Yasmina Khadra : «Si no frena esta locura, en tres años será peligroso hasta ir a un bar»
No vivimos en el mejor de los mundos posibles, sin duda. El escritor argelino Yasmina Khadra lo sabe. Y tiene miedo. Y no sabe lo que puede llegar a pasar. Lo que sí sabe es que como occidente no haga algo y «pare toda esta locura, las próximas guerras van a ser interminables». Ucrania, la guerra de Gaza, el auge de Trump , el escritor mira perplejo el nuevo panorama internacional. «Los gobiernos no parecen entender que el mundo musulmán puede perdonar la injusticia, pero no perdona la humillación. Si Trump se atreve a entrar en Gaza no sé lo que puede llegar a pasar», asegura. El autor de 'El atentado' aterrizó en Barcelona para recibir el Premio Carvalho, dentro del Festival BCNegre , un hecho que agradeció con humildad. «Gestos así me demuestran que no estoy sólo. En Francia parece que sólo existan escritores envidiosos y periodistas racistas. En periódicos como 'Le Monde' ya me dicen que es difícil que publiquen algo de mí si no es para dejarme mal. Y yo me tengo que recordar cada día que no me llegan ni a la suela de los zapatos. España siempre me ha acogido muy bien y reconocimientos así refuerzan mi posición», reconoce. La guerra de Gaza ha sido, en su opinión, la gota que ha colmado el vaso y ha iniciado una desestabilización a nivel mundial. «Vivimos en el horror. Hemos descubierto la inconsistencia de nuestros valores. De un día para otro, hemos visto lo fácil que es mirar a otro lado y que el poder puede permitirse cualquier atrocidad sin consecuencias. Hemos vuelto a la era del colonialismo donde los grandes poderes pueden hacer de Dios con los demás y conseguir lo que quieran, como Putin en Ucrania o Trump diciendo barbaridades sobre lo que quiere hacer con Canadá, Groenlandia o la propia Gaza», asegura Khadra. Lo que teme más son las repercusiones que esta 'impunidad' puede llegar a tener en el mundo árabe. «Matar a Saddam Hussein el primer día del Eid al-Adha ya fue visto como una provocación y una humillación por el mundo musulmán, lo que creó 3.000 nuevos terroristas . Lo que está sucediendo ahora creará 3 millones. Dentro de dos o tres años entraremos en una interminable guerra que hará que hasta ir a un bar sea considerado una aventura peligrosa», comenta. Bajo esta perspectiva, el escritor sabe que la resistencia humana es a prueba de bombas. Lo ha visto en sus propias carnes en su época en el ejército argelino y ahora como observador. «No aprendemos lo que Afganistán nos ha enseñado, que ni el armamento más sofisticado del mundo es capaz de doblegar voluntades. 50 años después de iniciar el conflicto afgano, son ellos los que han ganado. El arma más poderosa del mundo sigue siendo el hombre», señala. En este contexto, parece que el papel del escritor quede ridículo y sin verdadero significado, pero Khadra no piensa renunciar. «A veces he pensado en dejar la literatura, pero ha sido la propia literatura quien me ha dicho que no abandone, que tengo lectores que cuentan conmigo y que callar sería otorgar la victoria al caos y sus mandamases», cuenta. Su siguiente novela, que publicará Alianza editorial en septiembre, es 'Coeur-d'amande', la historia de Néstor, un hombre marcado por su enanismo y cómo necesitará todo el coraje del mundo para vencer a las múltiples adversidades que le caerán encima. «Es una novela social. Tiene el mismo espíritu que 'Cinema Paradiso' y nos habla de la necesidad de tener una comunidad fuerte, de la potencia de la solidaridad y del verdadero humanismo lejos de cualquier discurso político», comenta el escritor. El autor, agotado después de tres horas ininterrumpidas de entrevistas, asegura que el papel del intelectual ha cambiado, pero su obstinación le obliga a seguir escribiendo. «La poesía necesita de armonía para poder tener fuerza. Ahora la gente sólo puede escuchar a charlatanes y racistas reclamando su parte de esta locura. El discurso de odio se oye muy fuerte y puede silenciar a todos los demás», concluye.
No vivimos en el mejor de los mundos posibles, sin duda. El escritor argelino Yasmina Khadra lo sabe. Y tiene miedo. Y no sabe lo que puede llegar a pasar. Lo que sí sabe es que como occidente no haga algo y «pare toda esta locura, las próximas guerras van a ser interminables». Ucrania, la guerra de Gaza, el auge de Trump , el escritor mira perplejo el nuevo panorama internacional. «Los gobiernos no parecen entender que el mundo musulmán puede perdonar la injusticia, pero no perdona la humillación. Si Trump se atreve a entrar en Gaza no sé lo que puede llegar a pasar», asegura. El autor de 'El atentado' aterrizó en Barcelona para recibir el Premio Carvalho, dentro del Festival BCNegre , un hecho que agradeció con humildad. «Gestos así me demuestran que no estoy sólo. En Francia parece que sólo existan escritores envidiosos y periodistas racistas. En periódicos como 'Le Monde' ya me dicen que es difícil que publiquen algo de mí si no es para dejarme mal. Y yo me tengo que recordar cada día que no me llegan ni a la suela de los zapatos. España siempre me ha acogido muy bien y reconocimientos así refuerzan mi posición», reconoce. La guerra de Gaza ha sido, en su opinión, la gota que ha colmado el vaso y ha iniciado una desestabilización a nivel mundial. «Vivimos en el horror. Hemos descubierto la inconsistencia de nuestros valores. De un día para otro, hemos visto lo fácil que es mirar a otro lado y que el poder puede permitirse cualquier atrocidad sin consecuencias. Hemos vuelto a la era del colonialismo donde los grandes poderes pueden hacer de Dios con los demás y conseguir lo que quieran, como Putin en Ucrania o Trump diciendo barbaridades sobre lo que quiere hacer con Canadá, Groenlandia o la propia Gaza», asegura Khadra. Lo que teme más son las repercusiones que esta 'impunidad' puede llegar a tener en el mundo árabe. «Matar a Saddam Hussein el primer día del Eid al-Adha ya fue visto como una provocación y una humillación por el mundo musulmán, lo que creó 3.000 nuevos terroristas . Lo que está sucediendo ahora creará 3 millones. Dentro de dos o tres años entraremos en una interminable guerra que hará que hasta ir a un bar sea considerado una aventura peligrosa», comenta. Bajo esta perspectiva, el escritor sabe que la resistencia humana es a prueba de bombas. Lo ha visto en sus propias carnes en su época en el ejército argelino y ahora como observador. «No aprendemos lo que Afganistán nos ha enseñado, que ni el armamento más sofisticado del mundo es capaz de doblegar voluntades. 50 años después de iniciar el conflicto afgano, son ellos los que han ganado. El arma más poderosa del mundo sigue siendo el hombre», señala. En este contexto, parece que el papel del escritor quede ridículo y sin verdadero significado, pero Khadra no piensa renunciar. «A veces he pensado en dejar la literatura, pero ha sido la propia literatura quien me ha dicho que no abandone, que tengo lectores que cuentan conmigo y que callar sería otorgar la victoria al caos y sus mandamases», cuenta. Su siguiente novela, que publicará Alianza editorial en septiembre, es 'Coeur-d'amande', la historia de Néstor, un hombre marcado por su enanismo y cómo necesitará todo el coraje del mundo para vencer a las múltiples adversidades que le caerán encima. «Es una novela social. Tiene el mismo espíritu que 'Cinema Paradiso' y nos habla de la necesidad de tener una comunidad fuerte, de la potencia de la solidaridad y del verdadero humanismo lejos de cualquier discurso político», comenta el escritor. El autor, agotado después de tres horas ininterrumpidas de entrevistas, asegura que el papel del intelectual ha cambiado, pero su obstinación le obliga a seguir escribiendo. «La poesía necesita de armonía para poder tener fuerza. Ahora la gente sólo puede escuchar a charlatanes y racistas reclamando su parte de esta locura. El discurso de odio se oye muy fuerte y puede silenciar a todos los demás», concluye.
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