Una compañera denuncia falta de protección: "Son más agresivos"

La muerte violenta de una educadora social a manos de tres menores en un piso tutelado ha consternado a Badajoz. La víctima, de 35 años, ya había denunciado en múltiples ocasiones a los jóvenes, de entre 14 y 15 años, que trataron de huir tras cometer el crimen, pero finalmente han sido detenidos en Mérida.

En una entrevista recogida por cadena SER, Sheila Gómez, una de las compañeras de la educadora, ha denunciado la situación en la que trabaja. "Cada vez los menores son más agresivos y pedimos que estemos más protegidos, que haya más medidas de seguridad y más personal para centros porque así no podemos trabajar", ha señalado entre lágrimas.

La compañera ha recordado que los trabajadores llevan manifestándose con estas reclamaciones desde hace meses, haciendo también a los educadores que, al igual que la víctima, trabajan en pisos tutelados: "Ellos sí que están totalmente desamparados y desprotegidos".

"Le podría haber ocurrido a cualquiera de nosotras"

Los días previos a la tragedia el ambiente en este piso tutelado era tenso. Algunos de los cinco trabajadores que acudían a esta vivienda ya se sentían amenazados por la actitud de los jóvenes. Una de las auxiliares —que prefiere no revelar su identidad por temor— ha reconocido a EFE que "trabajaba con miedo". "Se vivía una situación muy difícil desde hace quince días, con algunos robos y fugas", ha señalado a EFE una de las auxiliares. "Esta tragedia le podría haber ocurrido a cualquiera de nosotras", ha añadido.

Por su parte, la secretaria general del Colegio de Educadores Sociales de Extremadura (Copesex), Inés María Solomando, ha afirmado que en las viviendas donde hay menores cumpliendo medidas judiciales, debería haber "vigilantes de seguridad". "Pero no los hay, solamente hay educadores sociales y cuidadores", ha explicado.

Los jóvenes residen en este tipo de viviendas por orden del juez de menores, algunos de ellos con medidas definitivas y otros con medidas cautelares, "como algo temporal hasta que se celebre el juicio y haya una medida definitiva", ha añadido. "Tienen que vivir allí, ir al instituto y se les realiza un plan de intervención con ellos. Aquí, la labor del educador es precisamente educar a estos menores". Una vez llegan al piso pasan un periodo de adaptación, se elabora el plan de intervención y se generan una serie de objetivos para el menor.

Desde el Colegio se han reclamado medidas de seguridad "desde años y años atrás", para los centros de acogida de menores, los pisos tutelados y los pisos de convivencia de grupo educativo. "Se sienten muchas veces desprotegidas y, si bien en los centros de acogida sí hay vigilantes, se sienten desprotegidas del sistema", ha incidido.