Sara Mesa regresa a las librerías con 'Oposición', una trama que descubre el tedio y la claustrofobia de la Administración

Sara Mesa, autora de novelas ampliamente elogiadas y reconocidas, como Un amor y La familia (de entre una docena) fue en otra vida anterior trabajadora de la Administración, un mundo inspirador a pesar de todo, con sus funcionarios, sus subdirectores opacos, sus máquinas de café y sus recreos para desayunar y criticar.

Mesa, nacida en Madrid en 1976 y criada en Sevilla, regresa al universo editorial con una novela que recuerda a sus viejos tiempos de empleada pública, -incluso la protagonista se llama Sara- titulada Oposición (Anagrama). Aunque solo sea por mimetismo lingüístico, hay que recordar que Sara escribió Silencio administrativo, sobre una mujer sin techo que no consigue la renta mínima por el laberinto de papeleo que lo frena.

El nuevo libro explora, como es costumbre en su literatura, las cosas corrientes de la vida y del aburrimiento y evoca, en cierto modo, a ese manual magistral del oficinista frustrado que escribió el francés George Perec llamado El arte y la manera de abordar a su jefe para pedirle un aumento.

Lo nuevo de Mesa es en apariencia sencillo, pero eficaz, por conocido y por brillante. La narradora se plantea opositar para consolidar su plaza de interina. Trabaja en un edificio que es una metáfora de la escenografía que persigue la escritora: enorme, claustrofóbico, lleno de jerarquías y pasillos que a su vez están repletos de trabajadores monocordes y de sus tics.

Para huir de esos comportamientos que no alcanza a entender por nueva e ingenua, la protagonista, Sara, se entretiene en dibujar y escribir poemas, mientras aguarda la llamada de la autoridad, que nunca se sabe dónde termina ni por qué puerta gris saldrá a reclamar lo suyo.

Oposición propone un juego doble: reproducir las trampas de la burocracia no solo para quien las padece como ciudadano, sino también para el que trabaja para ella y en gran medida, la provoca y sufre desde el otro lado del cristal.

Así, la protagonista, como una heroína azarosa, se enfrenta al más inquietante de los absurdos: cómo nos organizamos en sociedad en medio de escenarios tales como el tedio, el vacío laboral, la rutina y la promesa de un futuro seguro, aun cuando deba pasar por eso que se llama opositar. Es este el más tramposo de los oficios porque ofrece una oportunidad a cambio de un presente monótono e ingrato.

Los personajes que rodean a Sara son un espejo de la condición humana que Mesa retrata con amabilidad pero de forma impía en sus consecuencias. Como las que tomará la protagonista, pequeñas subversiones de gran e inesperado alcance. La ficción, una vez más, conquista a la realidad en la obra de Sara Mesa.

Oposición ha salido este miércoles 5 de marzo a la venta.