Unos expertos han estudiado a personas que tejen y cosen en sus ratos libres y la conclusión es clara: su deterioro cognitivo era menor que los que no lo hacían

En una era donde el estrés y la ansiedad son compañeros habituales, encontrar actividades que promuevan el bienestar mental es esencial. Una práctica tradicional que ha resurgido como herramienta terapéutica es la costura. Un nuevo estudio publicado en Bristish Jorunal of Occupational Therapy ha destacado los múltiples beneficios de coser y tejer, desde la mejora de la salud mental hasta el fortalecimiento de habilidades cognitivas y físicas. La costura: una nueva herramienta para nuestro cerebro Beneficios para la salud mental Coser y tejer son actividades que requieren concentración y repetición, lo que facilita un estado de atención plena similar al mindfulness. Esta focalización ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, proporcionando una sensación de calma y bienestar. Además, al involucrarse en proyectos creativos, las personas experimentan una mejora en su autoestima y confianza, al ver materializadas sus ideas en productos tangibles. En Vitónica Siete hábitos propios de los japoneses que ayudan a reducir el estrés y a vivir más y mejor Mejora de habilidades cognitivas y físicas La práctica regular de la costura estimula diversas áreas del cerebro, mejorando la memoria, la concentración y la capacidad de planificación. Los movimientos precisos y coordinados que requiere esta actividad también fortalecen la motricidad fina y la coordinación mano-ojo. Estos beneficios son especialmente relevantes en personas mayores, ya que contribuyen a mantener la agilidad mental y física, retrasando el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento. Impacto social y emocional Más allá de los beneficios individuales, la costura fomenta la socialización y la creación de comunidades. Participar en talleres o grupos de costura ofrece oportunidades para compartir experiencias, aprender nuevas técnicas y establecer conexiones sociales, lo que puede reducir sentimientos de soledad y aislamiento. Estas interacciones enriquecen la vida social y emocional de las personas, aportando un sentido de pertenencia y propósito. Conclusión Incorporar la costura como actividad regular puede ser una estrategia efectiva para mejorar la salud mental, potenciar habilidades cognitivas y físicas, y enriquecer la vida social. Ya sea de forma individual o en grupo, coser ofrece una vía para la expresión creativa y el bienestar integral. Referencias Riley J, Corkhill B, Morris C. The Benefits of Knitting for Personal and Social Wellbeing in Adulthood: Findings from an International Survey. British Journal of Occupational Therapy. 2013;76(2):50-57. doi:10.4276/030802213X13603244419077 En Vitónica | La ciencia ha descubierto un método para tener un cerebro más joven, y es algo de lo más sencillo: hacer ejercicio Imágenes | Cookie_studio (Freepik), Yanalya (Freepik) - La noticia Unos expertos han estudiado a personas que tejen y cosen en sus ratos libres y la conclusión es clara: su deterioro cognitivo era menor que los que no lo hacían fue publicada originalmente en Vitónica por Joaquín Vico Plaza .

Mar 10, 2025 - 14:48

En una era donde el estrés y la ansiedad son compañeros habituales, encontrar actividades que promuevan el bienestar mental es esencial. Una práctica tradicional que ha resurgido como herramienta terapéutica es la costura. Un nuevo estudio publicado en Bristish Jorunal of Occupational Therapy ha destacado los múltiples beneficios de coser y tejer, desde la mejora de la salud mental hasta el fortalecimiento de habilidades cognitivas y físicas.

La costura: una nueva herramienta para nuestro cerebro

Beneficios para la salud mental

Coser y tejer son actividades que requieren concentración y repetición, lo que facilita un estado de atención plena similar al mindfulness. Esta focalización ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, proporcionando una sensación de calma y bienestar.

Además, al involucrarse en proyectos creativos, las personas experimentan una mejora en su autoestima y confianza, al ver materializadas sus ideas en productos tangibles.

En Vitónica

Siete hábitos propios de los japoneses que ayudan a reducir el estrés y a vivir más y mejor

Mejora de habilidades cognitivas y físicas

La práctica regular de la costura estimula diversas áreas del cerebro, mejorando la memoria, la concentración y la capacidad de planificación. Los movimientos precisos y coordinados que requiere esta actividad también fortalecen la motricidad fina y la coordinación mano-ojo.

Estos beneficios son especialmente relevantes en personas mayores, ya que contribuyen a mantener la agilidad mental y física, retrasando el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.

Impacto social y emocional

Más allá de los beneficios individuales, la costura fomenta la socialización y la creación de comunidades. Participar en talleres o grupos de costura ofrece oportunidades para compartir experiencias, aprender nuevas técnicas y establecer conexiones sociales, lo que puede reducir sentimientos de soledad y aislamiento. Estas interacciones enriquecen la vida social y emocional de las personas, aportando un sentido de pertenencia y propósito.

Conclusión

Incorporar la costura como actividad regular puede ser una estrategia efectiva para mejorar la salud mental, potenciar habilidades cognitivas y físicas, y enriquecer la vida social. Ya sea de forma individual o en grupo, coser ofrece una vía para la expresión creativa y el bienestar integral.

Referencias

Riley J, Corkhill B, Morris C. The Benefits of Knitting for Personal and Social Wellbeing in Adulthood: Findings from an International Survey. British Journal of Occupational Therapy. 2013;76(2):50-57. doi:10.4276/030802213X13603244419077

En Vitónica | La ciencia ha descubierto un método para tener un cerebro más joven, y es algo de lo más sencillo: hacer ejercicio

Imágenes | Cookie_studio (Freepik), Yanalya (Freepik)

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La noticia Unos expertos han estudiado a personas que tejen y cosen en sus ratos libres y la conclusión es clara: su deterioro cognitivo era menor que los que no lo hacían fue publicada originalmente en Vitónica por Joaquín Vico Plaza .