Qué tipos de auditorías pueden hacer las empresas

En este contenido, te explicamos los principales tipos de auditorías que tienen impacto en el mundo empresarial. Además, te ofrecemos consejos para prepararte para una auditoría contable o una auditoría fiscal.

• Cada tipo de auditoría responde a necesidades concretas del mundo empresarial.
• La contable y la fiscal son dos de los tipos de auditorías con mayor impacto.

Es un hecho que, progresivamente, van apareciendo nuevos tipos de auditoría. Las razones son varias. Por un lado, vienen marcadas por los nuevos desarrollos tecnológicos y los cambios sociales y jurídicos. Además, la propia tendencia de los negocios mira hacia estas herramientas por su utilidad práctica.

En efecto, pasar las auditorías con una calificación favorable se convierte en un requisito para poder construir tu negocio y hacerlo crecer. Por ello, es importante comprender los fundamentos más básicos de este tipo de procedimientos.

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¿Qué tipos de auditorías existen?

Podemos hacer las clasificaciones de auditorías que queramos. Sin embargo, las más prácticas para entender su alcance, sentido y funcionamiento son las que abordan el sujeto que las lleva a cabo y el tema que estudian.

Auditorías en función del sujeto que las practica

En función del sujeto, pueden distinguirse, principalmente, cuatro categorías de auditorías:

• Privadas internas. Son las que cualquier negocio o entidad privada realiza por y para sí misma. Utiliza sus propios medios para investigar si su funcionamiento es acorde con lo deseado por la organización o lo requerido por normas y compromisos.
• Privadas externas. Es el tipo más común de auditoría. En él, se contrata a profesionales privados ajenos a la organización no solo por su capacidad, sino también por su independencia jerárquica, que da mayor credibilidad a sus informes.
• Públicas externas. Es relativamente frecuente que la Administración realice labores de auditoría. Los ejemplos más conocidos son los de las inspecciones fiscal y laboral.
• Públicas internas. También la Administración audita su propio funcionamiento, lo cual es importante también para los terceros. Esto se nota, por ejemplo, cuando algún proyecto de tu empresa está pendiente de que la Administración verifique que sus trámites internos (presupuestos públicos, contratos, ordenación de pagos, etcétera) siguen el camino correcto.

Qué temas suelen auditarse

La auditoría puede llegar a muchos aspectos diferentes, pero los ámbitos más frecuentes son:

• Contable. 
• Fiscal.
• Laboral.
• Ambiental.
• Seguridad informática.
• Procesos internos.
• Calidad.
• Social.
• Protección de datos. 
• Contratos
• Cumplimiento normativo.

Qué funciones tiene la auditoría

Cada tipo de auditoría tiene su propia dinámica y misión. Sin embargo, entre las funciones más importantes y habituales en muchos tipos de auditorías se encuentran:

• Servir de instrumento de control y de prevención o, al menos, detección temprana de errores y malas prácticas.
• Cubrir trámites que exigen la práctica previa de una auditoría antes de poder continuar con otras fases de un proyecto.
• Aportar confianza a los terceros de que la situación y actividades del negocio son como dicen ser.
• Mejorar los flujos de datos gracias al uso que puedan dar los destinatarios de los informes.
• Alinear a los empleados y cualquier tercero en la dirección que persigue la empresa, gracias a su poder como mecanismo de confianza.

Cómo prepararse para una auditoría 

Como es lógico, cada auditoría tiene su propia dinámica. Sin embargo, podemos extraer algunas lecciones valiosas de las más comunes: la auditoría contable y la auditoría fiscal.

Auditoría contable

No hace falta decir que lo primordial es seguir la normativa, no cometer errores y no practicar ninguna clase de fraude contable. Sin embargo, eso debe implicar a la organización en su conjunto. 

Un fallo frecuente por parte de algunos emprendedores en negocios pequeños y medianos consiste en dar por sentado que todos sus empleados y colaboradores externos están alineados con las buenas prácticas. 

Por ello, los mejores consejos para evitar tener sustos en este tipo de auditorías son:

• Somete a tu empresa a procedimientos periódicos de auditoría legal. En especial, te interesará fijar tu atención en que no se firmen contratos que puedan resultar fraudulentos. También ayuda mucho hacer investigaciones sobre cumplimiento normativo. Muchas veces el fraude contable pretende ocultar prácticas ilegales de mayor gravedad.
• Cuenta con herramientas informáticas que den gran visibilidad a los datos, como Sage 50. Con más frecuencia de la deseable, alguien de tu negocio puede querer falsear tus cuentas por motivos que quizá, en principio, no conozcas. Sin embargo, si puedes seguir la pista enlazando indicadores de lo que sucede en tu almacén, tus cuentas bancarias, las relaciones con tus clientes, etcétera, es mucho más sencillo que encuentres pronto el punto débil. Además, esa trazabilidad tiene un importante poder disuasorio de las malas prácticas.
• Además, en ocasiones, la contabilidad está sujeta a complejidades y debates en los que profesionales expertos cuentan con opiniones diferentes. Ante la duda, lo mejor es consultar al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas. Ofrecerá un criterio legal y desprovisto de incentivos concretos sobre tu negocio.

Auditoría fiscal

La forma más frecuente de auditoría fiscal es la realizada por Hacienda, en especial la inspección. Ante ella, es conveniente prepararse desde dos puntos de vista:

• El conocimiento detallado, por medios propios o por la contratación de asesores externos, de la normativa fiscal y de su aplicación en tu negocio. Eso incluye las disposiciones que marcan los impuestos que debes pagar, pero también las obligaciones formales que has de cumplir. Este último aspecto va cobrando cada vez mayor importancia. Puedes enfrentarte a sanciones importantes por desatender tus obligaciones de facturación, contables, de presentación de modelos, etcétera. Además, estas están diseñadas para reforzar el control fiscal, como ha ejemplificado últimamente la reforma del software antifraude.
• Además, debes recibir un asesoramiento jurídico completo sobre los procedimientos:
  • Cómo puede desarrollarse una investigación fiscal.
  • Cómo funciona la instrucción y resolución del procedimiento sancionador.
  • Cómo se recauda.
  • Qué recursos administrativos puedes presentar y ante quién, cuándo.
  • Cómo podrías presentar un recurso contencioso-administrativo, etcétera.

En resumen, la mejor manera de afrontar las auditorías es preparar día a día a tu negocio. No solo debes proyectar buenas prácticas, sino que has de reforzar tu conocimiento y los mecanismos de seguimiento y control.

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