Stephen Curry planta su bandera en el Barclays Center

Los Minnesota Timberwolves han ganado sus tres últimos duelos, por lo que Golden State Warriors, una vez recuperada la sexta plaza que da acceso directo a playoffs, tienen ahora una nueva misión: defenderla.

También suman un tres de tres, además de haberse impuesto en ocho de sus diez últimos compromisos. Y el de ayer fue de esos choques-trampa. Como lo son todos contra los Brooklyn Nets esta temporada, en esencia. Capaces de lo peor y de lo mejor.

Anoche salió cara, y Stephen Curry pronto comprendió que le tocaría emplearse a fondo. 40 puntos y triunfo por 121 a 119.

Meneo deBrooklyn en el primer cuarto

Los titulares de los Nets saltaron a pista como si por el carril del túnel, Jordi Fernández les hubiese ido dando una cucharadita de SuperPump a cada uno de ellos. Baloncesto huracanado y parcial de 8 a 0 cuando muchos espectadores aún ni habían localizado su asiento.

Con el 10 a 2 llegaba el primer triple de Curry, que iba a necesitar muchos más como éste para escalar el muro que se les venía encima.

El 10 a 5 de repente se había convertido en un 25 a 5. ¿Cómo? Los triples de los Nets entraban como si fuesen bandejas. Sin necesitar de una gran circulación, bastaba con que Nic Claxton recibiera en el poste alto y diese el balón al tirador, que ejecutaba rápido usando la pantalla en una suerte de hand off.

Cam Johnson, D’Angelo Russell, Tyrese Martin, Ziaire Williams… todos metían sus triples mientras Claxton se daba un borracherón de asistencias (terminaría con diez).

La avalancha del primer cuarto daba paso a un marcador de 35-15. Los Nets dominaban de veinte. Tocaba remar.

La segunda unidad… y Jimmy

Y las primeras paletadas de agua los Warriors las dieron mientras que quien terminaría como indiscutido héroe de la noche, Curry, recuperaba el aire en el banco.

La gran noticia ahora es que cuando el base descansa, hay un relevo real en cancha que trasciende todo el liderazgo que pudiera tener Draymond Green. Si Curry mira, Butler juega.

El alero empezó a carburar, anotando sus primeras canastas de puro músculo, y junto a él Quinten Post, Gary Payton y Moses Moody pusieron su grano de arena para recortar la desventaja a sólo diez puntos. Lo que a los Warriors de hace dos meses les hubiese costado al menos media hora, estos lo hicieron en cinco minutos.

Ya estaban dentro, y de ahí en adelante el encuentro se convertiría en un constante intercambio que daba el cerrojazo a la primera mitad de manera inmejorable, y que hasta el aficionado neoyorkino del Barclays tuvo que celebrar. Curry haciendo cosas de Curry.

Repite conmigo: NO-ES-SUER-TE. https://t.co/LfKztTJBuV— nbamaniacs (@nbamaniacs) March 7, 2025

No tardaba el de Akron en demostrar que seguía igual de encendido a la vuelta de vestuarios, al igual que los Nets tampoco planeaban activar el modo tanking en la segunda mitad. Ambos equipos cruzaban varios triples y puertas atrás en un encuentro que no bajaba el ritmo.

Gui Santos hacía un poco de todo (buenos movimientos sin balón, pantallas, pases al hueco, extra passes) mientras que en Brooklyn era Cam Thomas quien tomaba la batuta haciendo la guerra como a él le gusta: por su cuenta.

Curry, despiadado en el ‘clutch’

Seis minutos para el final y Stephen Curry ‘solo’ llevaba 28 puntos en su cuenta particular. Aún le quedaban doce.

Los Nets no cesaron de intentarlo, pero Golden State se había echo con una ventaja mínima de cinco puntos que se levantaba como una barrera invisible y un muro mental.

A cada intento de Brooklyn por empatar, respondían los Warriors con una buena acción, ya fuese aprovechando un desajuste en la defensa interior de los Nets, una falta seguida de tiros libres… o otro triple matador de Curry que terminó con un 7 de 13.

El séptimo y definitivo lo anotaba desde la esquina más pegada a su banquillo, y todo el mundo supo que era el clavo último del ataud. 109 a 119 a falta de un minuto, y aunque los locales todavía robaron algún balón y Thomas metía un triple estratosférico de ocho metros, la victoria ya estaba en la butxaca de GSW.

Jugadores destacados

El encuentro dejó un abanico de buenas actuaciones, de entre las cuales (y por no repetirnos con Curry) destacamos las siguientes:

Cam Thomas

El escolta jugaba su tercer partido desde el retorno de su lesión y demostró que sigue siendo el mismo. En lo bueno y en lo malo. Sólo suma pases de canasta cuando asume que lanzar con una ínfima probabilidad de éxito, no es una opción. Entonces, dobla el pase. Pero sus ojos viven fijos en el aro.

Ayer sumó 23 puntos y 7 asistencias.

Draymond Green

Ver que el ala-pivot termina un encuentro con más rebotes o asistencias que puntos, no es nada nuevo. Butler le ha sentado de maravilla para que el mayor reparto de atención con el que ahora lidian las defensas rivales, sea aprovechado por un jugador de su IQ.

7 puntos, 7 rebotes y 10 asistencias para él.

‘El razzie’ para Buddy Hield

Hoy aparece en en esta sección pero en negativo. La irregularidad es lo que ha alejado al shooting guard de tener una mejor carrera y ayer dio una evidencia más de ello. Los Warriors terminaron con un 37,5% desde el triple gracias al show de Curry y a pesar del otro ‘especialista’ del equipo, Hield.

En 23 minutos desde el banquillo, sumó otro de esos partidos intrascendentes en los que, si no anota, apenas tiene en lo qué aportar. 0 de 8 en tiros de campo, un rebote, una asistencia, dos pérdidas y un -15 de net rating.

El sello ‘Butler’

«Tuvimos un buen reto por delante ante un equipo tan físico y eficaz en los cambios de marca como Brooklyn (…) Jimmy nos ayudó mucho con su baloncesto de contacto, sacando faltas y ayudándonos a recuperar el control cuando no entraban los tiros», dijo Curry al término sobre un Jimmy Butler que concluyó con 25 puntos, 6 asistencias y 10 de 10 desde la personal.

(Fotografía de portada de Wendell Cruz-Imagn Images)

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