'The Economist' se sorprende porque a los españoles no les preocupe esta cuestión sobre la política nacional
El rotativo británico The Economist, de prestigio internacional y que centra la actividad de sus publicaciones semanales en la economía, se ha mostrado sorprendido por el porcentaje que destina nuestro país al gasto en Defensa y por cómo los propios ciudadanos españoles conciben este asunto. La publicación recuerda que España está aumentando drásticamente el gasto en Defensa en aras de cumplir el objetivo marcado por la alianza atlántica del 2% del PIB para 2029. Este dato "se fijó en 2014 y la mayoría de países de la UE ya lo han cumplido". Así, sostiene que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encuentra ahora "atrapado entre la OTAN y sus socios de coalición", contrarios a incrementar esta rama presupuestaria. "El problema es que el objetivo ya está obsoleto. Ante el creciente temor de que Trump retire la garantía de seguridad estadounidense a Europa, España se encuentra bajo una intensa presión de sus socios europeos para gastar mucho más, y rápidamente", advierte el rotativo británico, que explica que el bajo destino económico al presupuesto en Defensa en España se remonta a tiempos de Franco. "Tras haber llevado a las fuerzas armadas al poder y haber estado en él durante 40 años, las ignoró", argumentan. Sorprendidos ante la poca preocupación ciudadana por el asunto "La modernización militar solo comenzó con los gobiernos democráticos tras la incorporación de España a la OTAN en 1982. Abolieron el servicio militar, crearon un ejército profesional y compraron aviones estadounidenses. Sin embargo, los votantes no muestran gran entusiasmo por el gasto militar, y en los presupuestos de austeridad que siguieron a la crisis financiera de 2008, éste se redujo a tan solo el 0,9% del PIB en 2014, el año en que Rusia atacó por primera vez a Ucrania", expone The Economist, recogiendo que, para el votante promedio español, el gasto militar no es una cuestión especialmente acuciante. "Solo en esta década ha comenzado a aumentar de nuevo, especialmente desde que Sánchez fue anfitrión de la cumbre anual de la OTAN en Madrid en 2022. A diferencia de muchos países europeos estancados, España crece a un ritmo considerable, en torno al 3%, por lo que debería ser posible encontrar recursos para defensa. El problema es político", señala la publicación, en referencia a los socios del Gobierno y a los problemas que existen en la coalición a este respecto. El semanario recuerda que "Sánchez ha liderado gobiernos minoritarios desde 2018" y que "no logró la aprobación de un presupuesto el año pasado y podría volver a fracasar este año", lo que "dificulta replicar el aumento del 26% en el gasto de Defensa en el presupuesto de 2023". "Para un rearme más rápido, el margen de maniobra del primer ministro se ve limitado por sus socios de coalición de extrema izquierda, antiamericanos y anti-OTAN . El Partido Popular, partido conservador de la oposición, apoya un gran aumento del gasto en defensa, pero Sánchez se ha mostrado reacio a buscar su apoyo parlamentario", opina el rotativo, que llega a calificar...
El rotativo británico The Economist, de prestigio internacional y que centra la actividad de sus publicaciones semanales en la economía, se ha mostrado sorprendido por el porcentaje que destina nuestro país al gasto en Defensa y por cómo los propios ciudadanos españoles conciben este asunto. La publicación recuerda que España está aumentando drásticamente el gasto en Defensa en aras de cumplir el objetivo marcado por la alianza atlántica del 2% del PIB para 2029. Este dato "se fijó en 2014 y la mayoría de países de la UE ya lo han cumplido". Así, sostiene que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encuentra ahora "atrapado entre la OTAN y sus socios de coalición", contrarios a incrementar esta rama presupuestaria. "El problema es que el objetivo ya está obsoleto. Ante el creciente temor de que Trump retire la garantía de seguridad estadounidense a Europa, España se encuentra bajo una intensa presión de sus socios europeos para gastar mucho más, y rápidamente", advierte el rotativo británico, que explica que el bajo destino económico al presupuesto en Defensa en España se remonta a tiempos de Franco. "Tras haber llevado a las fuerzas armadas al poder y haber estado en él durante 40 años, las ignoró", argumentan. Sorprendidos ante la poca preocupación ciudadana por el asunto "La modernización militar solo comenzó con los gobiernos democráticos tras la incorporación de España a la OTAN en 1982. Abolieron el servicio militar, crearon un ejército profesional y compraron aviones estadounidenses. Sin embargo, los votantes no muestran gran entusiasmo por el gasto militar, y en los presupuestos de austeridad que siguieron a la crisis financiera de 2008, éste se redujo a tan solo el 0,9% del PIB en 2014, el año en que Rusia atacó por primera vez a Ucrania", expone The Economist, recogiendo que, para el votante promedio español, el gasto militar no es una cuestión especialmente acuciante. "Solo en esta década ha comenzado a aumentar de nuevo, especialmente desde que Sánchez fue anfitrión de la cumbre anual de la OTAN en Madrid en 2022. A diferencia de muchos países europeos estancados, España crece a un ritmo considerable, en torno al 3%, por lo que debería ser posible encontrar recursos para defensa. El problema es político", señala la publicación, en referencia a los socios del Gobierno y a los problemas que existen en la coalición a este respecto. El semanario recuerda que "Sánchez ha liderado gobiernos minoritarios desde 2018" y que "no logró la aprobación de un presupuesto el año pasado y podría volver a fracasar este año", lo que "dificulta replicar el aumento del 26% en el gasto de Defensa en el presupuesto de 2023". "Para un rearme más rápido, el margen de maniobra del primer ministro se ve limitado por sus socios de coalición de extrema izquierda, antiamericanos y anti-OTAN . El Partido Popular, partido conservador de la oposición, apoya un gran aumento del gasto en defensa, pero Sánchez se ha mostrado reacio a buscar su apoyo parlamentario", opina el rotativo, que llega a calificar...
