Trastienda: la noche en que Santiago Caputo y sus fieles jugaron de local en la cancha de Macri
El asesor de Milei y los referentes de “Las Fuerzas del Cielo” buscaron relegar al jefe de Pro en la cena de la Fundación Libertad; el rol de Adorni y la jugada para copar la escena
El salón Ombú del complejo Goldencenter acogió anoche un ágape de dirigentes políticos, grandes empresarios, intelectuales y economistas estrechamente ligados a la derecha. En la cena que organizó la Fundación Libertad, que se extendió desde la 19 hasta la medianoche, quedó en evidencia el desplazamiento del poder de Pro hacia La Libertad Avanza (LLA) que se inició a fines de 2023, a partir del sorprendente ascenso de Javier Milei. Es que los emisarios del Presidente jugaron de local en la que cancha que había tenido a Mauricio Macri como la voz más influyente en los últimos años.
Las distintas facciones de la derecha -los representantes del mileísmo más cerril, los macristas y los bullrichistas- convivieron en un marco de camaradería en el predio ubicado en la Costanera. Si bien los organizadores celebraron el buen clima y que hayan logrado reunir a referentes de las familias “Capuleto y Montescos” de los principales partidos de la derecha, los libertarios ejecutaron una jugada deliberada para ilustrar la pérdida de injerencia de Macri en el nuevo mapa de poder.
Primero, Milei se ocupó de pedir a las autoridades de la Fundación Libertad que el vocero presidencial Manuel Adorni, cabeza de la lista de candidatos a legisladores de LLA para la elección porteña del 18 de mayo, que será clave para la carrera de octubre, fuera el último orador de la noche. El jefe del Estado había sido invitado a participar de la tradicional cena anual de la usina liberal, que preside Gerardo Bongiovanni, y tenía reservado el papel protagónico, como encargado del cierre del mitin. No obstante, se inclinó por no concurrir con la excusa de que había llegado hace pocas horas al país tras su viaje a Roma, adonde fue para participar del funeral del papa Francisco.
Macri no solo debió escuchar a Adorni, quien leyó su discurso. También vio cómo los integrantes de la agrupación militante de “las fuerzas del cielo”, que lidera el asesor presidencial Santiago Caputo, hacían su debut en una cena de la Fundación Libertad. El principal consejero de Milei, que se acercó a Macri para saludarlo apenas ingresó al salón, pidió especialmente a los organizadores que le reservaran una silla en el evento. El nexo lo hizo Macarena Alifraco, la sombra de Caputo en la Casa Rosada. Hace unos días, Alifraco se comunicó con el diputado nacional Alejandro Bongiovanni (Pro), uno de las autoridades de la Fundación Libertad, para solicitarle invitaciones. “Santiago quiere ir; vamos con la banda”, avisaron desde Balcarce 50.
La comitiva de Caputo para copar el territorio que supo controlar Macri estuvo integrada por conformada por un mix de funcionarios nacionales, legisladores e influencers del oficialismo en las redes sociales. A metros del jefe de Pro, se sentaron Juan Pablo Carreira, conocido como JuanDoe y actual director nacional de Comunicación Digital; Agustín Romo, jefe del bloque libertario en la Legislatura bonaerense; y Daniel Parisini, alias “El Gordo Dan” y el conductor de La Misa, el programa que galvaniza al núcleo duro de los libertarios. Además de Alifraco, rodearon a Caputo otros tuiteros violetas que ocupan cargos o tienen acceso directo a los despachos oficiales, como Lucas “Sagaz” Luna, referente de LLA en Tres de Febrero y director titular de la empresa estatal Intercargo, y Tomás Jurado, alias “El Peluca Milei”.
Apenas Parisini se retiró de la mesa porque tenía que asistir al canal Carajo para conducir su programa, Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero y uno de los examarillos que se mudó al campamento mileísmo, ocupó el puesto de “Dan” en la mesa de los laderos de Caputo. “¡Lo mandamos a Adorni a cerrar en la cara de Macri!”, se ufanaron. Valenzuela tenía otra ubicación, pero prefirió estar con el asesor multifunción de Milei y su séquito. Desde allí siguieron con detenimiento las reacciones de Macri ante el discurso que leyó Adorni desde el atril. Gozaron, sobre todo, cuando el vocero remarcó: “Estamos ante un presidente que dijo lo que iba a hacer y cumplió [...] Los argentinos ya aprendimos que si no se va a fondo, el cambio queda trunco, porque del otro lado hay un rival dispuesto a todo, que si ve ceder o mostrar la más mínima señal de duda, avanza hasta llevarte puesto”.
De a ratos, el asesor de Milei se divirtió firmando ejemplares del libro “El monje. La verdadera historia de Santiago Caputo, el guionista de Milei” (Planeta), de Maia Jastreblansky y Manuel Jove, que le acercaban invitados a la cena. Caputo los rubricaba con la sigla TMAP (Todo Marcha Acorde al Plan).
Adversarios en la disputa por el voto antiperonista en la elección porteña, libertarios y amarillos intercambiaron chicanas y datos de encuestas en los pasillos del salón Ombú. En un rincón, por caso, charlaron Nicolás Pakgojz, titular de AABE y postulante de LLA en la ciudad, y Francisco Quintana, secretario de Justicia porteño. “Vamos a ganar. Estamos muy bien”, se jactó Pilar Ramírez, brazo ejecutor de Karina Milei en la Ciudad. A pocos pasos de ella, se acomodaban las diputadas Lilia Lemoine y Juliana Santillán.
Hasta la mesa de Caputo también se arrimó Darío Wasserman, vice del Banco Nación y uno de las voces más influyentes en el círculo de confianza de la hermana del Presidente. De hecho, es el esposo de Ramírez. Los emisarios de las “fuerzas del cielo” se ufanaban del auge de la ultraderecha y del fenómeno de Milei ante la audiencia que supo ser de Macri. También estaban atentos a los coletazos de las internas libertarias. Se escucharon comentarios irónicos sobre las andanzas de Sebastián Pareja, armador de Karina Milei en Buenos Aires, o de los expulsados de LLA, como el senador Francisco Paoltroni o el legislador Ramiro Marra. “¿Y si lo vamos a saludar a [Carlos] Maslatón?”, le susurró a Caputo uno de sus lugartenientes. Otro soldado fiel le informó que el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, se había sentado junto a Macri en la mesa central.
Apenas terminaron de degustar el postre y de escuchar el mensaje de Adorni, los exponentes de la “guardia pretoriana” de Milei -llevaban en sus sacos el broche con el logo basado en la Cruz Orlada de Benjamín Solari Parravicini- pidieron un champagne para brindar. Mientras Romo fumaba un cigarro, algunos asistentes escucharon los vaticinios de Valenzuela sobre el rearmado de la oferta electoral en Buenos Aires o el impacto de la eventual maniobra de Kicillof para que las boletas en la provincia sean blanco y negro, para licuar el poder de fuego de los violetas. José Rolandi, vicejefe de Gabinete, pasó a saludar a la mesa de Caputo, pero se fue raudamente: estaba más preocupado por la batalla que enfrentaría hoy el oficialismo en Diputados por el caso $LIBRA.
Quien sí se tomó un tiempo para hablar con los laderos del consejero presidencial fue Pablo Quirno, secretario de Finanzas. Les relató con detalles su experiencia como expositor ante la comisión bicameral de trámite legislativo del Congreso, cuando defendió el DNU sobre el acuerdo con el FMI. “José Luis [Daza, secretario de Política Económica] no sabía que Strada [Julia, diputada de UxP] era kuka; le dije ´déjame a mí´”, relató Quirno y desató las carcajadas de los libertarios.
Macri estaba al tanto de que Adorni sería el último orador del evento y dio el visto bueno, según indicaron fuentes cercanas a la Fundación Libertad. El expresidente, que llegó escoltado por su esposa, Juliana Awada, intentó mostrarse de buen humor. Bromeó con Caputo cuando el asesor se acercó a saludarlo e ironizó que le preocupaba más el futuro de Boca Juniors tras la urticante derrota frente a River Plate en el superclásico del domingo último que el eventual entendimiento con Milei para que Pro y LLA confluyan en la provincia de Buenos Aires. “Yo dialogo con todo el mundo; le dije [por Caputo] que acá no había ninguno malo”, dijo Macri antes de retirarse ante la consulta del periodista Lautaro Maislin, del canal C5N.
La tribu del macrismo tuvo varios representantes, pero no logró ocupar el centro de la escena ni tener el protagonismo que supo tener en cenas anteriores de la Fundación Libertad, cuyas autoridades habían jugado a favor de Patricia Bullrich en la interna de JxC. Cristian Ritondo, jefe de Pro en Buenos Aires y conductor de la bancada de diputados, fue uno de los que festejó como un gol el abrazo entre Caputo y Macri. Es que Ritondo viene tallando para destrabar las negociaciones entre Milei y el Presidente para converger en la provincia. Atento al escenario porteño, dilata la definición e insiste ante los suyos en que habrá fumata blanca más pronto que tarde.
Ritondo hizo saber a su tropa que habrá un entendimiento y que Pro no deberá resignar su sello como procuran los armadores libertarios. Ayer volvió a charlar unos minutos con Caputo, con quien tiene un vínculo estrecho. ¿Le darán el brazo a torcer a Karina Milei, que apuesta al purismo y prefiere cooptar a los dirigentes amarillos más competitivos en la provincia, como Diego Santilli o Guillermo Montenegro? Macri desconfía, pero Ritondo se tiene fe. Está claro que el resultado de la elección del 18 de mayo en la Capital, principal bastión de la estructura de Pro, será decisivo. A su vez, los seguidores de Ritondo y Santilli presumen que si se impone Leandro Santoro (PJ) habrá mayor presión del electorado para acordar en Buenos Aires y evitar un fraccionamiento de la oferta de derecha que favorezca al kirchnerismo.
Los hermanos Milei y los primos Macri juegan un duelo aparte en los comicios de la ciudad: el mejor posicionado se fortalecerá de cara a las tratativas para converger en Buenos Aires o en las legislativas de octubre.
Macri no estuvo solo, pese a que el desembarco de LLA empujó a su fuerza al segundo plano. Clara Muzzio, vicejefe porteña, se sentó en la mesa principal junto al expresidente. Si bien no asistieron Jorge Macri ni María Eugenia Vidal ni Silvia Lospennato -adujeron motivos de agenda o que se encontraban abocados a preparar el debate-, el jefe de Pro estuvo rodeado por varios de sus leales, como Andrés Ibarra, Francisco Cabrera, Javier Iguacel o Gabriel Sánchez Zinny. También trajinaron el salón del Goldencenter Guillermo Dietrich, Nicolás Dujovne, Luciano Laspina, Humberto Schiavoni, Paula Bertol, Daiana Fernández Molero e Iván Petrella, entre otros. Todos tienen credenciales amarillas y se mantienen fieles al expresidente. Entre tanto, Ramón Lanús, intendente de San Isidro, quien empuja el pacto con LLA y tiene lazos con Macri y Bullrich, trató de preservar la neutralidad.
Hasta los dirigentes que se mantienen incondicionales a Macri tras la ruptura con Bullrich comienzan a mostrarse incómodos por los gestos de Macri para diferenciarse del gobierno de Milei. Consideran que tensa demasiado la cuerda con los libertarios para mantener subordinada a la Capital, su base territorial de poder. Fuera de micrófono, no solo le exigen que se le pase el enojo con Milei para que haya un entendimiento en Buenos Aires o en terrenos clave del país donde se renovarán bancas de senadores o diputados. También claman que ponga el cuerpo para ordenar el partido, encapsular las internas y generar expectativa a futuro. De hecho, quieren que Macri se ponga al frente del plan de supervivencia y acepte ser candidato a senador nacional en la Capital en octubre. “La sensación que teníamos anoche es que Pro implosionó. Si Macri sigue tan insoportable, no voy a seguir siendo incondicional”, admite uno de los exintegrantes del gobierno de Macri, con extensa trayectoria en el partido.
Anoche, Gastón di Castelnuovo, referente de Pro en Ituzaingó y lugarteniente de Santilli, se acercó a Macri para pedirle que desactive la interna en su distrito cuando Caputo sorprendió al exmandatario. “Tiene que haber un acuerdo institucional. Es un error que el Gobierno quiera licuar al Pro”, blanqueó uno de los alfiles amarillos en la provincia.
Los bullrichistas o nuevos conversos al mileísmo también marcaron presencia en la cena en el Goldencenter, pese a que la ministra de Seguridad no pudo concurrir ya que se encontraba en Londres. Asistieron Damián Arabia, Juan Pablo Arenaza, Silvana Giudici, Laura Rodríguez Machado y Sabrina Ajmechet, entre otros. Se mostraban relajados y confiados de cara a la batalla crucial en la Capital. Están convencidos de que el poder de Pro se descompone y que Macri no logrará tener mayor influencia en el gobierno. No obstante, siguen con atención el devenir de las negociaciones entre Ritondo y los armadores de Milei en Buenos Aires. Admiten que su aporte se circunscribe por ahora a la gestión, ya que los libertarios preservan una cerrazón pretoriana a la hora de negociar lugares en las listas. Bullrich lo sufrió en la Capital y en Santa Fe. E incluso debió intervenir para contener a los “radicales con peluca”, que fueron marginados en Misiones o Tucumán por los emisarios de “El Jefe”. La radical Karina Banfi o el lilito Juan Manuel López, presentes en la gala, miran de reojo las desventuras de sus exsocios de JxC en el mundillo libertario. “Roma no paga traidores”, ironizaron anoche.