Toreros toledanos sin el escaparate de San Isidro
Hace unos días se presentó San Isidro , la feria madrileña en la que todos los toreros quieren estar y en la que este año sólo habrá dos toledanos: Tomás Rufo (anunciado tres tardes, con las ganaderías de Victoriano del Río, Garcigrande y El Parralejo) y Gómez del Pilar (con la de José Escolar). Por tanto, son unos cuantos jóvenes matadores de la provincia los que se han quedado fuera. - ¿Quién diría que Álvaro Lorenzo (Toledo, 1995) todavía no ha cumplido 30 años? Pocas carreras han tenido tantos vaivenes. De joven promesa y un doctorado de postín en Nimes, con El Juli y Castella, al aldabonazo de las tres orejas en Madrid en la primavera de 2018. Era entonces un torero emergente y aquella temporada, que no se ha vuelto a repetir, actuó en 37 festejos. Muchísimos si se comparan con las dos tardes, una en Madrid y una segunda en Madridejos, del 2024, donde recurrió a «festivales sin picadores para mantener la ilusión». O explicado de otra forma: «Tuve que tocar fondo para darme cuenta de lo que realmente quiero» . Ahora estrena apoderado, Manolo Campuzano, junto con la empresa Puerta Grande Gestión, de César Sánchez y David Pascual. - Ángel Téllez (Mora, 1998) tomó una alternativa de lujo en Guadalajara en 2019, con Morante y El Juli. En 2022 lo anunciaron en San Isidro con la de Araúz de Robles, estuvo bien, le dieron una sustitución días después y abrió la puerta grande con la de Victoriano del Río. Su vida cambió . Ese verano empezó a apoderarlo Simón Casas y acabó la temporada con 22 festejos (la anterior sólo habían sido tres). En 2023 mató otras dos corridas en San Isidro, las cosas no fueron como se esperaba y Casas se desentendió. «Le dije que no tenía tiempo para dedicarme plenamente a su carrera», declaró el empresario. En 2024, Téllez volvió a la posición que ocupaba antes de abrir la puerta grande de Madrid y apenas completó tres paseíllos: Toledo, Madrid y Las Navas del Marqués. - Álvaro Alarcón (Torrijos, 1998) puso a todo el mundo de acuerdo en mayo de 2022, cuando en San Isidro logró tres trofeos de una novillada de Fuente Ymbro. Al inicio de la siguiente temporada se anunció de nuevo con la misma ganadería en Madrid, pero al entrar a matar sufrió una cogida que le provocó un neumotórax y la fractura de tres costillas . Mes y medio después se licenció en ese redondel con El Juli y Roca Rey. Desde entonces ha tenido problemas en la clavícula derecha y se ha vestido de luces cuatro veces: dos en su pueblo, una en Orgaz y una más en Las Ventas. «A Madrid siempre he llegado muy limitado físicamente», ha reconocido en Mundotoro. Para Alarcón, cuya trayectoria ha oscilado entre «tocar el cielo» y «rozar el infierno», la Copa Chenel se antoja como tabla de salvación. - Tras una brillante etapa como novillero, donde ganó el Circuito de la Comunidad de Madrid y el Alfarero de Oro de Villaseca de la Sagra, Guillermo García Pulido (Castillo de Bayuela, 2001) tomó la alternativa en Valdemorillo el año pasado por estas fechas. Le secundaron Miguel Ángel Perera y Paco Ureña. Y a los tres meses la confirmó en San Isidro con Morante y Diego Urdiales. Su primera temporada como matador se cerró con otro único festejo en Roa de Duero. «Para un torero joven es muy difícil echar a andar sin un triunfo rotundo. Pese a ello, creo que la evolución ha sido grande», comenta. Se verá en la Copa Chenel, que de momento es su única bala. - Jorge Molina (Torrijos, 1999) es el tercero de los toledanos en la Copa Chenel, un certamen organizado por la Fundación Toro de Lidia y la Comunidad de Madrid del que Borja Jiménez o Fernando Adrián han salido disparados a las grandes ferias. Vencedor del Alfarero de Plata de Villaseca en 2017 y del Alfarero de Oro en 2022, líder del escalafón de novilleros en 2023, se tiró esperando la alternativa hasta las postrimerías del curso 2024. Madridejos vio el bautismo, en Torrijos mató su segunda corrida y con tal exiguo balance afronta 2025, que ya ha descorchado en un festival en Recas. «He nacido para ir ganándome las cosas poco a poco, y así será» , auguró en una entrevista en ABC. - Aunque todavía no ha entrado en San Isidro, a Luis Gerpe (Seseña, 1993) le están abriendo las puertas de Madrid y se siente un «privilegiado». Una década cumple como matador. Al principio marchó a México y Perú ante la falta de oportunidades; en el verano de 2019, desesperado, llamó la atención con una huelga de hambre de once días en Las Ventas que terminó en el hospital por encontrarse «mal, mareado y muy débil»; y ya en el 2022 se le brindó la confirmación. Encasillado en las corridas duras, el sábado 26 de abril aparece en el temible desafío ganadero de Prieto de la Cal y Cuadri en San Agustín de Guadalix y el domingo 27 aguarda la de Saltillo en Madrid, además de varias fechas en Francia. Su remontada, de hecho, comenzó en territorio galo, donde el año pasado sumó tres de los cuatro paseíllos.
Hace unos días se presentó San Isidro , la feria madrileña en la que todos los toreros quieren estar y en la que este año sólo habrá dos toledanos: Tomás Rufo (anunciado tres tardes, con las ganaderías de Victoriano del Río, Garcigrande y El Parralejo) y Gómez del Pilar (con la de José Escolar). Por tanto, son unos cuantos jóvenes matadores de la provincia los que se han quedado fuera. - ¿Quién diría que Álvaro Lorenzo (Toledo, 1995) todavía no ha cumplido 30 años? Pocas carreras han tenido tantos vaivenes. De joven promesa y un doctorado de postín en Nimes, con El Juli y Castella, al aldabonazo de las tres orejas en Madrid en la primavera de 2018. Era entonces un torero emergente y aquella temporada, que no se ha vuelto a repetir, actuó en 37 festejos. Muchísimos si se comparan con las dos tardes, una en Madrid y una segunda en Madridejos, del 2024, donde recurrió a «festivales sin picadores para mantener la ilusión». O explicado de otra forma: «Tuve que tocar fondo para darme cuenta de lo que realmente quiero» . Ahora estrena apoderado, Manolo Campuzano, junto con la empresa Puerta Grande Gestión, de César Sánchez y David Pascual. - Ángel Téllez (Mora, 1998) tomó una alternativa de lujo en Guadalajara en 2019, con Morante y El Juli. En 2022 lo anunciaron en San Isidro con la de Araúz de Robles, estuvo bien, le dieron una sustitución días después y abrió la puerta grande con la de Victoriano del Río. Su vida cambió . Ese verano empezó a apoderarlo Simón Casas y acabó la temporada con 22 festejos (la anterior sólo habían sido tres). En 2023 mató otras dos corridas en San Isidro, las cosas no fueron como se esperaba y Casas se desentendió. «Le dije que no tenía tiempo para dedicarme plenamente a su carrera», declaró el empresario. En 2024, Téllez volvió a la posición que ocupaba antes de abrir la puerta grande de Madrid y apenas completó tres paseíllos: Toledo, Madrid y Las Navas del Marqués. - Álvaro Alarcón (Torrijos, 1998) puso a todo el mundo de acuerdo en mayo de 2022, cuando en San Isidro logró tres trofeos de una novillada de Fuente Ymbro. Al inicio de la siguiente temporada se anunció de nuevo con la misma ganadería en Madrid, pero al entrar a matar sufrió una cogida que le provocó un neumotórax y la fractura de tres costillas . Mes y medio después se licenció en ese redondel con El Juli y Roca Rey. Desde entonces ha tenido problemas en la clavícula derecha y se ha vestido de luces cuatro veces: dos en su pueblo, una en Orgaz y una más en Las Ventas. «A Madrid siempre he llegado muy limitado físicamente», ha reconocido en Mundotoro. Para Alarcón, cuya trayectoria ha oscilado entre «tocar el cielo» y «rozar el infierno», la Copa Chenel se antoja como tabla de salvación. - Tras una brillante etapa como novillero, donde ganó el Circuito de la Comunidad de Madrid y el Alfarero de Oro de Villaseca de la Sagra, Guillermo García Pulido (Castillo de Bayuela, 2001) tomó la alternativa en Valdemorillo el año pasado por estas fechas. Le secundaron Miguel Ángel Perera y Paco Ureña. Y a los tres meses la confirmó en San Isidro con Morante y Diego Urdiales. Su primera temporada como matador se cerró con otro único festejo en Roa de Duero. «Para un torero joven es muy difícil echar a andar sin un triunfo rotundo. Pese a ello, creo que la evolución ha sido grande», comenta. Se verá en la Copa Chenel, que de momento es su única bala. - Jorge Molina (Torrijos, 1999) es el tercero de los toledanos en la Copa Chenel, un certamen organizado por la Fundación Toro de Lidia y la Comunidad de Madrid del que Borja Jiménez o Fernando Adrián han salido disparados a las grandes ferias. Vencedor del Alfarero de Plata de Villaseca en 2017 y del Alfarero de Oro en 2022, líder del escalafón de novilleros en 2023, se tiró esperando la alternativa hasta las postrimerías del curso 2024. Madridejos vio el bautismo, en Torrijos mató su segunda corrida y con tal exiguo balance afronta 2025, que ya ha descorchado en un festival en Recas. «He nacido para ir ganándome las cosas poco a poco, y así será» , auguró en una entrevista en ABC. - Aunque todavía no ha entrado en San Isidro, a Luis Gerpe (Seseña, 1993) le están abriendo las puertas de Madrid y se siente un «privilegiado». Una década cumple como matador. Al principio marchó a México y Perú ante la falta de oportunidades; en el verano de 2019, desesperado, llamó la atención con una huelga de hambre de once días en Las Ventas que terminó en el hospital por encontrarse «mal, mareado y muy débil»; y ya en el 2022 se le brindó la confirmación. Encasillado en las corridas duras, el sábado 26 de abril aparece en el temible desafío ganadero de Prieto de la Cal y Cuadri en San Agustín de Guadalix y el domingo 27 aguarda la de Saltillo en Madrid, además de varias fechas en Francia. Su remontada, de hecho, comenzó en territorio galo, donde el año pasado sumó tres de los cuatro paseíllos.
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