Vox presiona a Ayuso para que siga el camino de Mazón y no acepte el reparto de menores migrantes
A principios de esta semana, el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, se dejaba caer a los brazos del discurso de Vox en materia migratoria, asumiendo los postulados de la ultraderecha en este sentido, con el objetivo de no levantar ampollas entre sus filas y poder, de esa manera, continuar en el cargo. El dirigente valenciano convocó a la prensa para, sin preguntas, anunciar su entendimiento con Vox con un vendaval de críticas a las políticas del cambio climático o inmigración, negándose a aceptar más menores migrantes e incurriendo de pleno en el programa electoral de los ultras. Ahora, en la capital, la ultraderecha está intentando presionar a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, para que haga lo propio, ignorando que las situaciones son completamente diferentes y que Ayuso, al gozar de mayoría absoluta, no tiene por qué aceptar presiones de terceros. El acuerdo rubricado entre Junts y el Gobierno de España para la distribución de menores migrantes ha hecho que numerosas voces se alcen al respecto de este asunto, y la Comunidad de Madrid no ha estado exenta de este debate. En una región donde la política avanza a una velocidad fulgurante, Vox ha tratado de aprovechar el clima generado primero por el acuerdo y después por el apego de Mazón a las políticas ultras, para presionar a Isabel Díaz Ayuso para seguir los pasos de su homólogo valenciano y negarse a recibir más menores. "¿Qué le impide decir que no queremos menas?", ha enarbolado este jueves la portavoz de Vox en la Asamblea, Isabel Pérez Moñino, dirigiéndose a Ayuso para replicar en Madrid el pacto valenciano. No obstante, como se ha explicado anteriormente, Mazón precisa de Vox para aprobar sus Presupuestos autonómicos e incluso para seguir en el cargo de cara a una hipotética moción de censura, mientras que Ayuso cuenta con mayoría absoluta en la región capitalina. Objetivo: desgastar al PP No obstante, el contexto madrileño, diferente al valenciano, no impide a Vox hacer su propio juego y tratar de desgastar al PP en un momento en el que la inmigración integra buena parte del debate político. La Comunidad de Madrid se encuentra estudiando vías para acoger a los más de 700 menores extranjeros que le corresponden por reparto, dándole prioridad al centro de Fuenlabrada, que prevé ampliar mientras estudia otras opciones, ya que según fuentes del propio Gobierno autonómico, su sistema de acogida "está al límite". "No puedo ser más clara en criticar la política migratoria de Sánchez. Es el Gobierno quien los envía, no la Comunidad de Madrid", ha sido la respuesta que dio Isabel Díaz Ayuso a la portavoz de Vox, a quien recordó que "evitar que vengan" los menores "es incumplir la ley", plantando cara a las exigencias de la ultraderecha en este sentido. "Lo que he de hacer es cumplir la ley, me guste o no me guste", ha insistido Ayuso, afeando a Vox una supuesta "pinza con Sánchez" para desgastar al Ejecutivo mediante el pacto alcanzado a nivel estatal con...
A principios de esta semana, el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, se dejaba caer a los brazos del discurso de Vox en materia migratoria, asumiendo los postulados de la ultraderecha en este sentido, con el objetivo de no levantar ampollas entre sus filas y poder, de esa manera, continuar en el cargo. El dirigente valenciano convocó a la prensa para, sin preguntas, anunciar su entendimiento con Vox con un vendaval de críticas a las políticas del cambio climático o inmigración, negándose a aceptar más menores migrantes e incurriendo de pleno en el programa electoral de los ultras. Ahora, en la capital, la ultraderecha está intentando presionar a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, para que haga lo propio, ignorando que las situaciones son completamente diferentes y que Ayuso, al gozar de mayoría absoluta, no tiene por qué aceptar presiones de terceros. El acuerdo rubricado entre Junts y el Gobierno de España para la distribución de menores migrantes ha hecho que numerosas voces se alcen al respecto de este asunto, y la Comunidad de Madrid no ha estado exenta de este debate. En una región donde la política avanza a una velocidad fulgurante, Vox ha tratado de aprovechar el clima generado primero por el acuerdo y después por el apego de Mazón a las políticas ultras, para presionar a Isabel Díaz Ayuso para seguir los pasos de su homólogo valenciano y negarse a recibir más menores. "¿Qué le impide decir que no queremos menas?", ha enarbolado este jueves la portavoz de Vox en la Asamblea, Isabel Pérez Moñino, dirigiéndose a Ayuso para replicar en Madrid el pacto valenciano. No obstante, como se ha explicado anteriormente, Mazón precisa de Vox para aprobar sus Presupuestos autonómicos e incluso para seguir en el cargo de cara a una hipotética moción de censura, mientras que Ayuso cuenta con mayoría absoluta en la región capitalina. Objetivo: desgastar al PP No obstante, el contexto madrileño, diferente al valenciano, no impide a Vox hacer su propio juego y tratar de desgastar al PP en un momento en el que la inmigración integra buena parte del debate político. La Comunidad de Madrid se encuentra estudiando vías para acoger a los más de 700 menores extranjeros que le corresponden por reparto, dándole prioridad al centro de Fuenlabrada, que prevé ampliar mientras estudia otras opciones, ya que según fuentes del propio Gobierno autonómico, su sistema de acogida "está al límite". "No puedo ser más clara en criticar la política migratoria de Sánchez. Es el Gobierno quien los envía, no la Comunidad de Madrid", ha sido la respuesta que dio Isabel Díaz Ayuso a la portavoz de Vox, a quien recordó que "evitar que vengan" los menores "es incumplir la ley", plantando cara a las exigencias de la ultraderecha en este sentido. "Lo que he de hacer es cumplir la ley, me guste o no me guste", ha insistido Ayuso, afeando a Vox una supuesta "pinza con Sánchez" para desgastar al Ejecutivo mediante el pacto alcanzado a nivel estatal con...
