Un superderbi con el billete a los cuartos de la Champions League en juego: la historia contra el "nunca dejes de creer"

Atlético y Real Madrid se miden este miércoles (21.00 horas) en un 'superderbi' con muchas cuentas pendientes y una plaza para los cuartos de final de la Champions en juego. Un duelo que se ha convertido en un clásico europeo en el que, hasta el momento, siempre han sonreído al final los blancos, que se aferran a la historia tanto ante los rojiblancos como a la que consideran 'su' competición. Enfrente, un vecino con ganas de revancha, que se aferra a la magia del Metropolitano y que hace del eslogan 'nunca dejes de creer' su grito de guerra.

"Creo en mis jugadores, tengo confianza en el plantel, entiendo e interpreto el corazón que tienen mis futbolistas. No tengo ninguna duda de que vamos a salir a buscar seguir en esta Champions, porque nuestro objetivo es jugar la final", afirmó con ambición un Cholo Simeone que avisó, eso sí, que con el calor del público no es suficiente: "Solo con lo que suceda en las gradas no vamos a ganar el partido".

El entrenador argentino tiene algunas dudas con su once y además tendrá que esperar hasta última hora para saber si puede contar con los tocados Clement Lenglet y Rodrigo de Paul. Si ambos llegan, la duda está en el costado izquierdo, pues Javi Galán fue ampliamente superado por Rodrygo en el Bernabéu y Reinildo y Azpilicueta son las otras opciones.

En la delantera, confianza plena en la dupla titular. Julián Álvarez está en estado de gracia y ya marcó un golazo en la ida, mientras que el Cholo confía plenamente en su acompañante pese a que no vive su mejor momento: "Estoy convencidísimo de que será un grandísimo partido de Griezmann".

Bajo el calor de su público, se espera a un Atlético de Madrid agresivo y yendo a buscar a su rival desde el inicio, pero consciente de que el encuentro tendrá sus fases y sus momentos.

Enfrente, un Real Madrid que alterna días de gran brillantez con otros en los que el equipo parece perdido. En la ida en el Santiago Bernabéu, no se vio brillantez en los blancos, pero dos destellos de calidad de Rodrygo Goes y Brahim Díaz fueron suficientes para tomar una mínima renta (2-1).

"Recuerdo todos los partidos ante el Atlético muy igualados y competidos. En Champions hemos ganado más nosotros, pero en otras competiciones ellos", avisó ayer Carlo Ancelotti.

Con Fede Valverde de nuevo en el lateral derecho –fue de los mejores hace una semana ante los colchoneros– y Antonio Rudiger y Thibaut Courtois ya recuperados, todo apunta a un once como el de la ida, aunque con la entrada del entonces sancionado Jude Bellingham por Brahim.

El mal partido de Camavinga le puede penalizar, pero con escasos recambios y habiendo jugado Luka Modric todos los minutos ante el Rayo el pasado domingo, todo apunta a que el croata será un recambio de lujo para la segunda parte.

"Es muy claro, los responsables de la victoria son siempre los futbolistas y el culpable de una derrota ya lo tenéis. No es un problema del Real Madrid, es de la figura del entrenador. Todos lo tienen muy claro. El único responsable es el entrenador", afirmó un Ancelotti que sabe que, si su equipo cae eliminado, todos los focos le apuntarán directamente independientemente del once que alineé ante el Atlético. "Puedo prever lo que va a pasar, como empezará el partido, pero prefiero focalizarme en mi equipo, en como atacar el bloque bajo, salir de la presión, evitar la contra que hacen porque el Atlético juega de muchas maneras, exactamente lo mismo que puede hacer el Real Madrid", añadió el italiano.

Las armas de los madridistas están claras: su impresionante línea ofensiva. El talento de Vinícius Jr, Rodrygo Goes y Kylian Mbappé es la clave, un trío que marca las diferencias y funciona a nivel individual, pero al que todavía le falta más acoplamiento entre ellos. Todo ello con una pequeña inquietud: el delantero francés comenzó el entrenamiento de ayer al margen y llegará entre algodones al 'superderbi' del Metropolitano.