Sale a la venta un libro con testimonios y secretos de los sirvientes de la familia real británica

Titulado 'Yes Ma'am: The Secret Life of Royal Servants', cuenta las anécdotas de los extrabajadores de los Windsor.

Feb 19, 2025 - 15:58
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Sale a la venta un libro con testimonios y secretos de los sirvientes de la familia real británica

El éxito de series como The Crown no se explica sin la curiosidad que despierta en el ser humano aquello que es hermético, que está cerrado al resto del mundo, de lo que solo se conocen algunas aristas. Como si siempre fuese necesario conocer el iceberg completo y no solo ese tanto por ciento que sobresale en la superficie. Algo así ocurre también con la familia real británica, acaso una de las instituciones más celosas de su intimidad en el mundo moderno. Por eso tuvo tanto éxito las memorias del príncipe Harry, En la sombra. O por eso se espera algo parecido con un libro que acaba de ver la luz.

Se trata de Yes Ma'am: The Secret Life of Royal Servants [Sí, señora: La vida secreta de los sirvientes reales, en español], el cual ha salido a la venta este pasado martes en el mercado anglosajón y que ha elaborado el escritor Tom Quinn, colaborador de medios como The Times, The Telegraph o el Daily Mail y que ya alcanzó el éxito con un libro de curiosidades sobre la ciudad de Londres, recopilando anécdotas e historias contadas por quienes vivieron en primera persona los entresijos y las tramoyas de Buckingham Palace: los exsirvientes de la monarquía.

Aunque es cierto que cuando firman el contrato tienen una cláusula que les prohíbe contar aquello que vean dentro de palacio, lo cierto es que Quinn ha conseguido, siempre bajo el anonimato en sus declaraciones, las palabras de criados, cocineros y cortesanos que han narrado multitud de anécdotas, a cada cual más jugosa, sobre los últimos años en la familia que encabeza Carlos III de Inglaterra.

El escritor ha conseguido, por ejemplo, saber las rutinas a la hora de ducharse o bañarse de multitud de royals o, concretamente, un episodio en el que el príncipe Andrés mostró un enorme desagrado y llegó a sentir arcadas por un lunar facial que tenía uno de los trabajadores durante una recepción real.

Quinn, además, expone sin ningún óbice los privilegios de los que gozan, lo que ha dado lugar a que estén tan separados del mundo real que lleguen a ser incompetentes en las labores más mundanas, como al señalar que casi cualquier miembro de La Firma tardaría unas dos semanas en ponerse sus pantalones si no estuviese ayudado por toda su cohorte de sirvientes.

El príncipe Guillermo y Kate Middleton

Pero también puntualiza problemáticas o curiosidades con nombres y apellidos. Del príncipe Guillermo, entre otras cosas, afirma que suele tener multitud de berrinches si se cambia un mínimo su rutina —como también le ocurre a su padre, el actual monarca— y que cuesta mucho que se tranquilice.

Tanto es así que los exempleados afirman que no encontraría a otra mujer como Kate Middleton. "No sé dónde estaría Guillermo sin ella", narra una antigua empleada, "porque como a Kate no se lo han dado todo hecho siempre, es quien tiene que calmarle cuando se enfada. Ha llegado a decir que a veces tiene que tratarle como a su cuarto hijo".

El príncipe Harry y Meghan Markle

Asimismo, también cargan contra Meghan Markle, a pesar de que ya hayan pasado más de cinco años desde que ella y el príncipe Harry abandonaran el seno de la familia británica. Aunque el primer dardo se lo llevan precisamente el resto de miembros, a cuya vieja guardia califican como "tremendamente snob" —aunque hoy en día estén intentando lavar su imagen—, incidiendo de nuevo en el racismo que ya denunciaron los duques de Sussex.

Y es que en el libro se afirma que la boda entre ambos tuvo lugar porque el hijo menor del actual rey y Lady Di era "el repuesto" y él sí podía casarse con una estadounidense afrodescendiente. "Jamás lo habrían permitido si el novio hubiese sido el príncipe Guillermo", dicen un testimonio, mientras que otro agrega: "Si Guillermo hubiera querido casarse con Meghan Markle, habría ido demasiado lejos... [Pero] Harry jamás iba a ser rey".

Además, inciden en que la llegada de Meghan Markle provocó incluso habladurías entre el personal por la forma tan cercana que tenía de relacionarse con el resto de miembros, dando abrazos y besos por doquier. Incluso había quienes dudaron que este tipo de comportamientos ocultaran un posible coqueteo con el príncipe Guillermo, que nunca ocurrió, aclara el escritor, pero que sí hizo mella en la de por sí tensa relación entre los hermanos.

A ello hay que añadir que a Meghan se la solía comparar con Wallis Simpson —la duquesa de Windsor, cuyos dos divorcios previos provocaron la abdicación de Eduardo VIII— o incluso se referían a ella los miembros de más edad como "Meg, la Mística", porque había llegado con un "toque new age y woke", que había convertido a Harry en un "izquierdista abraza-árboles". Sin embargo, entre las nuevas generaciones de royals o de trabajadores sí que causó una grata impresión por su negativa a amoldarse a lo que considera tradiciones anticuadas.

La reina consorte Camila

Por último, en el adelanto que ha expuesto The Times del libro, se recoge que la ahora reina consorte Camila, entonces Camila Parker-Bowles, no cayó con buen pie en el seno de la familia de Carlos III. En especial, de sus hijos, que incluso le llegaron a poner diversos motes, como eran los de "Cruella de Vil", la antagonista de 101 dálmatas, "La Bruja del Oeste", villana de El mago de Oz, o "Lady Macbeth", uno de los personajes más calculadores, trepas y fríos de toda la obra literaria de Shakespeare.

Tanto le dolían estas cosas que ella se llegó a plantear, y a plantearle a su marido según cuenta Quinn, si no podían dejar atrás la vida protocolaria de palacio y no ser reyes, pasándole el testigo directamente de la reina Isabel II a su hijo Guillermo. No ocurrió.