2.000 millones de euros en 2025: así despega el negocio del deporte femenino
Deloitte ha publicado las expectativas de ingresos y estima que aumente 470 millones respecto al 2024.

Ya es una realidad: el deporte femenino es multimillonario. Y para quien tuviese todavía dudas de la gran rentabilidad que está consiguiendo en los últimos años y el potencial que tiene de cara al futuro cercano, la firma de consultoría y auditoría Deloitte ha publicado un estudio completo que analiza todas las previsiones de cara a 2025.
Los resultados son claros y potentes: se estima que este año el deporte femenino genere 2.150 millones de euros de ingresos, sobre todo propiciado por los derechos televisivos y acuerdos comerciales. Esto supone 470 millones más que en 2024, cuando ya se superó con creces las previsiones de 1.280 millones de dólares y se llegó a los 1.880 millones.
El creciente entusiasmo de más niñas por diferentes disciplinas, alimentado por historias inspiradoras tanto dentro como fuera del terreno de juego, ha convertido al deporte femenino en un motor de transformación que está reescribiendo las reglas de la industria. Caitlin Clark, Aitana Bonmatí, Simone Biles o Mirra Andreeva no solo son referentes de las nuevas generaciones de deportistas, sino también están en el foco de las grandes marcas.
Es por nombres como los suyos que Deloitte no se detiene ahí: anticipa un salto del 240% en los ingresos del deporte femenino en los próximos cuatro años. Mientras el deporte femenino va consolidando su identidad única en el mercado, los dirigentes de las grandes compañías e instituciones públicas y privadas se enfrentan al reto de impulsar resultados inmediatos sin descuidar la construcción de un proyecto sólido y sostenible a largo plazo.
Sin embargo, a pesar de todos los beneficios que está consiguiendo la mujer en esta industria, en la lista de los 100 deportistas mejor pagados del 2024 no hay ninguna mujer. La primera de la lista femenina es la Coco Gauff, que según Forbes ingresó 34,4 millones de dólares.
Lo más destacado de esa cifra es que solo 9,4 millones los logró gracias a sus éxitos en la pista; la tenista se embolsó 25 millones de patrocinios y contratos publicitarios. Esta cantidad es mayor que el total de dinero que acumuló el año anterior en total: 23 millones de dólares entre premios y acuerdos con marcas.
Su caso es la prueba perfecta para resaltar cómo la inversión en el negocio del deporte femenino está aumentando. No solo tiene que ver con visibilidad, sino el reconocimiento de que las mujeres también son rentables en esta industria.