Tres oficiales de los submarinos S-80 pasan un curso de élite en Noruega
El primer español, el comandante del S-81 Otros dos ya lo han hecho, el cuarto está en ello Control de la superficie con el periscopio “Eyes Only” Tiempo de guerra en...
- El primer español, el comandante del S-81
- Otros dos ya lo han hecho, el cuarto está en ello
- Control de la superficie con el periscopio
- “Eyes Only”
- Tiempo de guerra en territorio enemigo
- Dos semanas en inmersión en un fiordo
- Guerra antisubmarina con británicos, alemanes y holandeses
La Flotilla de Submarinos de la Armada ya mira al futuro con algo más de optimismo después de que los retrasos en la construcción de los S-80 haya dejado sus capacidades bajo mínimos. El submarino S-81 ‘Isaac Peral’ navega para estar totalmente operativo, se está construyendo el S-82 ‘Narciso Monturiol’ y aún resiste el último sumergible de la clase S-70, el S-71 ‘Galerna’.
Actualmente hay tres tripulaciones de submarinos: la del S-71, la del S-81 y también la del S-82, que está ya nombrada y participa en los trabajos de construcción del segundo buque de la clase S-80, a cargo de Navantia en los astilleros de Cartagena.
Los oficiales que están al frente de estas tripulaciones de los submarinos españoles han pasado por el Curso de Comandante de Submarinos que organiza la Marina Real de Noruega, la Kongelig Norske Marine.
El primer español, el comandante del S-81
En abril de 2021 se contó en Confidencial Digital que por primera vez un oficial español había participado en ese Curso de Comandante de Submarinos.
Noruega organiza un curso de comandantes de submarinos en el que forma a sus propios oficiales. Se considera un curso muy exigente y de gran prestigio, y la marina noruega invita a participar a oficiales de marinas extranjeras, de otros países de la OTAN: Suecia, Dinamarca, Países Bajos, Estados Unidos y Canadá son los más habituales.
En la edición 50ª del curso, celebrada en 2020, participaron tres alumnos: dos oficiales noruegos y uno español. Este último era el capitán de corbeta Manuel Corral Iranzo, que ya había nombrado por la Armada comandante del S-81 ‘Isaac Peral’.
El capitán de corbeta español contó su experiencia en un artículo del Boletín Informativo para Personal de la Armada. Relató el desarrollo del curso, qué tipo de capacidades se trata de desarrollar en los alumnos, las operaciones que simulan en los ejercicios...
De los tres alumnos de esa edición, precisamente sólo el comandante del S-81 logró completar con éxito el curso, mientras que los dos oficiales noruegos suspendieron:
-- “Los dos alumnos noruegos que estaban conmigo suspendieron; uno de ellos a cuatro días de acabar el curso, y el otro el último día, a cuatro horas de finalizar... En ese preciso momento en que se comunica que alguno ha suspendido, el submarino hace superficie y directamente es desembarcado y llevado a alguno de los barcos de superficie para regresar a tierra y abandonar el curso definitivamente”.
Otros dos ya lo han hecho, el cuarto está en ello
Según explican a Confidencial Digital fuentes de la Armada, el capitán de corbeta Manuel Corral ya no es el único español que ha sido alumno de ese curso, y que lo ha superado.
Después de Corral, otros dos oficiales de la Armada han completado con éxito el Curso de Comandante de Submarinos de la marina real de Noruega.
Son ya tres, a los que pronto se unirá en esa lista un cuarto. Otro oficial español se encuentra en estos momentos realizando el curso en Noruega.
Miembros de la Flotilla de Submarinos explican que ese curso de Noruega lo han superado el comandante del S-81 ‘Isaac Peral’; el del S-82 ‘Narciso Monturiol’, aún a la espera de que se termine de construir el submarino; y también el del S-71 ‘Galerna’, el único submarino que sigue operativo de la clase S-70 y que ha seguido navegando (tras pasar la gran carena) mientras se construían los S-80.
Se encuentra realizando el mismo curso de formación para ejercer el mando de submarinos el próximo comandante del S-81 ‘Isaac Peral’, ya que al capitán de corbeta Manuel Corral le toca dejar el mando este verano, y le tendrá que relevar otro oficial de la Armada.
Ese sustituto ya está designado, y por eso ha sido enviado a Noruega a adquirir esa formación de élite, tan valorada por marinas como las de Estados Unidos, Canadá, Dinamarca...
Control de la superficie con el periscopio
El capitán de corbeta Manuel Corral Iranzo contó en 2021, con detalle, en qué consiste el Curso de Comandantes de Submarino de la Kongelig Norske Marine.
Antes de empezar el curso propiamente, los alumnos pasan por una fase de preparación que dura cuatro semanas para los militares locales y cinco para los extranjeros. La idea es evaluar las capacidades de los alumnos para afrontar el curso completo y sobre todo el inicio.
Ya en el curso propiamente, la primera fase es la “Fase de seguridad”, “diseñada para enseñar y evaluar las habilidades de los alumnos para mantener el control de la situación de superficie por medios manuales desde el periscopio”.
Dura unas seis o siete semanas. Consiste en realizar ejercicios en el simulador y en el mar “muy intensos, exigentes y en circunstancias siempre cambiantes”, para que los alumnos demuestren que están capacitados para mantener el control de la situación trabajando bajo mucho estrés.
En las primeras semanas la formación se desarrolla en el simulador. Los alumnos realizan un mínimo de 45 ejercicios progresivamente más complicados, hasta tener que enfrentarse a cuatro buques de guerra a diferentes velocidades y realizando cambios de rumbo.
Usan varios cronómetros para controlar los tiempos entre observaciones de cada uno de los contactos: “Aunque el objetivo sea mantener la seguridad de submarino en cota periscópica, se tiene que intentar ser audaz y atacar a los buques, realizando cálculos manuales como si se tratasen de torpedos rectilíneos”, explicó el comandante del S-81.
“Eyes Only”
Una vez que salen a la mar a bordo de un submarino de la marina noruega, los alumnos se enfrentan a nuevos ejercicios frente a hasta tres y cuatro barcos, mediante un procedimiento denominado “Eyes Only”:
-- “El procedimiento “Eyes Only”, no se utiliza en nuestra Armada, por lo que para mí supuso empezar de cero. Es muy demandante e intenso, puesto que hay que calcular mentalmente muchos datos y retener esos datos para poder ir comprobando los cinco cronómetros que llevamos colgados”.
-- “La situación se complica cuando pasamos del simulador a la mar, puesto que los dos periscopios del submarino se izan hasta la misma altura, así que para que el profesor tenga una visión de 360º, el periscopio que utiliza el alumno se lleva arriado entre 60-80 cms. con respecto al del profesor. Así, para poder girar el periscopio estando parcialmente arriado, los alumnos debemos hacerlo de rodillas. Esta situación supone un plus de dificultad con respecto al simulador, porque además de la presión mental, físicamente supone una tensión añadida al hecho de tener que atender a tus cinco cronómetros y a unas rodilleras que te hacen sentir un tanto extraño...”.
Tiempo de guerra en territorio enemigo
Una vez superada la “Fase de seguridad”, los futuros comandantes pasan a la fase táctica, que dura dos meses y se divide en dos partes. En esta fase “se busca que el alumno sea capaz de priorizar las misiones que se le ordenan de la forma más táctica posible (no siendo detectado y manteniendo la seguridad de la plataforma) y bajo una fuerte amenaza de superficie, aérea y en algunos casos submarina”.
Las dos semanas en el mar de la “Fase táctica I” los alumnos participan en operaciones simuladas en el norte de Noruega, en latitudes cercanas al círculo polar ártico, “algo insólito para la flotilla de submarinos española”.
Allí los futuros comandantes se enfrentan a una oposición militar de escoltas, patrulleros y medios aéreos: “El escenario es en tiempo de guerra”, detalló el capitán de corbeta español, “con el submarino operando en territorio enemigo en un entorno de aguas poco profundas principalmente”.
Dos semanas en inmersión en un fiordo
Según el relato del capitán de corbeta Corral, en esta fase se generan “situaciones difíciles de gestionar para los alumnos”, con un enfoque táctico extremo muy exigente.
En su caso, tuvieron que navegar dos semanas en inmersión en el interior de un fiordo, en la costa Noruega, bajo amenazas de superficie y aéreas simuladas, y con numeroso tráfico civil. Ese escenario era idóneo para que los alumnos aprendieran a dirigir un submarino con seguridad en un ambiente costero y en aguas poco profundas.
Entre otros ejercicios, en esta fase los alumnos se adiestraron en “levantamientos fotográficos, obtención de inteligencia, posadas en el fondo, infiltración en cota profunda por pasos angostos, y ejercicios con equipos de operaciones especiales de Noruega”.
Guerra antisubmarina con británicos, alemanes y holandeses
La segunda parte de la “Fase Táctica” dura de cuatro a cinco semanas, con una en el puerto y tres o cuatro en el mar.
En 2020, el oficial español y los marinos noruegos navegaron hasta Escocia, para entrenarse de forma conjunta con los participantes en los cursos de comandante de submarinos de las marinas de Reino Unido, Países Bajos y Alemania.
Un aspecto a entrenar fue la guerra antisubmarina junto a submarinos británicos, alemanes y holandeses: “En esta primera parte hay una cierta rivalidad con los otros submarinos, puesto que para pasar el curso tienes que hacerlo bien, y hacerlo bien implica haber planeado bien y acabar detectando al otro submarino, que también se está jugando aprobar el curso”.
Otra parte, denominada “Miniwar”, incluyó la simulación de misiones de obtención de inteligencia. Los futuros comandantes de submarinos debían dirigir los submarinos en torno a una isla, frente a la amenaza de buques del Reunido Unido “que se conocen la zona a la perfección y son muy agresivos en sus maniobras para acosar al submarino en caso de detectarlo”.
