Para que un país y una economía sean fiables, los agentes económicos deben tener claras las reglas del juego y saber a qué atenerse, de otro modo se extenderá el caos y la incertidumbre, se paralizarán operaciones e inversiones, e incluso los ciudadanos aplazarán sus decisiones de compra de bienes de consumo duradero o de inmuebles. Es lo que está ocurriendo en Estados Unidos con un presidente del Gobierno que por la mañana dice una cosa y por la tarde otra, pero algo parecido está ocurriendo en España y lo hemos visto esta misma semana. La cancelación de manera unilateral de un contrato con Israel para la compra de munición para la Guardia Civil por parte del Gobierno de España...
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