un dato extra: los manatíes pueden dormir bajo el agua y subir a respirar sin despertarse.

Su superpoder digestivo

Los manatíes tienen un sistema digestivo tan eficiente que podrían ser los reyes del reciclaje natural. Estos gigantes pueden pasar hasta siete horas al día comiendo plantas acuáticas, y su intestino —que mide como 40 metros— descompone todo tan bien que producen gases que los ayudan a flotar como boyas vivientes. ¡Su flatulencia es su truco para no hundirse! En lugares como los manglares de Yucatán, este proceso también fertiliza el agua, dándole vida a más plantas.

No necesitas ser biólogo marino para ayudar

Dona a santuarios como el de Xcaret o comparte un post sobre el Día del Manatí —un “salvemos a las vacas marinas” con un link a WWF ayuda—. Si estás cerca de un río o playa, recoge basura; un plástico menos puede ser un manatí a salvo. Y si compras algo hoy, evita productos con aceite de palma, su producción arrasa hábitats. Pequeñas acciones que suman.

Hoy, los manatíes se llevan el reflector, y no es para menos. Son lentos, adorables y vitales para el planeta, pero necesitan que los veamos y actuemos. Desde compartir un dato curioso hasta planear un viaje para verlos, este Día de Apreciación al Manatí es tu excusa para conectar con la naturaleza.