'Separación', final explicado de la temporada 2: Cold Harbor, las cabras y Gemma

La serie más vista en la historia de Apple TV+ cierra una temporada absolutamente brillante.

Mar 21, 2025 - 15:35
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'Separación', final explicado de la temporada 2: Cold Harbor, las cabras y Gemma

[Este artículo contiene SPOILERS de 'SEPARACIÓN' 2x10]

Tres años han tenido que esperar los fans de Separación para saber cómo continúa la historia de Mark (Adam Scott), Helly (Britt Lower), Dylan (Zach Cherry) e Irving (John Turturro). Sin embargo, después de que Apple TV+ haya estrenado el último episodio de la segunda temporada, podemos decir sin miedo a equivocarnos, que la espera ha merecido -y mucho- la pena.

Y es que no es habitual encontrarse con una serie de esas que puedes recomendar a diestro y siniestro, sabiendo que es prácticamente una obra redonda a la que es imposible no engancharse. Mezcla ciencia ficción, humor, romance y misterio con una originalidad que casi parecía imposible en la era del fast food de la ficción, con catálogos interminables de títulos similares entre los que se hace cada vez más complicado encontrar algo que verdaderamente merezca la pena. Una serie de esas que, probablemente, haga historia.

Separación ha logrado, con su segunda temporada, magnificar lo que ya era un planteamiento interesantísimo: qué pasa cuando divides la mente de una persona de manera que ninguna de las partes tiene conocimiento de lo que hace o siente la otra. Y no solo eso. Además, ha conseguido imprimir una profundidad muchísimo mayor de lo que veníamos viendo en la primera temporada, en la que la trama giraba en torno a la productividad, los misterios sobre los oscuros fines del omnipresente villano, la compañía Lumon, y la irrevocable sed de verdad frente a la idiosincrásica fe en el relato místico de la empresa.

Los ‘dentris’ ya no quieren escapar

Una de las cosas que más impactan de la temporada, y que es a la vez uno de los mayores aciertos de guion, es el énfasis en demostrar que los 'dentris' han pasado por un proceso de madurez excepcional. Sus objetivos, sus miedos y secretos son ahora muy diferentes y tienen que ver con el desarrollo de sus personalidades. De alguna forma, pasan de la niñez a la adolescencia, y comienzan a indagar en emociones como el amor.

Irving, que es quien más tiempo llevaba separado, ya experimentó un romance en la primera temporada. Cuando descubre que no volverá a ver jamás a Burt (Christopher Walken), decide abandonar su trabajo, porque en cierto modo su razón de ser -como ‘dentri’- ha desaparecido. Dylan intenta disuadirle y, aunque lo consigue, pronto él mismo sentirá idéntica frustración cuando la esposa de su ‘fueri’ lo rechace.

De igual modo, Mark tendrá que tomar una difícil decisión, poniendo en valor su propia existencia y sus sentimientos hacia Helly, frente a la desesperada cruzada de su ‘fueri’ por salvar a Gemma (Dichen Lachman). Así, vemos que los ‘dentris’, pudiendo marcharse, han decidido quedarse, porque su propia existencia es importante y su vida merece ser vivida.

La serie consigue jugar con esas dualidades y conflictos entre las dos partes de una misma persona y es, en última instancia, lo que la dota de muchísima profundidad filosófica, yendo más allá de la distopía corporativa que en un principio podía parecer. Esto se hace muy evidente en el último capítulo, en el que los dos Mark tienen una conversación en diferido donde sus diferentes puntos de vista salen a relucir.

Helly, por su parte, vive de nuevo la frustración de sentirse manipulada por su ‘fueri’. Si en la primera temporada impidió todos sus intentos de escapar de Lumon, en esta, Helena suplanta la identidad de Helly durante varios días e incluso llega a intimar con Mark. Es evidente que Helena envidia en cierto modo a Helly, tanto por su rebeldía y libertad de espíritu como por haber encontrado el amor. En definitiva, todo lo que ella no ha podido experimentar nunca en su constreñida existencia.

Por su parte, Irving es despedido cuando descubre que Helly está siendo suplantada e intenta ahogar en el Parque Nacional de Dieter Eagan a su ‘fueri’. Alejado ya totalmente de Lumon, vamos a poder descubrir un poco más sobre lo que tramaba su ‘fueri’, enfrascado en una investigación sobre las malas prácticas de Lumon, pero también vamos a asistir al redescubrimiento de su relación con Burt en el exterior.

Por último, al final de la segunda temporada vemos cómo Mark consigue por fin encontrar a Gemma en la planta de pruebas y huir en una caótica escapada que termina con su ‘dentri’ eligiendo quedarse en Lumon, con Helly. Una escena con probablemente los dos minutos más largos de la historia, que nos hace plantearnos la pregunta del millón: ¿hasta qué punto el proceso de separación funciona y cuánto del Mark ‘fueri’ hay en el Mark ‘dentri’? Bueno, ahora lo sabemos.

Alabado sea Kier, ¿o no?

Otro de los grandes misterios de la serie es toda la mitología cuasi religiosa que hay alrededor de la figura de Kier. Da muchísimo juego, porque capitulo a capítulo nos permite descubrir pequeños retales de lo que parece ser un enorme telar repleto de leyendas, alegorías y una especie de folklore de lo más tenebroso.

En esta temporada no solo hemos podido conocer la historia de algunos nuevos miembros de la familia Eagan, como Dieter Eagan en el capítulo 4, sino que además hemos buceado en otros aspectos de la historia de la familia que son de lo más perturbadores. Por ejemplo, siguiendo a Cobel (Patricia Arquette), entendemos que su vida entera ha estado invadida por la familia Kier y que fue sometida a trabajo infantil en la fábrica de su pueblo natal.

No nos sorprende que, tras su despido, se haya revelado contra la compañía y haya decidido ayudar a Mark en su tarea de encontrar a Gemma, especialmente cuando descubrimos que es ella quien diseñó la tecnología de separación, pero le robaron la idea y le amenazaron para que jamás revelase la verdad.

Otro de los momentos clave de la temporada es cuando Milchick (Tramell Tillman) recibe una serie de pinturas en las que se muestra una historia de Kier desde una óptica inclusiva y racializada: como si fuera afroamericano. El regalo no solo pone de manifiesto el surrealismo y despropósito de los valores de la empresa, sino que además nos ofrece una nueva capa del personaje de Miclhick, en cuya opaca mente vislumbramos las primeras dudas de su fe hacia Kier.

Un atisbo de rebelión que ojalá tuviera más desarrollo y que complementa el animado dúo que hace durante esta temporada con la señorita Huang (Sarah Bock).

Cold Harbor, las cabras y el futuro de MDR

Desde el principio de la serie se hace explícito que nadie entiende realmente qué son los números con los que trabajan en Refinamiento de Macrodatos. Asimismo, durante esta temporada nos queda muy claro que Mark tiene una misión de vital importancia en Lumon y que tiene que ver con su productividad: debe completar Cold Harbor. Es un hito para la compañía, pero hasta el final de la temporada no entenderemos que se trata de un archivo que Mark debe completar, el vigésimo quinto desde que está en la empresa.

¿Pero qué son estos archivos? Pues bien, ahora sabemos que cada archivo es una separación en la mente de Gemma, y que estaban experimentando con ella para, según parece, comprender cuántas veces se puede separar una mente. Según advertía Cobel, una vez se completara el experimento, ni Gemma ni Mark serían de utilidad para Lumon y, por tanto, estaban destinados a morir.

Pero en esta temporada también hemos sabido, por fin, algo más sobre el misterioso departamento en el que se criaban cabras. Tras una visita de Helly y Mark en la que se ven asediados por muchísimos ganaderos, liderados por una siempre genial Gwendoline Christie, descubrimos que el departamento se llama Mamíferos Criables, pero no es hasta el último episodio que entendemos que las cabras son sacrificios a Kier.

Lo cierto es que aún no sabemos cuántos experimentos más como el de Gemma se han llevado a cabo ni por qué Irving conocía el pasillo de exportaciones. No sabemos qué pasará con los trabajadores de Refinamiento de Macrodatos ahora que han cumplido su cometido ni cómo afrontará Milchick su estrepitoso fracaso como manager de la planta de Separación.

Y aunque aún no se ha anunciado fecha de estreno para la tercera temporada, Ben Stiller ha estado lanzando ya algunas informaciones. Ojalá sea una realidad y nos resuelva los misterios que quedan inconclusos.

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