Un día infernal para el home office

El corte masivo de electricidad fue un desafío para quienes trabajan desde la casa. Caminar hasta encontrar un lugar con electricidad e internet fue una tarea obligada para muchos

Mar 5, 2025 - 21:34
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Un día infernal para el home office

La ciudad de Buenos Aires amaneció con un corte masivo de electricidad. Una falla en dos líneas de alta tensión -según reportó Edesur- dejó sin luz a más de 300.000 usuarios en la Capital y el Gran Buenos. Y, a medida que corrían las horas y el servicio no regresaba quienes trabajan desde la casa tuvieron que buscar un lugar donde poder conectarse. Las mesas de bares y cafés con wifi que disponían de electricidad se cubrieron, como nunca, con notebooks. Los clientes, en su mayoría, trabajadores que buscaban cómo seguir con su jornada laboral en un día más que complicado para el home office.

El ambiente bullicioso de los bares dejó espacio al ruido de teclas. Y las mesas más cotizadas fueron, sin lugar a dudas, aquellas que contaban con un enchufe cercano.

Las mesas comunales que tienen algunos cafés se convirtieron en escritorios compartidos por desconocidos. Espacios improvisados de coworking que permitieran seguir con la rutina. O, al menos, no dejarla completamente de lado.

Campo de refugiados digitales

Este cronista fue uno de los damnificados por el corte de suministro y resistió en el hogar con los datos del celular hasta que la batería de su computadora dijo: "Hasta aquí llegué". Y cuando llegó al café más cercano en el que pudo conectarse a la red eléctrica y a internet se encontró con un campo de refugiados digitales. La clientela habitual del café había cambiado a personas con auriculares que tenían llamadas telefónicas y videoconferencias. Las mesas estaban todas ocupadas y llenas de cables para cargar dispositivos móviles y notebooks.

"Estoy sin luz desde la mañana y me tuve que venir desde avenida Patricios y Aristóbulo del Valle. Caminé muchas cuadras, con este calor, hasta encontrar un lugar con luz", contó Noelia, sentada en la mesa comunitaria de la sucursal de Café Martínez situada en Caseros y Combate de los Pozos.

Y aunque se convirtió en una solución, distó de ser la óptima. La música, el ruido ambiente, la máquina de café son factores de distracción a los que no está acostumbrada en la comodidad del hogar.

Además, el calor

La norma fue aguantar hasta que la batería dijera basta, con la esperanza de que en el medio se restableciera el servicio. Y todo esto en un día en el que la sensación térmica superó los 44 grados que se soportaron estoicamente sin siquiera un ventilador.

A pocas cuadras de allí, Silvina tuvo que bajar nueve pisos por escalera para buscar dónde continuar con sus tareas. Empleada de un profesorado a distancia en pleno cierre de inscripciones, tenía la obligación de estar disponible para las consultas de los alumnos.

"Me dicen que hay una panadería con café en Entre Ríos y Estados Unidos que tiene luz. Me voy hacia allá. Si no, tendré que buscar otro lugar", relató.

A pocas cuadras de allí, Francisco, se quejó porque a la falta de luz, el barrio le suma que una caída de internet y de señal de celular. "Mi intención era llegar, conectarme y poder trabajar. Pero me dicen que el local está sin internet y en mi teléfono no hay datos. Es algo que está pasando en toda la zona", dijo mientras empezaba un nuevo derrotero en busca de la tan ansiada conectividad. 

Y así, una falla eléctrica convirtió un día cualquiera en una jornada infernal para los teletrabajadores y no solo por el intenso calor que marcaba el termómetro. Llevar a cabo las tareas habituales desde el hogar fue imposible y hubo que recurrir al ingenio para poder seguir adelante.