Un modelo racional para la salud pública como política de Estado

Es un imperativo ético ante la sociedad, cualquiera sea el signo de la administración política de turno en las distintas jurisdicciones del país, lograr un sistema sanitario con sus tres requisitos básicos: equidad, calidad y accesibilidad

May 6, 2025 - 05:45
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Un modelo racional para la salud pública como política de Estado

Equidad, calidad y accesibilidad son los tres rasgos esenciales exigibles a un sistema público de salud. La mirada crítica no debe ser un impedimento para analizar y destacar lo que funciona bien (sin desconocer aspectos a corregir). Ante las turbulencias políticas propias de una democracia, y más allá de circunstanciales resultados electorales, que la consecuencia no sea deteriorar lo que debe ser preservado.

El acceso a servicios de salud de calidad en un marco de equidad como el que ofrece actualmente la salud pública de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) es una realidad concreta e innegable cualquiera sea el color político con el que se lo analice. Vale la pena estudiar el modelo aplicado para que otras jurisdicciones puedan replicar sus aspectos positivos y eventualmente corregir los negativos (siempre los hay), o para preservar el modelo en el hipotético caso de futuros cambios en la administración política de la ciudad. ¿Por qué cambiar lo que funciona bien? Detrás de este modelo de salud pública en la CABA hay claramente una estrategia sanitaria minuciosamente planificada (algo absolutamente infrecuente en nuestro país). Lo destacable del modelo para intentar replicarlo es que depende mucho más de la filosofía organizacional que de los recursos disponibles (aclaración importante cuando se toma a la CABA como referencia de algo).

Para dimensionar en términos estadísticos la magnitud del sistema público de salud de la CABA basta mencionar que se efectúan cien mil prestaciones por día y que un millón de personas se atienden en este sistema (de ellas entre el 30 y el 40% tienen algún tipo de cobertura de salud). El equipo de salud está integrado por 40.000 trabajadores que desarrollan su tarea en más de 80 efectores (instituciones del sistema).

La organización de la salud pública de la CABA responde a conceptos y criterios sanitarios en los que coinciden los expertos más destacados del tema. El concepto fundamental es haber diseñado redes integradas de cuidados progresivos con dos aspectos distintivos: la coordinación y la garantía de la continuidad de las prestaciones. Técnicamente, el corazón del sistema se basa en la integración de la estrategia sanitaria con la estrategia informática (tecnologías de la información). La estrategia sanitaria consiste en que la atención de la salud está organizada en centros de complejidad creciente de acuerdo con lo que requiera cada paciente. La base de la planificación ha sido poner el foco en la atención primaria de la salud mediante centros estratégicamente ubicados en la geografía de la CABA. Existen 49 Centros de Salud y Acción Comunitaria (Cesac) y 14 Centros Médicos Barriales (CMB) gracias a los cuales el sistema público de salud de la CABA busca la proximidad con los potenciales usuarios y, paralelamente, descongestiona la demanda en la red de hospitales públicos. De esta forma el vecino resuelve en la cercanía de su hogar un importante porcentaje de los motivos de consulta habituales (80%) y además tiene acceso a prestaciones de prevención y promoción de la salud. Este primer nivel constituye la puerta de entrada al sistema de salud pública de la CABA. El siguiente, denominado “nivel y medio”, ofrece una mayor complejidad para la atención descentralizada exclusivamente ambulatoria. Lo constituyen los Centros de Especialidades Médicas Ambulatorias de Referencia (Cemar), adonde son derivados los pacientes, de acuerdo con su patología, desde los centros del primer nivel.

El siguiente nivel (segundo) lo constituyen los 14 hospitales generales de agudos y 2 hospitales pediátricos para los pacientes que requieren observación o internación. En este nivel la novedad estratégica es que el funcionamiento responde al concepto de hospitales de cuidados progresivos con una mejor integración y armonización de las especialidades. Para patologías muy específicas el sistema cuenta con 18 hospitales especializados. El tercer nivel de la red se enfoca las internaciones crónicas –internaciones de larga estancia–, ya sea por el tipo de patología del paciente (como la recuperación de afecciones neurológicas), o en el caso de los pacientes que por su contexto familiar y social requieren un lugar de por vida.

En los 34 hospitales se está desarrollando, mediante obras de infraestructura, una división funcional entre las áreas de atención ambulatoria (“de alto tránsito”) y las áreas de internación, cirugía y terapia intensiva (“de bajo tránsito”). Otro aspecto importante de la organización es la rehabilitación temprana de los pacientes. Una característica distintiva de la estrategia sanitaria es garantizar la continuidad de la atención de cada paciente mediante la trazabilidad de la historia clínica. La historia clínica electrónica es un instrumento esencial para lograr dicha trazabilidad. Los servicios de apoyo (laboratorio, imágenes, hemoterapia) han sido articulados y coordinados para lograr interoperabilidad. Aquí cumplirán un rol esencial los servicios de informática con software específicos, por ejemplo, para diagnóstico por imágenes. El centro regional de hemoterapia (en ejecución) centralizará y coordinará todo el procesamiento de sangre y hemoderivados del sistema. Esto optimizará aún más la eficiencia.

Toda esta planificación obedece a un aspecto conceptual que ha sido enfatizado por el ministro de Salud de la CABA, Fernán Quirós: tener una dinámica de red vs. una dinámica de prestador único. El servicio móvil de atención médica de emergencias (SAME) es un verdadero estandarte del sistema público de salud de la CABA, reconocido por su eficiencia por todo el abanico de expertos en la materia y fundamentalmente por la comunidad.

Como todo sistema complejo, tiene varios aspectos por mejorar. El que más se señala es al aspecto salarial del equipo de salud y, desde la perspectiva del usuario, un tema a perfeccionar es el sistema de turnos programados (a pesar de que en éste aspecto se han enfocado importantes recursos técnicos-informáticos). Un instrumento tecnológico incorporado para aumentar la agilidad y eficiencia es el servicio de telemedicina con teleconsultas que incluyen al SAME.

Información recientemente publicada por Clarín señala que se ha incrementado notoriamente el número de pacientes que son intervenidos quirúrgicamente en los hospitales públicos de la CABA. Los hospitales porteños realizaron más de 50.000 operaciones en 2024. Esto representa un aumento del 30 % comparando estas cifras con las correspondientes al año anterior. Según dicha información, para enfrentar esa mayor demanda se ampliaron los horarios de quirófano y se fortaleció el equipamiento quirúrgico. El análisis sociológico de esa demanda aumentada indica que hay sectores medios de la sociedad que han migrado desde el ámbito privado de atención de la salud hacia la salud pública de financiación estatal. Según el Ministerio de Salud de la CABA, el porcentaje de atención ambulatoria de personas que declaran no residir en la CABA es del 36 %. Respecto de los extranjeros sin DNI argentino, el registro es inferior al 1% y en su mayoría corresponde a atenciones por guardia.

Estos datos nos llevan a reflexionar sobre el rol de Estado en temas básicos como la salud. Desde esa perspectiva son sumamente interesantes los resultados de un trabajo del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes) publicado por La Nación recientemente. Dicho trabajo de campo pone en evidencia que un porcentaje muy importante de la opinión pública (79% de los consultados) desea un Estado que brinde más servicios de salud, educación y obras públicas. Cuando el informe se enfoca en el “intervencionismo estatal”, el 90% de los consultados consideran que el Estado debe involucrarse en salud, educación, pobreza y seguridad. “La gente quiere un Estado mejor pero no prescindir de él”, es una de las conclusiones del informe según explican los sociólogos e investigadores Silvina Ramos y Luis Costa.

El modelo de salud pública de la CABA muestra virtudes indudables de planificación y ejecución, apuntalado asistencialmente por un equipo de profesionales de la salud de excepcional nivel. Es un imperativo ético ante la sociedad, cualquiera sea el signo de la administración política de turno en las distintas jurisdicciones del país, lograr una salud pública con sus tres requisitos básicos: equidad, calidad y accesibilidad.

Profesor consulto de la Facultad de Medicina de la UBA; doctor en Medicina (UBA) primera cátedra de Oftalmología, Hospital de Clínicas (UBA)