Si te gusta 'Cónclave', tienes que ver esta serie de su mismo autor: una obra maestra del género

Peter Straughan ha dado pruebas de su maestría antes de entrar en el Vaticano para llevarse su Oscar.

Mar 9, 2025 - 09:07
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Si te gusta 'Cónclave', tienes que ver esta serie de su mismo autor: una obra maestra del género

Cualquiera lo diría, pero es verdad: Cónclave no solo ha conseguido ocho nominaciones (y una victoria) en los premios Oscar 2025, sino también algo tan difícil como arrastrar al público a las salas para ver una de intrigas políticas en el Vaticano. Proeza que diríase más propia de 1968, cuando Las sandalias del pescador hizo Papa a Anthony Quinn, que del siglo XXI.

¿Cuál es la clave de este triunfo? Pues, descartando la intervención del Altísimo, no debemos buscarla solo en su excelente reparto (encabezado por ese Ralph Fiennes que merecía una estatuilla) ni en el director Edward Berger (Sin novedad en el frente). Porque Cónclave sería muy diferente sin de su guionista, Peter Straughan. Hablamos de un escritor inglés que cuenta ya con dos obras maestras en su haber: la primera de ellas, un clásico moderno de las series que puedes ver ahora mismo.

Las intrigas del señor Cromwell

Solo o en compañía de su pareja Bridget O'Connor (fallecida en 2010), Straughan se hizo un nombre como guionista a principios de este siglo. Su consagración llegó en 2012, cuando optó por primera vez al Oscar con El topo: en aquella adaptación de la novela de John le Carré, con Gary Oldman de protagonista, el escritor mostró rasgos de estilo que reconocemos en Cónclave, como su fascinación por las jerarquías del poder y por los antihéroes de pocas palabras.

En 2015, tras haber ayudado que Oldman se convirtiese en el espía George Smiley, Peter Straughan dio otro golpe de efecto (¿el definitivo?) con la serie Wolf Hall (disponible en Movistar Plus+). Se trataba de otra adaptación literaria, y de altura, además: cualquiera diría que los dos primeros novelones de la escritora Hilary Mantel sobre la corte de Enrique VIII podían convertirse con éxito en un show televisivo.

Claro que tanto Straughan como el director Peter Kosminsky (La flor del mal) contaban con un arma secreta, porque las novelas de Mantel no se centran en la figura del monarca de las seis esposas, sino en la de su secuaz Thomas Cromwell. Y, más concretamente, en cómo semejante individuo (hijo de un herrero, antiguo mercenario en Italia y especialista en negocios turbios) logró convertirse en el hombre más poderoso de la Inglaterra de los Tudor.

Como intérprete de su protagonista, Wolf Hall contó con Mark Rylance, ese señor al que tal vez recuerdes de su trabajo con Steven Spielberg en El puente de los espías (o por No mires arriba) y que, si bien no se prodiga mucho delante de la cámara, se ha ganado a pulso su reputación como uno de los mejores actores vivos.

Rodarán cabezas

Además de por su suntuosa producción (estamos hablando de la BBC, así que es marca de la casa), Wolf Hall sorprende por lo silenciosa que resulta. La combinación de Rylance y sus miradas fijas, el guion de Peter Straughan (parco en diálogos, que no en intensidad) y una cámara que se mueve como si tal cosa por auténticos edificios históricos no son en absoluto lo que esperamos de una serie de época.

Pero es que la serie no resulta en absoluto un relato histórico al uso. Más bien estamos hablando de un thriller de intriga donde no importa en absoluto que los hechos estén registrados en Wikipedia. Para empezar, porque solo un experto en historia de Reino Unido podría anticipar todo lo que ocurre en cada capítulo (doce en total, a razón de seis por temporada). Y, para seguir, porque la serie supo aprovechar las lecciones de la escritora.

Antes de fallecer en 2022, Hilary Mantel compaginó el éxito crítico (fue la primera escritora en ganar dos veces el premio Booker) con el triunfo en las librerías gracias a su habilidad para transportar al lector al pasado. Su secreto, como ella misma aseguraba, era recordar que sus personajes no se veían a sí mismos como figuras históricas, sino como habitantes de una época muy imprevisible y muy violenta.

En la serie, tanto Rylance como Damian Lewis (Enrique VIII) y Claire Foy (The Crown), esta última como una Ana Bolena a la que uno decapitaría personalmente, se atienen a esta norma. De esta manera, aunque sus actos sean tan terribles como cabe esperar, lo que realmente nos engancha frente a la pantalla es nuestra necesidad de averiguar los motivos para cometer dichos actos. Una pregunta que, las más de las veces, quedará sin respuesta.

Así pues, si te ha gustado Cónclave, te aconsejamos que te des el gusto de explorar las dos temporadas de Wolf Hall, la última de las cuales se ha estrenado este mismo año. Y, si tienes ganas de más, recuerda que El topo está en los catálogos de Prime Video y FlixOlé. Seguro que, tras semejante experiencia, coincidirás con nosotros en que Peter Straughan se ha convertido en uno de esos guionistas cuyo nombre vale el precio de una entrada.

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