Punto final a la pax económica en Venezuela: se vuelven a disparar el dólar y la inflación

El bolívar se depreció con fuerza en los últimos tres meses y las subas de precios se aceleraron; impacto para las empresas

Mar 30, 2025 - 01:57
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Punto final a la pax económica en Venezuela: se vuelven a disparar el dólar y la inflación

CÚCUTA, Colombia.– Punto final a la pax económica de Nicolás Maduro, otra de las fantasías de la propaganda revolucionaria. La economía venezolana ha vuelto a hacer historia, una de sus grandes especialidades, en una semana turbulenta para el bolívar digital, la cuarta moneda nacional durante los 26 años del chavismo.

La devaluación sostenida de la moneda venezolana, que se aceleró tras el megafraude electoral del año pasado y que se despeñó el martes y el miércoles, pulverizó la barrera de los 100 bolívares digitales por un dólar, empujado por una inflación incontenible.

Al cierre de la jornada del miércoles, el mercado paralelo marcaba 102,92 bolívares digitales por dólar, mientras que el dólar oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) se situaba en 68,69 bolívares. La moneda cayó un 6% el martes y un 3,96% el miércoles, siempre en comparación con el billete verde americano. El viernes recuperó un tanto la compostura, pero ya por encima de los 100 bolívares.

De esta forma, la caída del bolívar digital se sitúa en torno al 40% con respecto al dólar en solo tres meses. Dos días “negros” sucesivos para un país entre tinieblas, que ya ha alcanzado una inflación anualizada del 117%.

La caída es de tal calibre que amenaza, si sigue a este ritmo, con que en unos meses el salario mínimo y las pensiones establecidas por el gobierno de la “máxima felicidad social” equivalgan a un dólar mensual.Una instalación para protestar por la economía venezolana (Archivo)

El salario mínimo está anclado desde hace tres años en 130 bolívares por dólar, el más paupérrimo del planeta, que Maduro complementa con bonos económicos que reparte de forma arbitraria.

“Estamos ante una destrucción monetaria sin precedentes en este hemisferio. Han eliminado 14 ceros, hecho tres reconversiones y aun así el bolívar no vale nada. ¿Quién paga las consecuencias? Nuestra gente, que sobrevive con salarios de hambre y pensiones que no alcanzan para un kilo de harina”, denunció el dirigente opositor Juan Pablo Guanipa.

Hugo Chávez comenzó su gobierno con el bolívar, pero su ejercicio económico, pese a vivir en bonanza petrolera, forzó la entrada en vigor en 2008 de una nueva moneda con el bolívar fuerte. Ya con Maduro se produjeron dos reconversiones monetarias, que dieron paso primero al bolívar soberano en 2018, en medio del mayor desastre socioeconómico de su historia, y después al bolívar digital en 2021.

La deriva económica sembrada por Chávez y el derrumbe socioeconómico de la revolución desde 2013 con Maduro a la cabeza provocaron la huida de nueve millones de venezolanos, la mayor diáspora del siglo por delante de sirios y ucranianos, y una crisis humanitaria compleja, todavía vigente.

“Venezuela sufre 25 años de alta inflación acumulada y los precios tienen tantos ceros que se los han ido recortando para hacer legibles las cifras. Si no imagina: un pan costaría un uno con cien ceros o algo parecido”, subrayó a la nacion el economista José Noguera.Una mujer cuenta billetes en el barrio del Petare en Caracas

Como si se tratara de un concurso televisivo para matemáticos, los venezolanos se lanzaron a calcular cómo se diría o escribiría correctamente la cifra de bolívares equivalente al dólar de antes del “comandante supremo”. Un “cuatrillón veintinueve billones doscientos mil millones” es la versión más aplaudida, que suma los 14 ceros perdidos en las tres reconversiones chavistas a los 100 bolívares de hoy.

“Estamos ante la destrucción del bolívar como moneda, el entierro final del bolívar. El venezolano, que ha aprendido de las confiscaciones de su patrimonio a través de devaluaciones, inflaciones e hiperinflaciones, sabe que quien se queda con bolívares está arruinado y por eso la imparable demanda de dólares, menos flujo de divisas al país y la consiguiente depreciación de la moneda”, aclaró el economista José Guerra, antiguo funcionario del Banco Central de Venezuela (BCV).

La política gubernamental de provocar minidevaluaciones diarias de la moneda ha disparado la brecha cambiaria, que es la diferencia entre el cambio del dólar oficial y el del mercado paralelo. Una brecha que equivale hoy al 54% y que abre la puerta a más corrupción en el país (casi) más corrupto del planeta según Transparencia Internacional, solo superado por Sudán del Sur y Somalia.

El negocio es insuperable, “mejor que vender petróleo o cocaína”, tal como ironiza Guerra: los operadores chavistas compran los billetes verdes norteamericanos en los bancos oficiales al precio del BCV y en el mismo día los revenden en el mercado paralelo con un margen del 54%.Nicolás Maduro (Archivo)

“Las otras dos consecuencias son el impacto en las empresas, debido a que venden al Estado al dólar oficial, pero cuando compran materias primas y servicios lo hacen al dólar paralelo, con pérdidas del 20% y 30%. Y segundo, cuando Petróleos de Venezuela (Pdvsa) vende las divisas al BCV lo hace al precio oficial, pero cuando el gobierno gasta ese dinero lo hace al dólar paralelo, con pérdidas para el gobierno, que se hace así un harakiri. Estos tres factores, corrupción, las pérdidas para las empresas y efecto fiscal negativo están creando una situación muy difícil, el peor de los mundos económicos desde el viernes negro que está arruinando al propio gobierno”, redondeó Guerra.

En el nunca olvidado “viernes negro” del 18 de febrero de 1983, el BCV se declaró insolvente y el presidente socialcristiano Luis Herrera Campins impuso el control cambiario. Supuso el “entierro” de la Venezuela saudita.

El lunes pasado, Maduro anunció además que su gobierno inyectará al BCV una tonelada de lingotes de oro ante la escasez de divisas.

“Están imprimiendo dinero para contentar a la gente”, dijo Noguera. Los motivos sobran tras el mayor fraude electoral de la historia de América Latina y de la consiguiente represión salvaje del aparato del Estado.

La gran pregunta que se hacen hoy los venezolanos es si el gobierno necesitará imponer dentro de unos meses una nueva reconversión monetaria.

“Puede ser, sobre todo con la amenaza de una nueva hiperinflación si las sanciones del presidente Donald Trump contra el petróleo venezolano se hacen efectivas”, advirtió Noguera.