La NASA calibra una segunda sonda de detección de impactos para las pruebas del X-59
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Cuando se prueba un avión de última generación de la NASA, se necesitan herramientas especializadas para realizar pruebas y capturar datos, pero si esas herramientas necesitan mantenimiento, hay que esperar hasta que se reparen. A menos que tengas un respaldo. Por eso, recientemente la NASA ha calibró una nueva sonda de deteccíon de impactos para capturar datos de ondas de choque cuando el silencioso avión de investigación supersónico X-59 de la agencia inicie sus vuelos de prueba.
Cuando un avión vuela más rápido que la velocidad del sonido, produce ondas de choque que viajan a través del aire, creando fuertes estampidos sónicos. El X-59 desviará esas ondas de choque, produciendo sólo un silencioso golpe supersónico. En las últimas semanas, la NASA ha completado los vuelos de calibración de una nueva sonda de detección de impactos de campo cercano, un aparato en forma de cono que captará datos sobre las ondas de choque que generará el X-59.
Esta sonda está montada en un avión de investigación F-15D que volará muy cerca del X-59 para recopilar los datos que necesita la NASA. La nueva unidad servirá como la sonda de campo cercano principal de la NASA, con un modelo idéntico desarrollado por la NASA el año pasado actuará como reserva montada en otro F-15B.
Las dos unidades significan que el equipo del X-59 tiene una alternativa lista en caso de que la sonda principal necesite mantenimiento o reparaciones. Para pruebas de vuelo como las del X-59, donde la recopilación de datos es crucial y las operaciones giran en torno a plazos ajustados, condiciones meteorológicas y otras variables, las copias de respaldo de los equipos críticos ayudan a garantizar la continuidad, mantener los plazos y preservar la eficiencia de las operaciones.
“Si le ocurre algo a la sonda, como una falla en unsensor, no hay una solución fácil,” explica Mike Frederick, investigador principal de la sonda en el Centro de Investigación de Vuelos Armstrong de la NASA en Edwards, California. “El otro factor es el propio avión. Si uno necesita mantenimiento, no queremos retrasar los vuelos del X-59.”
Para calibrar la nueva sonda, el equipo midió las ondas de choque de un avión de investigación F/A-18 de la NASA. Los resultados preliminares indicaron que la sonda captó con éxito los cambios de presión asociados a las ondas de choque, de acuerdo con las expectativas del equipo. Frederick y su equipo ahora están revisando los datos para confirmar que se alinean con los modelos matemáticos en tierra y cumplen las normas de precisión requeridas para los vuelos X-59.
Los investigadores de la NASA en Armstrong se están preparando para vuelos adicionales con las sondas principal y de respaldo en sus aviones F-15. Cada avión volará a velocidad supersónico y recopilará datos de las ondas de choque del otro. El equipo está trabajando para validar tanto la sonda principal como la de respaldo para confirmar la redundancia total;en otras palabras, asegurarse de que tengan un respaldo fiable y listo para usar.
Artículo Traducido por: Priscila Valdez