Tesla tenía adjudicado un contrato de 400 millones de dólares del Gobierno de Estados Unidos. Han tenido que recular
Elon Musk se ha convertido en uno de los hombres fuertes del nuevo Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos. Muy implicado en su campaña electoral, el dueño de Tesla se ha convertido también en la cabeza visible del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) con el que aspira a reducir las ineficiencias dentro de las instituciones estatales. Desde que tomara partido en el Gobierno, Musk ha aplicado con dureza en la administración lo mismo que ha puesto en marcha en sus propias empresas: jornadas maratonianas (incluidas camas en las oficinas) y la eliminación de todo coste superfluo. Hasta el punto de retirar la protección a los funcionarios de carrera, aquellos que trabajan para el Estado gobierne quien gobierne. Pero al mismo ritmo que Musk avanza en la reducción de supuestos costes superfluos y prescindibles en las estructuras del Estado, las preguntas sobre un posible conflicto de intereses se han repetido. Preguntas que han tomado sentido a raíz de un polémico contrato de 400 millones de dólares para hacerse con coches eléctricos blindados. ¿O deberíamos decir un un polémico contrato de 400 millones de dólares para hacerse con coches eléctricos de Tesla blindados? Tesla, la palabra que aparece y desaparece Cuando se ha hablado del posible conflicto de intereses entre Elon Musk y su posición dentro del Gobierno de Estados Unidos ha sido para centrarse en las facilidades que se pueden otorgar para acelerar las pruebas con coches autónomos (en lo que Tesla tiene puestas grandes esperanzas) o en la eliminación de ayudas a la compra de coches eléctricos (que puede impedir a los rivales alcanzar las ventas de la compañía de Musk). Sin embargo, en lo que no se pensaba era, directamente, en la compra de vehículos eléctricos de Tesla para la propia administración de Estados Unidos. En una orden de diciembre de 2024, el Departamento de Estado contemplaba un contrato de 400 millones de dólares para la adquisición de vehículos blindados de Tesla como parte de las previsiones de adquisiciones para el año fiscal de 2025. En ese mismo documento también aparecía el nombre de BMW cuyos BMW X5 y X7 blindados utilizan las administraciones estatales. Explican en Bloomberg que ese contrato ha sido modificado para hacer desaparecer la palabra Tesla y, de esta manera, que no se pueda denunciar un conflicto de intereses a la hora de adjudicar el mismo. Lo que ahora aparece en la redacción del contrato es la contratación por valor de 400 millones de dólares de "vehículos eléctricos blindados". Esta situación, señalan desde los medios estadounidenses, es solo una más de los posibles conflictos de intereses que pueden surgir con la nueva posición de Musk dentro del Gobierno del país. SpaceX, su empresa aeroespacial, se encarga de proveer cohetes para el ejército estadounidense o de lanzar a astronautas de la NASA y ya ha recibido con anterioridad contratos por valor de miles de millones de dólares. Por su parte, Elon Musk ha asegurado que no tiene constancia de que esto haya sucedido. En un mensaje en X, el dueño de Tesla ha asegurado que está completamente seguro de que no hay nada aprobado sobre la posible compra de estos automóviles. Lo que destacan los medios estadounidenses es hasta qué punto ahora Musk puede ejercer una posición neutral en los futuros contratos donde estén implicadas sus empresas. En este caso, por ejemplo, aunque había otras marcas implicadas la partida de 400 millones de dólares es la más elevada de los 320 artículos que aparecen en la previsión de compra para este año. En Xataka Quien no conoce una C15, a cualquier Tesla Cybertruck reza: Twitter se ha llenado de vídeos de Citroën humillando al todoterreno En declaraciones a Forbes, los portavoces del Departamento de Estado aseguran que el año pasado el Gobierno de Joe Biden solicitó que "se explorara el interés de las empresas privadas para producir vehículos eléctricos blindados" y que una sola empresa mostró interés por el contrato. "Debería haber sido una entrada genérica llamada 'fabricante de vehículos eléctricos'" sin la mención de Tesla, recogen en el medio. Hay que tener en cuenta que, de otorgarse el contrato, el coche eléctrico elegido debería ser el Tesla Cybertuck del que precisamente la compañía ha presumido de su resistencia, incluso, ante las balas. El coche empezó a venderse a buen ritmo y se colocaron las unidades más caras para sacarle una mayor rentabilidad pero pasados los primeros meses de comercialización, la enorme pick-up eléctrica parece no estar convenciendo a los posibles compradores. Foto | Maxim y The White House En Xataka | Tesla no tenía intención de vender el Cybertruck en China. Está vendiendo tan pocos que ya se lo replantea - La noticia Tesla tenía adjudicado un contrato de 400 millones de dólares

Elon Musk se ha convertido en uno de los hombres fuertes del nuevo Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos. Muy implicado en su campaña electoral, el dueño de Tesla se ha convertido también en la cabeza visible del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) con el que aspira a reducir las ineficiencias dentro de las instituciones estatales.
Desde que tomara partido en el Gobierno, Musk ha aplicado con dureza en la administración lo mismo que ha puesto en marcha en sus propias empresas: jornadas maratonianas (incluidas camas en las oficinas) y la eliminación de todo coste superfluo. Hasta el punto de retirar la protección a los funcionarios de carrera, aquellos que trabajan para el Estado gobierne quien gobierne.
Pero al mismo ritmo que Musk avanza en la reducción de supuestos costes superfluos y prescindibles en las estructuras del Estado, las preguntas sobre un posible conflicto de intereses se han repetido.
Preguntas que han tomado sentido a raíz de un polémico contrato de 400 millones de dólares para hacerse con coches eléctricos blindados. ¿O deberíamos decir un un polémico contrato de 400 millones de dólares para hacerse con coches eléctricos de Tesla blindados?
Tesla, la palabra que aparece y desaparece
Cuando se ha hablado del posible conflicto de intereses entre Elon Musk y su posición dentro del Gobierno de Estados Unidos ha sido para centrarse en las facilidades que se pueden otorgar para acelerar las pruebas con coches autónomos (en lo que Tesla tiene puestas grandes esperanzas) o en la eliminación de ayudas a la compra de coches eléctricos (que puede impedir a los rivales alcanzar las ventas de la compañía de Musk).
Sin embargo, en lo que no se pensaba era, directamente, en la compra de vehículos eléctricos de Tesla para la propia administración de Estados Unidos.
En una orden de diciembre de 2024, el Departamento de Estado contemplaba un contrato de 400 millones de dólares para la adquisición de vehículos blindados de Tesla como parte de las previsiones de adquisiciones para el año fiscal de 2025. En ese mismo documento también aparecía el nombre de BMW cuyos BMW X5 y X7 blindados utilizan las administraciones estatales.
Explican en Bloomberg que ese contrato ha sido modificado para hacer desaparecer la palabra Tesla y, de esta manera, que no se pueda denunciar un conflicto de intereses a la hora de adjudicar el mismo. Lo que ahora aparece en la redacción del contrato es la contratación por valor de 400 millones de dólares de "vehículos eléctricos blindados".
Esta situación, señalan desde los medios estadounidenses, es solo una más de los posibles conflictos de intereses que pueden surgir con la nueva posición de Musk dentro del Gobierno del país. SpaceX, su empresa aeroespacial, se encarga de proveer cohetes para el ejército estadounidense o de lanzar a astronautas de la NASA y ya ha recibido con anterioridad contratos por valor de miles de millones de dólares.

Por su parte, Elon Musk ha asegurado que no tiene constancia de que esto haya sucedido. En un mensaje en X, el dueño de Tesla ha asegurado que está completamente seguro de que no hay nada aprobado sobre la posible compra de estos automóviles.
Lo que destacan los medios estadounidenses es hasta qué punto ahora Musk puede ejercer una posición neutral en los futuros contratos donde estén implicadas sus empresas. En este caso, por ejemplo, aunque había otras marcas implicadas la partida de 400 millones de dólares es la más elevada de los 320 artículos que aparecen en la previsión de compra para este año.
En declaraciones a Forbes, los portavoces del Departamento de Estado aseguran que el año pasado el Gobierno de Joe Biden solicitó que "se explorara el interés de las empresas privadas para producir vehículos eléctricos blindados" y que una sola empresa mostró interés por el contrato. "Debería haber sido una entrada genérica llamada 'fabricante de vehículos eléctricos'" sin la mención de Tesla, recogen en el medio.
Hay que tener en cuenta que, de otorgarse el contrato, el coche eléctrico elegido debería ser el Tesla Cybertuck del que precisamente la compañía ha presumido de su resistencia, incluso, ante las balas. El coche empezó a venderse a buen ritmo y se colocaron las unidades más caras para sacarle una mayor rentabilidad pero pasados los primeros meses de comercialización, la enorme pick-up eléctrica parece no estar convenciendo a los posibles compradores.
Foto | Maxim y The White House
En Xataka | Tesla no tenía intención de vender el Cybertruck en China. Está vendiendo tan pocos que ya se lo replantea
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La noticia
Tesla tenía adjudicado un contrato de 400 millones de dólares del Gobierno de Estados Unidos. Han tenido que recular
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alberto de la Torre
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