Los retrasos de un mes en el suministro de antibióticos están provocando la muerte de mascotas

Por qué se producen los retrasos Los veterinarios ya no pueden suministrar directamente la medicación Una plataforma donde hay que registrar todos los antibióticos Frenar las resistencias...

Feb 17, 2025 - 07:06
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Los retrasos de un mes en el suministro de antibióticos están provocando la muerte de mascotas
  1. Por qué se producen los retrasos
  2. Los veterinarios ya no pueden suministrar directamente la medicación
  3. Una plataforma donde hay que registrar todos los antibióticos
  4. Frenar las resistencias antimicrobianas
  5. Multas de hasta un millón de euros
Un gato siendo atendido en un veterinario. (Foto: Europa Press)
Un gato siendo atendido en un veterinario. (Foto: Europa Press)

Los retrasos en el suministro de antibióticos pueden causar la muerte de mascotas en España, según han advertido las asociaciones de veterinarios.

La nueva normativa que regula la distribución y prescripción de estos medicamentos ha introducido una serie de trámites burocráticos que dificultan su acceso, generando un retraso en los tratamientos que puede prolongarse hasta un mes.

Veterinarios de todo el país denuncian que esta situación está poniendo en peligro la vida de los animales y exigen cambios urgentes en la legislación.

Por qué se producen los retrasos

La Asociación Veterinarios Unidos (Vets Unidos) explica a Confidencial Digital que las demoras pueden deberse a diferentes factores. En el caso de los antibióticos, aunque el profesional tenga claro cuál es el tratamiento adecuado, en muchas ocasiones la normativa obliga a probar otros medicamentos antes de poder administrarlo. 

“Además, realizar un antibiograma –prueba de laboratorio que determina la sensibilidad o resistencia de una bacteria a distintos antibióticos– puede tardar hasta una semana más”, denuncian desde la asociación.

Añaden: “En total, el inicio de la medicación se retrasa hasta un mes. Para algunos pacientes, esto significa un deterioro grave o incluso la muerte, dependiendo de la patología que presenten”.

Los veterinarios ya no pueden suministrar directamente la medicación

Otro obstáculo es la prohibición de que los veterinarios suministren directamente los medicamentos a sus pacientes. Esto obliga a los propietarios de mascotas a buscar la medicación en farmacias, donde muchas veces no está disponible.

“Nos han dicho que esto ya no es nuestra responsabilidad, pero no estamos de acuerdo con que nuestros pacientes no puedan acceder a un tratamiento cuando nosotros podríamos cederlo, como ocurre en la mayoría de los países de Europa”, critican.

Una plataforma donde hay que registrar todos los antibióticos

A esto se suman las complicaciones derivadas de la plataforma Presvet, un sistema en el que los veterinarios están obligados a registrar los antibióticos que prescriben. Desde el pasado 2 de enero, deben introducir todos los datos de cada receta en esta herramienta digital.

El objetivo es controlar el uso de estos fármacos y prevenir la aparición de resistencias bacterianas, una preocupación creciente en la sanidad animal y humana. Sin embargo, los profesionales denuncian que el sistema presenta incompatibilidades con el ejercicio de su labor.

“La reducción del uso de antibióticos es necesaria, pero no con herramientas que dificultan el trabajo diario, limitan nuestra capacidad de prescripción y, en muchos casos, comprometen el bienestar de los pacientes, llegando incluso a poner en peligro sus vidas”, señalan desde la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía.

En respuesta a estas dificultades, convocaron un paro el pasado martes 11 de febrero, de 11:00 a 12:00, para exigir cambios en la normativa.

Frenar las resistencias antimicrobianas

Los veterinarios piden modificaciones legales que les permitan dispensar directamente los tratamientos en sus clínicas. Actualmente, solo pueden expedir recetas para que los propietarios adquieran los antibióticos en farmacias, lo que, según denuncian, genera importantes barreras de acceso a los medicamentos.

El Real Decreto 666/2023 se enmarca dentro de una estrategia europea de obligado cumplimiento antes de 2030. Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, la normativa busca frenar el desarrollo de resistencias antimicrobianas.

“Este problema debe abordarse desde la perspectiva One Health, que integra la sanidad animal, la salud humana y el medioambiente. Controlar el uso de estos medicamentos es crucial para combatir la resistencia antimicrobiana”, defiende la AEMPS en un comunicado.

El decreto no solo obliga a declarar la prescripción de antibióticos, sino que también condiciona su uso clínico, ya que algunos de ellos no pueden prescribirse sin un cultivo previo. Además, prohíbe la distribución, comercialización y dispensación de productos que se presenten como medicamentos veterinarios sin estar legalmente reconocidos como tales.

Multas de hasta un millón de euros

Otro de los puntos más controvertidos de la norma son las sanciones a las que se enfrentan los veterinarios en caso de cometer errores en la declaración de datos en Presvet o de no cumplir con los requisitos establecidos.

Las multas pueden oscilar entre los 600 y los 3.000 euros en casos leves, alcanzar los 60.000 euros en infracciones graves y llegar hasta los 1.200.000 euros en los casos más severos.

Los profesionales del sector advierten que esta normativa no solo está afectando a las mascotas, sino que en el ámbito ganadero, donde estas restricciones llevan más tiempo aplicándose, ya se ha registrado un incremento en la mortalidad animal.

“Estamos luchando para evitar que estos problemas, y otros que plantea el RD 666/2023, provoquen consecuencias aún más graves. Pero si no se eliminan las trabas burocráticas, las desgracias continuarán”, concluyen desde Vets Unidos.

Perro en el veterinario. (Foto: ICOVV / Europa Press)
Perro en el veterinario. (Foto: ICOVV / Europa Press)